Capitulo 4

En lugar de andar con rodeos, peleando con las sabanas, me sorprende caer dormida tan rápido, pero sueño cientos de sueños. Sueños de lo que pudo ser, de Chris y Christian jugando en un parque, Christian amándome y queriéndome, de un sol brillante, praderas y risas felices. Se burlan y mofan de mí con infinidad de posibilidades felices, y la melancolía floreciente disminuye, convirtiéndose en tristeza.

Me despierto en un mar de lágrimas, mis orejas y almohada mojadas por las lágrimas, y mis manos presionando mi corazón, en un intento de mantener juntas las piezas rotas. El reloj esta titilando incansablemente, una hora de brujas 04:27am. Me volteo de lado, mirando la habitación oscura, que parece coincidir con el color de mi alma. En un momento de debilidad, de absoluta desolación, rompo mi regla no escrita y me permito mirar al pasado, a momentos felices con Christian.

Cada pista estaba allí. La forma en que me hacía el amor, la forma como decía mi nombre, la forma como cambio por mí, su sobreprotección y sus celos, su deseo de darme lo mejor de toda las cosas- cosas que yo no sabía que anhelaba. Pienso en las muchas veces que él me dijo en palabras absolutamente claras que le importaba. El recuerdo trae consigo una cantidad de imágenes eróticas, y por primera vez nos veo a nosotros, como nos veían los demás; completamente atrapados el uno en el otro, sin poder negar el fuego desenfrenado que ardía, salvajemente entre nosotros. Es una revelación muy clara.

A medida que los recuerdos pasan por mi mente, un deseo lento y sexy empieza a sentirse en mi cuerpo, difundiendo, derritiendo y calentándose en su despertar. Ayer un tigre dormido despertó por su guardián, ahora es demandante y hambriento. Emocionada escucho mi propia respiración, mientras desplazo mis manos por mí cuerpo ahora sensible. Nunca antes he hecho esto – tomar mi cuerpo así. Nunca hubo un antes de Christian y cuando lo deje, mi deseo y corazón destrozado se quedaron con él.

Tu puedes hacer esto, mi diosa interna esta sonriendo, mientras me da animo.

Mi subconsciente susurra su desaprobación: a él no le va a gustar.

Pero él no está aquí, pienso con nostalgia. Paso mis manos por mis senos, pausadamente para sentir mis pezones endureciéndose, bajo mis dedos tímidos y exploradores. Suavemente circulo mis manos, sintiendo un hormigueo exquisito descubriéndose en mi vientre y mi ingle. Pellizco mis pezones ferozmente, ente mi dedo pulgar e índice, la dulce presión, produciendo un grito silencioso de mi garganta. Me hace querer más…

Ahora más atrevida, deslizo mi mano derecha en mis pantalones cortos de dormir, conectándose inmediatamente con el cable de alta tensión en mi sexo. Mi cuerpo se estremece, al recordar las sensaciones deliciosas que es capaz de sentir. Vagamente oigo mi propio suspiro cuando mi dedo circula suavemente mi clítoris.

Con mis ojos cerrados recuerdo su toque, sus dedos hundiéndose en mí, luego chupando y absorbiendo mi mar de deseo. Casi puedo sentir sus dientes en mi labio, mi quijada y su aliento caliente en mi ferviente piel. La otra mano está en mi seno, agarrando y apretando, mi pezón. Le envía un ritmo a toda marcha a mi mano derecha.

Ah! Su boca en mí, caliente y húmeda. La mirada de sus ojos mientras me observaba, cediendo en respuesta febril y me rindo – sin esfuerzo. Mi cuerpo se hace cargo, arqueo mi espalda. Todo se aprieta, haciendo mi cuerpo rígido, mientras el orgasmo se apodera de mí.

Soy una hoja de otoño cayendo de un árbol; suavemente una brisa me trae de vuelta a la tierra. Guao! No es Christian dándome placer, pero no fue menos increíble.

Recuérdame por qué hui de eso?! Ah, sí, mi estúpida inseguridad! Me digo a mi misma con el ceño fruncido. ¿Qué le voy a decir a él hoy? ¿Qué es lo que quiero?

En mi estado precioso, saciado y con huesos de gelatina, le doy vuelta a estos pensamientos en mi mente. Lo quiero de vuelta a él, admito a mí misma. Esa es la simple y pura verdad de todo. Nunca debí haberme ido, pero lo hice. No puedo cambiar eso, no importa cuánto lo quiera, pero no puedo negar que lo quiero de vuelta, de cualquier forma que pueda tenerlo. Sonrió mientras las palabras que él una vez me dijo flotan en mi mente. Quiero que me ame, y a nuestro hijo; y con eso la semilla de un plan florece lentamente.

Mi comprensión se reviste en acción. Es hora de un baño de belleza, lo mejor es lucir bien arreglada e irresistible. Además de una buena exfoliación por todos lados, debo afeitar mis piernas, y delinear mis cejas rebeldes. Viéndolo bien, me alegro que no termináramos devorándonos el uno al otro ayer. Piernas velludas, con ropa interior cómoda de algodón, no es la manera como se desata la pasión desenfrenada.

No más “uniforme-de-mami” alrededor de Christian. Estoy contenta que no podía decidir que ponerme para mi reunión propuesta, que termine trayendo dos de mis mejores vestidos.

Tus únicos dos vestidos, me recuerda miserablemente mi subconsciente.

La ignoro, tal vez tenga suficiente suerte y pueda cortarme el cabello, antes de encontrarme con él. Pasé por una peluquería en el lobby de abajo.

En frente del espejo del baño me encuentro completamente desnuda. Odio hacer esto conmigo misma, pero es hora de hacer una evaluación honesta. Estoy un poco entusiasmada, con un poco de miedo de ver lo que Christian vera cuando me mire. Ha pasado mucho desde que no me he mirado a mi misma – ¿Por qué habría de hacerlo? Gracias a Dios mi cuerpo sobrevivió bien al embarazo. Mis senos aun están bien y en su puesto, en todo caso, un poco más grandes. Ciertamente eso no puede ser algo malo.

Inclino mí cabeza de lado y continúo observándome. Mi estomago es casi tan plano como solía ser, pero no tan tenso. La cicatriz de la cesaría de emergencia, es apenas visible a través de mi vello púbico, la línea se ha desvanecido a un color rosa suave. Principalmente luzco igual, de acuerdo a mi ojo crítico ante mi reflejo desnudo. Supongo que es lo bueno de tener hijos a temprana edad. Siempre seré pálida, pero no me gusta la forma que mis ojos se ven grande y cansados, y los huesos de mis caderas sobresalen cuando estoy así de delgada. Necesito ganar algunos kilos para rellenar las curvas vacías.

Después de mi vigoroso régimen de belleza, voy a la cocina para empezar a hacer el desayuno para nosotros. Es apenas pasada las seis ahora, y Chris se despertará pronto, me pregunto qué dirá de su nueva habitación.

Justo en ese momento lo escucho “Mami, mamiiiiii!” el tono de ansiedad en su voz es compresible.

Con algunos pasos apresurados, llego a donde esta él, “Ey, mi niño grande. No te asustes, ¿Cómo dormiste?” mi voz calmanda-de-mami e instintiva ayudan a calmarlo.

“¿Qué pasó con mi habitación?” Su mirada es aliviada, pero sus ojos grandes por la sorpresa están mirando a los míos con confianza.

Me siento en la cama y lo abrazo. “Nos mudamos anoche, después de que te quedaras dormido amiguito. Tu abuela y yo pensamos que te gustaría más esta habitación”, sonrió, mientras el pone su brazo alrededor de mi cuello.

“¿Tiene algún animal?” se suelta de mi abrazo, mientras la emociones ilumina su rostro inocente.

Me rio, “No amiguito, pero tiene una televisión grande con Discovery Channel y algunos otros canales de dibujos animados!”

“Guao mami, ¿puedo ver?, ¿puedo ver por favor mami?” Y ya está corriendo a la sala de estar.

A regañadientes me levanto de la cama, siguiéndolo en su enérgico paso. Él corre alrededor, explorando cada rincón, finalmente, le da su sello de aprobación. Su sonrisa es amplia cuando ve la gran pantalla de tv, y a mí cambiando los canales por las alucinantes opciones.

Cuando se decide por Discovery, donde están pasando un programa de suricatos africanos me siento con él, mirando tv por unos minutos. Nos reímos juntos con sus travesuras divertidas, me deja con un sentimentalismo agri-dulce agarrando mi corazón. Quiero que Christian tenga esto – que comparta toda la diversión y amor que un niño puede traer. Quiero que Chris tenga a su padre.

“¿Estás listo para comer algo amiguito?” Le pregunto.

“No-oh” y su cabecita asentando es lo único que recibo de él. Esta totalmente admirado con la gran pantalla de televisión parpadeante con sus imágenes.

Justo cuando termino de poner la mesa, mi mamá hace su aparición con cara-de-sueño. Repentinamente cansada, me siento insegura de donde estamos después de la confesión completa de anoche. Le sonrió tentativamente, probando, y por un momento mi mamá solo me mira, con su inmutable cara tan-familiar. Mis nervios dan paso a la ansiedad, me obligan a preguntar, “¿Mamá, estamos bien?”.

“Ay cariño, yo he tomado algunas decisiones estúpidas en mi vida. Mi tercer esposo, probablemente la más grande” lo dice secamente y levanta su ceja arqueándola. “¿Quién soy para juzgar? Además nunca puedo molestarme contigo. Al menos tú tienes la oportunidad de tratar y arreglar el lio. Pero por favor,” una de sus manos descansa en mi hombro y la otra está metiendo un mechón de cabello detrás de mi oreja, “necesito que me prometas, que harás todo lo posible para hacer lo que es correcto!” Ella suena muy severa, su voz habitualmente suave es férrea y demandante.

“Lo hare mamá, de hecho, ya estoy trabajando en un plan” Le giño y sonrió, esperando que aligeren el estado de ánimo y pueda tranquilizarla.

“No va a ser fácil” Me advierte y sacude su cabeza con tristeza. “Lo que hiciste, es condenadamente casi imperdonable. Solo quiero asegurarme que sepas que tan importante es esto y no solo por ti” Sus ojos se mueven a donde se encuentra Chris felizmente inconsciente de esto.

“Lo sé mamá” La vergüenza llega rápidamente, coloreando mis mejillas, mi decisión precipitada empezando a llegar mucho mas allá de mis expectativas y me deja incomoda. ¿Hasta dónde va a llegar todo esto?

“Está bien, entonces” me dice, aun mirándome con recelo.

“Estoy casi lista con el desayuno, toma asiento. Te traeré algo de café” estoy dispuesta a alejarme de su escrutinio para reponerme.

Nos sentamos todos y disfrutamos de un placentero desayuno, principalmente por el dulce entretenimiento de Chris, contándonos las aventuras de los suricatos. Es difícil no ser arrastrado con sus grandes ojos abiertos por el entusiasmo.

Después del desayuno, hago una llamada a la recepción, con la esperanza de conseguir un corte de cabello de emergencia. Estoy impresionada de mi suerte; tal vez esto va a marcar un punto de inflexión para mí. Voy a mi cita a las 8:30, con un renovado sentido de optimismo.

Mi cabello es brillante y sedoso; veo las ondas caer a mí alrededor, me miro de un lado y del otro en el espejo de la peluquera. “Buen trabajo” Sonrió con aprecio a su reflejo. Cuando me dispongo a pagar la deuda, sufro un golpe de culpa. No debería estar gastando el dinero que no tengo.

Una carrera rápida me lleva de vuelta a nuestra habitación donde me cambio. Elijo un vestido blanco y negro con chal, con detalles sexis en color rosa y de manga japonesa. Es una mezcla de algodón/licra combinados, así que se ajusta en los lugares correctos. Es femenino, coqueto y justo por encima de la rodilla. Estoy agradecida que es de una marca de diseñador, a pesar de haberlo comprado en una venta de muestras.

Lo combino con unas sandalias de tacón, negras, delicadas con tiras y dejo mi cabello suelto en una melena salvaje alrededor de mi rostro. Brillo labial y algo de rímel completan mi look natural. Por lo menos me veo descansada y aun estoy ruborizada por la gloria de mi dulce-despertar en la mañana.

Mmm, debería hacerlo de nuevo, o mejor aún, hacer que Christian me lo haga…

Estás adelantándote mucho a los hechos, mi subconsciente me pone en mi lugar. Ella tiene razón por supuesto. Yo debería estudiar mis expectativas cuidadosamente.

Tomo prestado el perfume de mi mamá y lo rocío alrededor de mi. Es ligero y florar con un toque de aroma sexy. Sé muy bien que tan evocador un olor puede ser, el de Christian, debe ser una de las cosas más atractivas de él.

Sé que me veo bien por la reacción de mi mamá. Ella no me ha visto bien vestida en años. Ella me da un silbido de lobo y Chris aplaude con alegría “Mami, te ves bonita, como una princesa” él me abraza por mis piernas. Mi corazón se derrite; un gran elogio, ¿qué más puede pedir una mami?, alboroto su cabello y me agacho para darle un fuerte abrazo.

“Te ves hermosa mi vida, trata de no llorar, los hombres siempre se ponen nerviosos alrededor de una mujer llorando” Es la sabiduría de despedida para mi, mientras me dirijo a mi cita con el destino.

Es domingo, por lo que el tráfico es misericordiosamente ligero. Mentalmente paso por las cosas que quiero proyectar hoy. Quiero mostrar confianza, pero aun quiero mostrarle a Christian que estoy profundamente arrepentida. Quiero demostrarle que he cambiado, que soy más madura y capaz de manejar las cosas que él y la vida me presentan.

Quiero dirigir su auto-desprecio claramente y tratar de convencerlo de que, el feliz, despreocupado Christian que conozco está escondido en alguna parte. Aun no estoy segura de cómo manejar las preguntas sobre Chris, especialmente si él quiere conocerlo. Creo que tal vez tendré que calibrar su estado de ánimo en el momento y hacer un esfuerzo para ser tan complaciente como sea posible. Él es el padre de Chris después de todo. Espero fervientemente que haya superado lo peor del shock.

Más que todo, no quiero pelear con él. Voy a hacer un esfuerzo monumental para permanecer calmada y tratar de no llorar. A pesar de que he ocupado tiempo en mi apariencia para seducirlo, no quiero que nos apresuremos a ir a la cama, solo para lamentarlo más tarde.

Si todo marcha según lo planeado, tenemos que trabajar mucho, darnos tiempo de sanar, tal vez incluso empezar a salir como gente normal. Tal vez si no hubiésemos ido de cero a cien kilómetros por hora en dos segundos, como la última vez, no estaríamos en esta situación. Me siento reservadamente optimista, pero las mariposas en mi estomago están frenéticas.

El taxi es otro gasto no deseado, pero ¿qué puedo hacer? No había manera de que aceptará la oferta de Christian de mandar a Taylor a recogerme, su mirada de desaprobación es más de lo que puedo manejar en este momento.

Una vez que estoy en la acera en frente del Conrad, me aliso el vestido sobre mis muslos y tomo aire profundamente. El mantra que repito en mi cabeza es “la calma entra, los nervios fuera”. Entro al hotel y sigo los letreros al Bar en el piso 25. Cuando paso a través de la puerta de arco, la atracción familiar estalla en chispas mientras nuestras miradas se encuentran.

Mi corazón se detiene y continua, clavándome en el piso. Sus ojos grises, traicionan su sorpresa, posiblemente porque luzco muy diferente de ayer. Él en su impresionante estado habitual, con camisa de lino blanca y unos jeans perfectamente ajustados. Me siento ligeramente con más confianza y me sorprende la gracia con la que me muevo para encontrarlo.

Mi diosa interna está vestida sexy con ropa roja, recostada sobre un piano negro, cantando una melodía sexy, casi sin respiración. Sus ojos de habitación revoloteando seductoramente a él.

Él toma la iniciativa en nuestro saludo – para nada torpe como el de anoche. Pone una mano sobre mi codo y se inclina para besarme suavemente en los labios. Mi palma sube al encuentro con su pecho y lo siento ponerse rígido en respuesta, así que mantengo mi toque ligero. Nuestra reunión cautelosa da paso al asombro, cuando rápidamente una sesión de flashes me ciega momentáneamente. Cuando recupero mi visión veo por detrás a un hombre traje de mala calidad, batiendo su retirada rápida.

“Maldito paparazzi!” Christian grita con asco “Se podría pensar que en un sitio como este, estarías libre de esta basura de curiosos” sus ojos están nublados con irritación. Le toma un largo tiempo antes de que vuelva a mí.

Cuando lo hace su enfoque es intenso, fijándose en cada detalle “Te ves hermosa Anastasia” su voz es una caricia para mi nombre, una ligera ondulación marca su frente mientras voltea su cabeza de lado, como si estuviera tratando de visualizarme y leerme.

El rubor en mis mejillas no se compara con mi sonrisa tonta en agradecimiento. Mi subconsciente se ve violento, mirándome por encima de sus gafas. Colegiala!.

“Por favor, siéntate” Como siempre tan caballero que es, retira una silla de mimbre y me siento en el borde, mis tobillos entrecruzados y mi espalda derecha. Le sonrío y noto una curva de buen humor en su hermosa boca.

Nuestra mesa es pequeña, rodeada de cuatro sillas. Espero que él se siente en frente de mí, pero en su lugar se sienta en la silla contigua a la mía y yo elijo tomarlo como una señal. Una muy buena señal. Él descansa sus codos en la mesa y entrelaza sus manos enfrente de su boca, ligeramente pasando un dedo sobre sus labios. “Te ves relajada, incluso con un brillo especial”, él entorna sus ojos hacia a mí e inclina su cabeza de nuevo, asegurándose del color ruborizado de mis mejillas.

“Si no te conociera mejor, diría que tuviste sexo” tiene una sonrisa como de esfinge, indecentemente coqueta y extremadamente inquietante.

¿Qué c…? Espera un momento, esta conversación es indignante! Él debería ser reservado, formal, incluso tal vez estar molesto, pero en cambio me estoy enfrentando al Sr. Juguetón. Y otra cosa, ¿Cómo diablos lo sabe?

Inmediatamente mi sonrisa se cae junto con mis ojos que encuentran el suelo. No sé qué decir, “Yo… ummm” tartamudeo mientras me retuerzo en mi asiento, el rubor rosa de mis mejillas, se ha convertido en un rojo alarmante.

“Anastasia, ¿tienes algo que decirme?” Inmediatamente el Sr. Juguetón se transforma en Sr. Molesto. Su voz es suave y amenazante, sus ojos duros como la piedra. Aprieta su mandíbula, tratando de aferrarse a su desgastado temperamento.

Estoy jugando desesperadamente con la servilleta sobre mi regazo. Y se me ocurre que él debe pensar que he tenido relaciones sexuales con alguien. “No es lo que piensas!” le digo, ansiosa por corregirlo pero muerta de vergüenza. No soy lo suficientemente valiente para enfrentar su ira.
“Entonces me podrías informar. Tal vez no puedas recordar que yo estuve casado contigo. Uno no olvida el rubor en el rostro de su primer y único amor, después de obtener placer” Extrañamente lo que dice me parece algo romántico, pero sé por su tono que apenas puede contenerse, su sola mirada podría derretir los icebergs polares.

Maldita sea! Así no es como quería que se desarrollara esta conversación.

Veo como mi plan se viene en picada, estrellándose y prendiéndose en fuego. ¿Por qué siempre estoy a la defensiva con este hombre? Mi miedo por su estado de ánimo, me hace hablar “Ayer cuando nosotros…Yo estaba…” sacudo mi cabeza, la vergüenza roba mis palabras.

Por favor, por favor, ¿podemos retroceder? Pienso antes de que mi incomodidad se transforme en ira, ¿Quién demonios es él para decirme que puedo y que no puedo hacer? Él es quien desato esta bestia en primer lugar!

“Yo… Yo me toque…esta mañana…si quieres saberlo” mi tono es altanero, mi irritación clara y mi humillación completa.

Él no presta atención a mi tono “¿En serio lo hiciste?” suena sorprendido y echa su cabeza hacia atrás, mirándome con una sonrisa divertida en sus labios. “¿Por qué?” su voz ahora es suave, incluso blanda, sus ojos ardiendo con pasión.

Por Dios, qué vergüenza! “¿Qué quieres decir?, tu sabes el por qué!” digo y escondo mis ojos de nuevo.

Él me mira por un momento, uno de sus dedos largos golpeando cuidadosamente “Mmm sí. Supongo que lo sé” Gracias a Dios y recoge el menú y pasa las paginas con una indiferencia casual que me deja echando humo y un poco sin aliento.

¿Qué significa eso? Estoy tan fuera de mi lugar aquí.

Un mesonero aparece en nuestra mesa, asiente cortésmente en reconocimiento. Christian detiene mis pensamientos desenfrenados con una pregunta “¿Qué te gustaría comer Anastasia?”

En lugar de responderle a él, me dirijo directamente al mesonero y le pido una pequeña ensalada de frutas y un té English Breakfast. Estoy muy molesta para hablar con él en este momento.

¿Qué paso con ser complaciente y calmada? La voz de mi subconsciente está llena de sarcasmo. Espero que mi mirada penetrante en respuesta la haga retroceder.

Christian ordena una tortilla y un café, una vez que el mesonero nos deja, sus ojos vuelven a mí. “Dime Anastasia, ¿es eso un habito tuyo ahora, darte placer a ti misma?” sigue sonriendo, obviamente disfrutando mi incomodidad.

Gimo quejándome, ¿Puede abrirse la tierra y tragarme ahora? Tengo que cortar esta conversación por la raíz; me niego a tener esta conversación con él – Bastardo! Sus ojos se están riendo a pesar de mi obvia incomodidad – es indignante!

“No es que sea asunto tuyo, pero no, y no voy a discutir más este asunto” lo miro fijamente para enfatizar mi punto, mientras que mi estúpido y poco cooperativo rostro me traiciona, ruborizándose.

Trato desesperadamente de conducirnos en un nuevo tema. “Pensé que se suponía que íbamos a hablar de a dónde podemos llegar. Quería ver si podíamos trabajar en un acuerdo mutuo, pero parece que tu no lo estas tomando en serio. Para nada!” ¿Podemos por favor retroceder y volver a encaminarnos? Suplico en silencio.

Él levanta ambas manos en señal de rendición y se ríe de sí mismo. “Está bien, está bien, veo que esta mañana no estás de humor, vamos a seguir adelante con el asunto en cuestión, ¿de acuerdo?” Él está intentando mantener una cara seria, chupando sus mejillas para parar de sonreír.

¿Qué le está pasando? ¿Ha perdido la cabeza?¿Por qué coño está tan feliz?

Estoy completamente perdida. Estaba esperando muchas cosas hoy: ira, la furia incluso, resentimiento, un montón de conversaciones serias y posiblemente un poco de arrastre de mi parte, pero no estoy preparada para mi cincuenta juguetón. Abro mi boca para hablar, pero la cierro de nuevo, el sonido trayendo su atención de nuevo hacia mí.

Tanto, para los mejores planes!

Un destello de preocupación para por su rostro cuando ve mi expresión, “Anastasia, ¿qué pasa?” me alcanza a través de la mesa y pone una cálida y confortante mano sobre la mía.

“¿Qué pasa preguntas? ¿Qué pasa?” Mi voz incrédula sube de tono, casi un silbido. Suelto mis manos lejos de su control, agitándolas al instante “Ayer, tuve el shock de mi vida, encontrándome contigo así, y estoy segura que fue un shock para ti también. Sin embargo, te sientas, bromeando y…y coqueteando conmigo como si nada hubiera pasado!”

Me mira con desaliento, sus parpados bajando para ocultar la emoción en sus ojos. Sus manos se deslizan sobre la mesa, regresando a su silla, se recuesta. “¿Qué más quieres que digamos? Ambos fuimos increíblemente estúpidos. Yo te falle a tu en muchos niveles y tú te fuiste, alejando a mi hijo de mi.”  Su tono es seco y su expresión es grave, ya que resume nuestro pasado en una pequeña frase, pero para mí está claro que él aun no entiende.

Me doy cuenta que su auto-desprecio está jugando a mi favor ahora. Siente obviamente que ambos somos igual de culpables y si ese es el caso, le resultará mucho más fácil de aceptar mi decisión errónea y perdonarme. Tal vez es por eso que está tan feliz, él piensa que podemos dejarlo de lado y empezar de nuevo. Él claramente lo quiere también; no estaría coqueteando conmigo, si no tuviera interés en una reconciliación. ¿Puedo usar esto? ¿Puedo usar su quebrantamiento para arreglarnos?

Tanto mi diosa interna como mi subconsciente están sacudiendo sus cabezas. Un momento raro en completo acuerdo. No, yo hice esto, yo tengo asumir la responsabilidad.

Recojo mi ingenio y trato de formular una declaración clara y concisa para penetrar en el fondo de su auto-desprecio, que evidentemente todavía empaña su cerebro. “Christian, yo siento que tu aun no me has escuchado” Mi voz es tranquila y determinada, mientras lo insto a que siga la línea de lo que pienso. “Yo fui incapaz de ver lo que teníamos, no dudosa, no insegura, si no incapaz,” Enfatizo la última palabra, asomándome para ver su respuesta.

“Fueron mis problemas, mis inseguridades derivadas de no creer en mí misma. Tal vez si hubiese hecho algo para ganarme tu amor, me habría sentido más capaz de aceptarlo” bajo la mirada a los dedos inquietos en mi rezago, ocultando el dolor en mis ojos. Me obligo a respirar contra la corriente; No voy a llorar, no voy a llorar.

“Por el amor de Dios Anastasia! Entonces, es así, de nuevo. Tu eres la que no está escuchando!” Golpea con el puño la mesa y los cubiertos protestan saltando de sus lugares trazados, sus ojos brillan con furia. “Hoy, encontrarnos aquí, tratando de aligerar el ambiente, estaba tratando de darnos un descanso! De tomar mejores decisiones, de eso es de lo que deberíamos estar hablando. Pero si estas decidida a sacar a relucir el tema, vamos entonces! Ambos cometimos errores, pero sigo manteniendo que el mío fue mayor que el tuyo.” Él pasa una mano por su cabello, tratando de manejar su angustia.

Madre mía! Esto no es una competencia! Me quedo boquiabierta, mi mandíbula casi tocando la mesa. ¿Cómo sigue él con esto? Maldigo su auto-desprecio.

“Aquí es donde tu intelecto agudo te decepciona” Sus ojos fríos perforan los míos, grises sobre azules hielo.

¿Qué?!

“Tu todavía no ves el efecto que tienes sobre mí. Tú dices que no me querías convertir en algo que no era, refiriéndote por supuesto al hecho de que tú no me permitiste que te golpeara hasta la mierda castigándote en mi sala de juegos” Su tono es de mando, trayéndome de vuelta, forzándome a tomar nota y escuchar con atención.

“Entender Anastasia, que golpear y castigar a mujeres era una manera para mí de lidiar con el fracaso de la puta drogadicta por protegerme. Que la ira y el dolor necesitaban una salida y ese era un medio para un fin. Pero a medida que crecía mi amor por ti- algo que nunca creí que era posible para mi” en su boca aparece una mueca torcida, “y empecé a ver que tú me amabas. Empecé a tener la esperanza que tal vez, era digno de ser amado. Tu amor eclipso la ira y el dolor, y por primera vez, sentí que podía dejar el pasado atrás” Puedo ver la manzana de garganta moverse arriba y abajo mientras traga, ordenando sus pensamientos. La atmosfera es tensa, pero estoy atenta a cada palabra.

“Tuve que atar a las mujeres si quería estar cerca de ellas, no podía soportar si me tocaban, pero tu toque era diferente, me hiciste quererlo – anhelarlo. Me hiciste desear el sentir tus manos moviéndose por toda mi piel, sanando, otro asunto con el cual pensé que debía vivir por el resto de mi vida. Hiciste de mi cuerpo destrozado, uno entero en conjunto” Su mirada es medida y constante, mirándome mirándolo. Tengo mucho deseo de consolarlo, de perderme en él, pero no quiero interrumpir.

Él va a ir por cada punto, como lo solía hacer antes, como cuando estábamos hablando por primera vez de su contrato bizarro. “Cuando compartí mi cama contigo, no tuve ninguna pesadilla, mi sueño no fue perturbado por recuerdos horribles” Es su turno de bajar la mirada y por un instante se vuelve pensativo.

“Eso mi querida Anastasia, es lo que tú hiciste por mí. Por lo tanto, no sé si eso se ajusta a tus parámetros de “hacer algo para ganar mi amor” pero, por lo que a mí me concierne, fue mucho más de lo que jamás me atreví a tener esperanza” Su absoluta sinceridad tiene el efecto de desarmarme, robando mis barreras de defensa. “Cosas que miles de dólares en terapia,” agita su mano con desdén “y un estilo de vida BDSM cuidadosamente planeado jamás pudieron hacer”.

“Oh Christian”, me quejo, y nuevas lágrimas queman detrás de mis ojos. Al oírlo decir estas cosas en voz alta, todo tiene sentido. Por un lado me hace sentir fantástica, sabiendo que le pudiera dar tanta esperanza y paz, pero por otro lado, quiero patearme a mi misma por no verlo antes. Estaba tan atrapada en mis propias inseguridades, que perdí de vista todo.

Correctamente identifica el entendimiento en mis ojos “Así que ahora ves, nunca renuncie a nada por ti Anastasia. Nosotros crecimos como pareja; ambos nos comprometimos en el camino y encontramos un nuevo camino. Nuestro propio camino. No creo que mi naturaleza posesiva, controladora y celosa va a cambiar nunca, y aun me gusta ver a la gente que amo protegida y comiendo adecuadamente” una sonrisa sarcástica aparece en sus labios, “pero dentro de todo, yo era mucho mejor contigo” Su barbilla apuntando en mi dirección, mientras el busca mi rostro, su mano lentamente toma de nuevo la mía. Esta vez complazco con gusto e incluso más gentilmente pasa su pulgar sobre mis nudillos.

Con esta nueva perspectiva y nueva visión, veo el momento donde perdí la marca, mis inseguridades remplazando la información que debería haber sido obvia. Aun no estoy de acuerdo que nada de esto es su culpa, y es más claro que nunca que mi lugar es junto a él. Que lo merezco. Tal vez necesitaba pasar por este bautismo de fuego, de angustia, de un corazón roto, con el fin de entender lo que se siente para alguien más sentirse entero de nuevo.

Tomo una respiración profunda y fortificante, preparándome para lo que quiero decir, distraídamente correspondo su caricia. “Te quiero de vuelta”

Link para el capitulo 5

 

22 thoughts on “Capitulo 4

  1. fanny rebellon says:

    Que increible Keremy, se me hizo corto es divino este capitulo, el poder leer los pensamientos de cristian su sentir y ana ella es demasiado buena gente, pero su inseguridad es demasiada, te felicito amiga maravillosa traduccion. y ya te vi por la pagina de sirocco pero es mejor que hables directamente con ella asi pone tu trabajo en un recuadro como las demas, los viste, ves que variedad de historias se ven alli? es increible verdad? sirocco te ayuda son un grupo de muchachas, son fantasticas y tiene la historia la LA LLAVE DE SU DESTINO es muy buena, si tienes tiempo dale una ojeada yo ya te he recomendado con algunas fans de grey pero trabajan y leen por raticos asi que de apoco vas a ir ganando fans, un beso amiga de tu segura admiradora y lo mismo para monique .

    Like

  2. Michella says:

    Woooow

    Like

  3. uff que emoción,me encanta tu trabajo Keremy.Para cuando el siguiente?

    Like

    • KereCB says:

      Que bueno Yolanda!
      Me alegra mucho que te guste, yo soy solo una mediadora, la historia maravillosa nos la ha regalado la bellisima Monique.
      Estoy trabajando en el proximo capitulo, para finales de la semana que viene creo que estarà listo.
      Un abrazo

      Like

  4. fanny rebellon says:

    hey keremy sirocco que le escribas al correo sirocco 968@gmail.com. quiere hablar contigo ya con este son 3 mensajes que te he dejado, cualquier cosa me avisas plis.

    Like

  5. Ericka says:

    Me engañaron con el primer capitulo, pense waaoo me gusta q son bien largo!! Pero solo fue una ilucion. Jajajaajja Me encanta. 😀

    Like

  6. […] Da click aqui para leer –> via Capitulo 4. […]

    Like

  7. Felia says:

    Te felicito me encanto como escribiste este capitulo, como desnudaste el interior de christian. A seguir leyendo que esta buenisimo

    Like

  8. Martha Liliana says:

    Genial el capitulo!!! la forma como Christian le hace ver a Anna como ella cambio su vida….me encantó.

    Like

  9. andrea valenzuela ulloa says:

    muy bueno me entusiasme pense que ningun fic me gustaria pero el es el y lo adoro

    Liked by 1 person

  10. Claudia Henao says:

    Que angustia, me encanta. Gracias Keremy excelente traducción

    Liked by 1 person

Leave a reply to Fan Fiction de Monique Lain. Meander Capítulos 3 al 12 | Kere CamBi Cancel reply