Capitulo 44

A medida que nuestra conversación se termina me siento aliviada de saber que todavía estoy autorizada para ir a trabajar siempre y cuando Chris y yo vayamos con Christian y nuestro anillo de seguridad, que aparentemente pronto incluirá una guardia especial mujer para mí. Nunca podre acusar a Christian de no considerar cada ángulo pero, estoy agradecida más por la sanidad mental de Chris que de la mía. Sus necesidades de estar rodeado de amigos y él adora la guardería de GEH. Christian me lleva caminando a la habitación de Chris donde encontramos a Gail y Chris jugando su nuevo juego favorito. Un versión para iPad del juego de La Vieja, llamada Mu-Vieja que muestra una linda vaca y un cerdito en lugar de los tradicionales O y X, y Chris se está volviendo un experto rápidamente.

“Mami, papi vencí a la Sra. Taylor” él canta con emoción cuando nos ve de pie en la puerta.

Gail sonríe, su sonrisa brillante con un toque de orgullo. “¡Lo hizo! ¡Pequeño niño inteligente!” exclama antes de arrastrarlo cerca para darle cosquillas.

Su amor listo y la aceptación de ella para Chris calientan mi corazón. No puedo evitar preguntar si hay una historia a su falta de hijos. Tal vez la hija de Taylor es suficiente para ella, pero de alguna manera lo dudo. Ella es tan buena en esto, tan educativa. Ella debe haber pensado haber tenido un hijo propio. Christian no necesita invitación para unirse a ellos en la alfombra, haciendo un show de desgarrarlo de los brazos de Gail como si ella fuera un monstruo y él tiene que salvar a Chris. Se ríen mucho cuando Chris esta finalmente libre, luego se esconde detrás de Christian. Cuando Gail se abalanza hacia él, haciendo un ruido de monstruo, él corre para agacharse detrás de mí.

“¡Sálvame mami! ¡Sálvame!” grita, jadeando de la emoción por la diversión.

Incluso Taylor se ríe cuando viene a buscar a Christian, pero su innegable nerviosismo limpia rápidamente las sonrisas en los rostros de los adultos. Chris solo es ajeno a esto, mientras Christian sale para resolver cualquier crisis que ha llegado a interrumpir su precioso momento familiar.

“Me tengo que ir campeón. Sé un buen niño y cuida de tu mami y de la Sra. Taylor” él juega con el cabello de Chris antes de irse caminando por el pasillo, ya participando en una conversación en voz baja con Taylor. Con los hombres que se han ido, Gail y yo compartimos una mirada, la siempre presente inquietud tacita entre nosotras antes de envolver a Chris en otro juego. No mucho tiempo después, Gail se disculpa y yo me quedo jugando con Chris y su Lego, y la promesa de una visita al café Playdate mientras voy a ver al Dr. Flynn esta tarde. Me siento con él mientras construye una cosa creativa a la que él llama cohete-castillo mientras yo reviso otras de las notas de Julie, haciendo los cambios que no siento la necesidad de discutir. Me encanta que desde ya tengo este tipo de relación con ella fácil-de-llevar con una comunicación honesta y abierta. Concentrarme en mi libro ayuda a mi mente a no pensar en Christian y Taylor en el estudio. Espero que pueda averiguar el último drama cuando almorcemos en una hora. Cuando le envío por e-mail mis dos capítulos revisados a Julie, mi Skype anuncia que tengo un mensaje de Kate.

*Hola Ana.

Estamos con ganas de ponernos al día pronto y conocer a tu pequeño chico. Vamos a llegar el sábado por la mañana pero vamos a tomar el día para hacer siesta – ¡las zonas horarias apestan! Elliot mencionó que Christian ha estado en contacto para planear una salida a navegar. ¿Qué te parece el domingo?

¡Hurra! Aplaudo con entusiasmo, el sonido atrayendo la atención curiosa de Chris, que se escabulle en mi regazo para ver lo que estoy haciendo.

“Hey bebe” beso la parte de atrás de su cabeza antes de empujar su cabeza un poco a la derecha para poder ver la pantalla. “Esta es una carta de la amiga de mami, Kate. Ella está casada con el hermano de tu papi, Elliot y ellos vendrán a visitarnos el fin de semana”

“¿Puedo hacer una carta para tu amiga?” pregunta pero desde ya sus pequeños dedos están presionando una nota ilegible para ella.

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Seguro amiguito” sonrío, preguntándome que pensara Kate de sus jeroglíficos, “Bien hecho cariño. ¿Qué dice?”

Inclinando su cabeza hacia un lado trata de descifrar sus propios garabatos, “Querida amiga de mami. Me gustan los juguetes, el chocolate y la pizza. Mami es feliz. Mi nombre es Chris”

Me rio, envolviéndolo en mis brazos, “Ese es un buen mensaje. Ayuda a compartir cosas sobre ti cuando quieres que las personas te conozcan.”

El toque sutil para regalos es doblemente precioso porque es tan inocente. Volteando su cabeza, me sonríe, luego se voltea a la pantalla cuando suena de nuevo.

*¡LOL! Supongo que es él ahora. Te apuesto cinco dólares a que está sentado en tu regazo curioso… ¿Cómo estás hombrecito?” *

“¿Que dice mami?” apunta a la pantalla, pasando sus dedos a lo largo de las últimas palabras de Kate.

“Ella dice que puede ver que el mensaje es tuyo y que quiere saber cómo estás” le explico, sorprendida por lo conmovida que estoy por la interacción entre nosotros tres.

“¡Oh! ¡Oh mami, dile que tengo un cohete-castillo!”

Deslizándose de mi regazo, se dirige de vuelta a construir de su cosita imaginativa nave-espacial – el mundo de la mensajería instantánea conquistado en su mente de cuatro años. Sonriendo, sacudo mi cabeza ante su capacidad de concentración corta antes de regresar a Kate.

* ¡Adivinaste! Él está muy bien. No puedo esperar para verte y el domingo suena perfecto para ir a un paseo de vela. Voy a preguntarle a Christian y te confirmo. ¿En dónde se estarán quedando? *

* Nos estaremos quedando con Grace y Carrick. Puede que tengamos algunas noticias… *

* ¡LOL! Supongo que me vas a torturar – reteniendo tus noticias hasta que te vea. *

* ¡Sí! *

* ¡Muchas gracias amiga!*

* Considéralo como un seguro para que no te nos vuelvas a ir J *

¡Ouch! Pienso al principio luego me doy cuenta rápidamente de que ella ya está bromeando sobre mi estupidez espectacular, estamos mucho más cerca del perdón que tanto anhelo de su parte, muy bien en nuestro camino de nuestra vieja amistad. Confía en Kate para allanar el camino para nuestra primera reunión con una broma que podría ser inapropiada y sarcástica para cualquiera menos para ella.

*Considérame arraigada.

Gracias Kate. *

Mi corazón sufre una contracción dolorosa antes de que se hinche con amor por mi querida, querida amiga. He extrañado nuestra amistad, esa conexión que tienes con alguien que te conoce bien, alguien con quien compartes una historia – más aún porque, aparte de Flynn y tal vez Taylor, ella es la única persona que sabe los detalles del inicio entre Christian y yo.

*De nada. *

Solo tengo que hacer pocos halagos para lograr que Chris abandone su proyecto de construcción para llevarlo a almorzar. En nuestro camino a la cocina nos asomamos a la oficina en casa de Christian para arrastrarlo lejos de su escritorio. Me sorprende cuando se nos une fácilmente; cerrando su laptop con una sonrisa feliz cuando nos ve.

“Esto es un buen cambio Sra. Grey” susurra en mi oído mientras desliza un brazo alrededor de mi cintura.

¿Ah?

Sonriendo ante mi expresión de confusión, bromea, “Tu, comiendo sin ser impulsada”

¡Pff! Desecho su afirmación ridícula. “¡Yo como!”

Mi replica áspera se encuentra con el sonido de una palmada en mi trasero, que me tiene aullando y riendo, sin mencionar agradecida de que Chris ya se ha adelantado corriendo para reunirse con Gail.

El mostrador de la cocina es una explosión de colores. Gail se ha superado a sí misma con dos ensaladas que lucen deliciosas, brochetas de fruta fresca, un pan integral recién horneado y su famosa salsa de tres frijoles. Por su bien, me muerdo una broma sobre la falta de grasa y azucares, claramente ella solo está siguiendo órdenes de mi esposo, prepotente y listo-para-un-bebe.

Christian me sonríe cuando lanzo una mirada de nostalgia hacia la nevera pero al menos él tiene la decencia de no tomar vino. Durante el transcurso del almuerzo me tomo un momento para apreciar el momento en familia, disfrutando de las bromas ligeras entre Christian y Chris.

“¿Cuál es plan para esta tarde?” pegunto, refiriéndome a mi cita con el Dr. Flynn. “Chris está muy entusiasmado por su salida”

“Iremos con la seguridad, Collins puede ir contigo y Carl y yo nos quedaremos con Chris. Tu nos puedes encontrar allí cuando termines.”

Escondo mi sonrisa frunciendo mis labrios. El pensamiento de Christian en un parque infantil de juegos es hilarante. Ya me puedo imaginar a los niños salvajes, gritando y corriendo alrededor mientras sus madres agotadas esperan tomarse un descanso para hacer la vista gorda ante sus hijos traviesos. Casi siento pena por perdérmelo.

“¿Estás seguro?” no creo que tenga una idea de lo que está a punto de meterse.

“Si, ¿Por qué no?” se voltea hacia Chris, “Hey amiguito, ¿quieres ir con papi al parque de juegos?”

“¡Yupi!” grita Chris.

Saltando de su silla, abraza a Christian alrededor de la cintura antes de saltar fuera de la vista para irse a jugar. Veo como Christian le sonríe, luciendo complacido. Ay hombre. Espero por el bien de ambos de que Christian se comporte. Me puedo lo puedo imaginar desatando a Carl para que se convierta en el acosador del parque de juego. Christian será un chisme interesante entre las madres merodeando en el Café Playdate. El increíblemente apuesto multimillonario con el fornido guardaespaldas van a lucir tan fuera de lugar que van a atraer algo de atención. Dejando de lado mis preocupaciones, me consuela que un pez gordo CEO como él no va a tener problemas en navegar los peligros de los grupos sociales del parque de juegos.

Con Chris fuera del alcance del oído puedo hablar sobe el paseo en vela. “Kate me envió un mensaje. Ellos llegan el sábado. Están entusiasmados por ir a navegar el domingo. ¿Todavía crees que deberíamos ir?”

Su mirada se oscurece, “Estaremos bien con la seguridad. Puede que haga que Taylor nos siga en el bote rápido” presionando sus labios, estudia la propuesta. “Sí, creo que haremos eso” dice entre dientes, más para sí mismo. “Esperemos que el clima este bien, odiaría decepcionar de nuevo a Chris”

Enlazo mis dedos con los suyos que están sobre la mesa. “Me encanta que estés emocionado por llevarlo. De hecho, ya puedo ver que se convertirá en un hobby padre e hijo, pero él necesita aprender a tomar la vida como viene, lo bueno con lo malo.”

Mirando hacia arriba, me da una sonrisa melancólica “Lo sé. Solo que es difícil verlo triste. Nada me hace más feliz que verlos a ustedes dos felices.”

Él cubre nuestros dedos entrelazados con su mano libre, el gesto dulce y tierno pero siento el cambio en su estado de ánimo.

“Es lo mismo para mi” confirmo, mirando a nuestro sándwich de manos.

En un esfuerzo por aligerar el estado de ánimo, no puedo resistir hacer algo que no he hecho desde que tenía tal vez diez años. Con mi mano libre doy un golpe fuerte sobre nuestra pila, provocando primero un grito ahogado, luego una sonrisa de él cuando se da cuenta. Él sigue el ejemplo, poniendo su mano desde el fondo de la pila, la chispa brillante en sus ojos iluminándose con intensión malvada. Él golpea hacia abajo sobre la mía – fuerte, el sonido fuerte como una palmada húmeda. Yo grito por la picadura, luego me rio por su competitividad cuando tomo mi turno, poniendo todo mi peso sobre el golpe. Vamos rápido y más rápido; la parte posterior de nuestras manos rojas cuando nos disolvemos en un ataque de risa.

“Me encanta ese sonido”  dice Christian, su expresión volviéndose seria de nuevo, desmintiendo sus palabras felices.

Rápidamente mi sonrisa se desvanece al igual que mi corazón toma un ritmo preocupado. “¿Qué pasa?”

Sacudiendo la cabeza, desliza una mano por su cabello, su cuento agitado sin ser un buen presagio, “Algún maldito imbécil hizo seguimiento de la historia de la inauguración de la comisión de la ONU, y salió al aire hoy, es noticia a nivel nacional.”

Oh “Pero pensé que la ONU había retirado el material de internet. ¿Qué tanto podría él haber encontrado?”

Christian levanta una ceja hacia mí, “Internet es un lugar muy difícil de limpiar. Las personas descargan cosas; las guardan en sus discos duros. Una vez que está allí afuera es casi imposible recuperar cada copia. La transmisión fue cortada, entonces si él se apoderó de las imágenes seria la misma parte que tu viste pero, para un buen reportero eso sería más que suficiente para ver que el comunicado oficial de prensa era una versión muy edulcorada de la verdad.”

“Está bien” digo, “¿En dónde nos deja eso exactamente?”

“Bueno, aparte del dolor de cabeza por la prensa acampando en nuestra puerta por el futuro previsible, ellos no se van a apegar a los detalles de la historia original. Se les paga para mantener una historia como esta, viva así que cualquier cosa, sin importar lo trivial, nos criticaran. Odio que nuestro negocio y nuestra vida privada sean salpicados en todos los titulares.”

Pensando en el circo mediático que fue nuestro anuncio de boda la primera vez que nos casamos me recuerda lo malo que podría ser. Odiaría tener que moverme a través de la multitud de reporteros bulliciosos que dirían casi cualquier cosa para tener una reacción de ti. Y ellos no solo se abalanzaron en contra de Christian y yo – toda nuestra familia y amigos fueron presa fácil de su despiadada persecución para conseguir cualquier información sobre nosotros.

Después de empujar hacia atrás mi silla, cierro la distancia entre nosotros, balanceando una pierna sobre su regazo para ponerme a horcajadas sobre él. Entiendo eso, en el corazón de este asunto, se encuentra su preocupación por nosotros. Christian está acostumbrado al escrutinio de los medios, y la mayoría del tiempo no le importa ni un poco lo que publican, pero tan pronto y se involucre a sus seres queridos, su sobreprotección natural va a toda marcha.

“Sé que vas a manejar esto tan competente como siempre lo haces y todo lo que necesites de mí, lo tienes”

Él besa mi nariz mientras coloca sus brazos alrededor de mi cintura, “Solo necesito tu paciencia nena, mientras esperamos a que esto pase.”

“Está bien” le confirmo antes de olerlo profundamente, mi cabeza bajo su barbilla.

Christian aprieta nuestro abrazo, presionándome más cerca mientras sus dedos pasan a través de mi cabello.

Se siente como una eternidad cuando vuelve a hablar de nuevo, trayendo algo nuevo, “Creo que encontré un profesor de piano para Chris”

Me alejo de su pecho, no me sorprende y sonrío, “¿De verdad? Eso es genial. Será tan bueno para él. ¿Es alguien que conoces?”

“Es un amigo de Mia. Tiene formación clásica – nada menos que en Julliard,” me regala una sonrisa traviesa en un guiño, “Pero él toca en una banda de rock. Las clases son una actividad secundaria mientras espera por su fama y fortuna. Según Mia él es genial con los niños, tanto, que tiene una lista de espera.”

No puedo evitar devolverle su sonrisa, sorprendida ante las puertas que el dinero y la influencia pueden abrir. “Excepto, por supuesto, para tu hijo”

Completamente indiferente por saltarse la cola en la lista, se encoge de hombros, “Mia hizo una buena referencia de nosotros”

Paso mis dedos por su pecho, mirándolo fijamente a través de mis pestañas, “Entonces, ¿tu vas a estar de acuerdo con que un joven rockero esté en tu casa con tu hijo y tu esposa?”

Los ojos de Christian se arrugan en los extremos, su actitud al instante de cuidado, “¿Qué estás tratando de decir Sra. Grey? ¿Tengo algo de qué preocuparme?”

La quemadura del rubor enciende mis mejillas. Retrocediendo un poco le doy el eufemismo del año “¡No! Por supuesto que no pero, tú mismo lo admitiste. Tu puedes ser un poco celoso algunas veces”

Quejándose, él agita mis palabras con un ademan desdeñoso de su mano. “Él es demasiado joven para ti y créeme, si él no sabe su lugar, estaré más que feliz de enseñárselo”

Mmmhhh, eso es exactamente lo que me preocupa, pero lo dejo así. Tal vez no le estoy dando crédito suficiente a Christian. Estoy constantemente alrededor de Taylor, Collins y Carl – a menudo sola, y él lo maneja muy bien – en su mayor parte.

El resto de la tarde pasa rápido, y antes de que me dé cuenta, es hora de ver al Dr. Flynn. Justo como Christian lo predijo, nos encontramos con un puñado de periodistas, a la espera como una manada de lobos, ansiosos para el festín de incluso hasta la más pequeña pizca de información. Señalo algo al otro lado del auto para despistar la atención de Chris lejos de ellos, mientras Christian murmura algunas palabras bien escogidas en voz baja molestamente. Collins pisa el acelerador, dejándolos atrás rápidamente, luego se dirige al Café Playdate para dejar a los chicos. Pensando sobre lo que podría salir mal en su cita de juego, de repente me siento obligada a prescindir de algunos consejos útiles. Cuidadosa de no herir el orgullo de Christian repaso las reglas con Chris durante el trayecto, esperando que Christian las aprenda durante el proceso.

“Amiguito, ¿recuerdas las reglas para cuando jugamos con otros niños?” le pregunto, confiada de que mi insistencia constante lo tendrá a él recitándolas de memoria.

“¡Mamiiiiii!” se queja, deteniéndose de inmediato cuando ve mi cara de no-juegues-conmigo.

Sopla el flequillo de su cabello, exasperado luego repasando la lista con una voz cantarina, “Compartir, ser agradable, no agarrar, no comer mucha comida chatarra”

Christian y yo nos reímos, “¡Bien hecho bebé!” le alabo.

Con un gran beso y un abrazo los dejamos en la entrada del café mientras mantengo mis dedos firmemente cruzados.

X

Collins me escolta derecho a la puerta de Flynn, luego me deja en las manos del buen doctor. Yo esperaba que revisara la oficina de John pero en su lugar, toma asiento en la sala de espera, acomodándose para esperar el final de mi sesión.

“¡Ana!” exclama John, dándole un rápido apretón a mis hombros antes de señalarme una silla, “Es maravilloso verte. Luces muy bien. Prefiero mucho más el contacto personal que las sesiones de Skype que hemos estado teniendo.”

“Gracias Dr. Flynn,” sonrió, igualmente feliz por verlo, incluso si eso significaba de que iba a tener un puñado de mi culpa persistente y la inseguridad quebrantada que me mantiene arrastrándome bajo una corriente de dudas, “Es bueno verte también”

Una vez que cruza su pierna para hacer un lugar de descanso para su tableta, se voltea hacia mí, esa sonrisa genial junto con su conducta de marca registrada, calmada, que al instante me hace que me sienta a gusto.

“Entonces Ana, ¿de qué vamos a hablar hoy?”

Después de llenar mis pulmones con una respiración de aire limpio, le hablo sobre la conversación que tuvimos Christian y yo esta mañana, concentrándome en la parte donde automáticamente yo asumí lo peor.

“Ah sí,” dice, el entendimiento iluminando su mirada compasiva y brillante.

Pensativo, da golpecitos con su lápiz a su barbilla, “Me alegra que lo hayas mencionado. Eso me dice que ves la tendencia a la superficie de tu comportamiento.”

Haciendo un bufido burlonamente, le levanto una ceja, “Si por tendencia quieres decir que yo hago cosas estúpidamente imposibles, porque parece que no puedo ver mi propio valor, entonces sí, si lo hago.”

Mis palabras suenan más duras de lo que me propongo, la rabia que albergo para mí, obviamente atacando más profundo de lo que imaginaba en el agua turbia de mi subconsciente. La cabeza del Dr. Flynn se sacude hacia atrás, claramente sorprendido por mi arrebato y el hundimiento de mi corazón. ¿Qué tan jodida estoy si me las arreglo para sorprender a mi terapeuta?

“Si, eso es lo que quien me refiero, aunque no lo hubiera puesto de esa manera.” Su boca se curva con una pequeña sonrisa, sus ojos mostrando amabilidad. “Pero, estoy un poco preocupado por la ira que cargas contigo Ana. Una mujer inteligente como tú debes seguramente ver que tan negativamente impactará eso en tus sentimientos de culpa.”

Mirando hacia abajo encuentro una pieza inexistente de pelusa y la quito de mi falda. “Si doctor, solo que no se qué hacer al respecto”

Mis emociones están por todo el lugar, deslizándose de un punto a otro en juego maniático de pinball. En primer lugar la ira, y ahora estoy limpiándome esas estúpidas lagrimas.

“Es por eso que estás aquí Ana, y déjame asegurarte de que el reconocimiento del problema es una parte larga de la batalla ganada. Imagine tratar de arreglar algo en un paciente que no ven que ellos tienen un problema, para empezar.”

Como el profesional consumado que es, él me tiene sintiéndome mejor en un instante. Su forma sutil de destacar lo bueno y suavizar los golpes de las cosas feas, compensa el dolor de esas emociones negativas maravillosamente. Hace mucho más fácil abrirme hacia él. Presionando mis labios, asiento con la cabeza y le digo que estoy bien.

“Quiero ahondar en eso de que tienes una visión tan perjudicial sobre ti. Vamos a empezar por mirar en lo que el mundo ve cuando te miran a ti. En el pasado, ¿Qué cosas como cumplidos tienen las personas sobre ti, amigos o extraños, que te dijeran sobre ti?”

Mis mejillas se calientan en las manchas rojas, mi mirada se cae como si pesara tanto como el plomo.

“Uhm… No lo sé” murmuro, encogiéndome de hombros una vez.

¡Maldito psiquiatra! Pienso cuando mis palabras se encuentran con su silencio paciente. Puedo sentir su voluntad desde donde estoy sentada. De ninguna manera va él a dejar pasar esto; él va a esperar hasta que le dé algo. Aclaro mi garganta, molesta conmigo misma por llevarnos hasta aquí.

“Lo que Christian, mis padres y amigos dicen realmente no cuenta. Ellos me aman. Ellos tienen que decir cosas buenas de mi”

Me estremezco de escuchar la oración en voz alta. Sueno nada más y nada menos que como una loca de mierda, insegura con un buen toque de infantilismo para buena medida. Afortunadamente el Dr. Flynn continua su paso. Estoy casi sorprendida cuando él no me da un golpe en la cabeza con un martillo inflable.

“Independientemente de que si tú sientes que ellos se sintieron obligados o no, vamos a jugar el juego de todos modos.”

Me cuesta todo lo que tengo para no poner los ojos en blanco, “Bonita, inteligente. Ya sabe; ese tipo de cosas” Haciendo un movimiento de balanceo con mi mano para indicar los sinónimos que irían con esos términos.

El Dr. Flynn asienta con la cabeza, observándome con los ojos entrecerrados, “Está bien, vamos con esos ejemplos pero, no creas que no sé que son los elogios menos calificados que te han dado. ¿Estoy en lo correcto en asumir que las instancias a las que te estás refiriendo son solo de Christian o familia y amigos?”

Guao. Él no me da ni un centímetro. Su vinculación precisa trae un calor más caliente a la cara.

“Si” confirmo con un hilo de voz pero, luego de sentirme indignada explico, “los extraños por lo general no se me acercan con una lluvia de elogios”

“Espero que no estés siendo deliberadamente obtusa Ana. Las personas usan más de una forma para comunicarse. Un extraño puede que no venga y te diga que le pareces atractiva pero hay otras señales sociales que nos dan una idea de lo que la gente piensa de nosotros.” Él levanta una mano para callarme cuando abro mi boca para protestar. “Solo para que sepas, tengo permiso de Christian de usar conocimientos obtenidos de su relación en sesiones pasadas con él, aquí contigo y sé de hecho, sé que habían, y aun hay, muchos hombres admirándote flotando a tu alrededor. Seguramente tú no eres completamente ajena.”

Por supuesto que le ha dado permiso. Pienso, la irritación iniciándose a fuego lento en el crisol de mis emociones. Ni siquiera en mi psiquiatra estoy libre de su influencia.

Resoplo antes de afirmar mi caso, “José a duras penas cuenta como muchos y tu sabes tan bien como yo que Christian ve a cada hombre como una posible amenaza en lo que a mí respecta. Alguien solo me tiene que mirar a mí para que sus celos empiecen a florecer.”

Con total indiferencia por mi declaración él simplemente continúa. “Háblame de Ethan”

Esta vez no me contengo, poniendo mis ojos en blanco lo cual les había negado hasta ahora. “Ethan es el hermano de mi mejor amiga. Lo he conocido desde siempre, sin duda lo suficiente para darle un beso y abrazarlo cuando lo veo. Es natural que él responda. Yo imagino que él piensa en mí como una hermana.”

“Está bien, entonces, vamos a pasar por un pretendiente más reciente. El Dr. Shawn O’Reily te presto una gran cantidad de atención. Él te compró un atuendo costoso, te llevo a un evento bastante lujoso – algo que la mayoría de las mujeres considerarían como una cita – y luego trato de besarte. ¿Tu niegas que él estaba atraído por ti?”

Interiormente me quejo, madre mía, ¡dame fuerza! No puedo creer que Christian le diera un informe completo de la historia reciente de nuestra relación aunque – claramente – debí haberlo anticipado.

El tenue control que tengo sobre mi frustración se tambalea, el tono entrecortado de mi voz traicionando mi incredulidad cuando respondo. “No niego que el Dr. Shawn estaba atraído hacia mí, pero lo que Christian olvido mencionar fue que el buen doctor es un coqueto patológico, un hombre-puto, creo que es el termino estos días.”

El Dr. Flynn no se inmuta, todavía completamente indiferente por mi diatriba de antes, deja caer la mayor bomba de todas. “Ya veo. ¿Qué me dices de tu jefe en SIP?, ¿Era Hyde?” su dedo se desliza sobre la pantalla de su tableta mientras escanea archivos anteriores.

¿En serio? ¡¿En serio?! “¡Hyde era un lunático enloquecido!” casi que grito, “¡Cien por ciento de mente psicópata! Eso es similar a admitir el testimonio de una persona en estado de ebriedad en un tribunal de justicia. ¡Su juicio estaba seriamente afectado! ¡No puedes esperar que dé crédito a eso!”

Encogiéndose de hombros casualmente, golpea el lápiz contra su tableta, “Hyde puede ser un criminal, sus acciones impulsadas por el odio y los celos, pero loco, no es. Él sabía exactamente lo que estaba haciendo, y es perfectamente capaz de sentir una atracción sexual normal.”

“Él estaba detrás de Christian y yo era un medio para un fin. ¡Una manera de herir a su enemigo!” comento, la angustia sangrando en mi voz como un chillido.

“Si piensas de nuevo con cuidado, ¿puedes decir honestamente que Hyde no mostro ningún interés en ti antes de que se diera cuenta de que tú estabas con Christian?”

Eso me calla, mi boca cerrándose con un chasquido fuerte. El Dr. Flynn me mira a través de sus pestañas, tomando nota de cada micro expresión que hago mientras trabajo en mis pensamientos.

“Está bien” se me escapa, casi con aspereza. Se está volviendo cada vez más difícil mantener un buen agarre de mis facultades, “Eso no prueba que soy una Venus.”

En un exasperado agarre doblo mis brazos sobre mi pecho, mirando al doctor quien ha ido de psiquiatra respetable a charlatán – al menos en mi opinión – en los últimos treinta minutos, pero mi mirada oscura es evadida, su piel gruesa impermeable ante la mirada de puñal que le estoy clavando.

“Ahora, ¿Todavía crees que Christian no estaría interesado en ti si él no estuviera tan roto?” con comillas en el aire alrededor de la palabra roto me pregunta la pregunta con la que por primera vez le revelé mi vulnerabilidad a él.

Como para probarme, mis emociones hacen su propio giro de ciento ochenta grados una vez más. Voy de enojada a desgarradora en menos de dos segundos.

“Honestamente no lo sé,” le digo, mi voz delgada y vacilante, “Sé que él me ama, solo no sé por qué. Sin embargo, últimamente, con Chris en el panorama, creo que es por él.”

“Tú dices eso a pesar de saber lo que Christian paso cuando te fuiste, y antes de que él supiera que tenía un hijo.”

Está bien, tal vez charlatán fue un poco duro.

“Supongo que no pienso que merezco su amor después de todo lo que hice, así que me cuesta aceptarlo.”

“Ah. Ahora hemos vuelto de nuevo a esos sentimientos de culpa ¿no?” la pregunta es obviamente retorica cuando él no espera por mi respuesta. “Puedes ver Ana, si tu eres culpable de algo, es de amar mucho. No me mal interpretes.” Sacude su cabeza, moviendo el lápiz con un dedo, “Lo que hiciste lastimó a Christian, mucho, pero, tu motivación estaba arraigada en tu amor por él. ¿Fue equivocada? Definitivamente, pero, aun así fue por amor.”

Él descruza las piernas, inclinándose hacia adelante. Hace el espacio entre nosotros más intimo, más como un confesionario.

“Así que, si ese es el caso, la causa de raíz aquí no es la culpa si no la inseguridad. La pregunta que tendrías que hacerte a ti misma es ¿Por qué eres tan insegura? ¿Por qué, con todo el refuerzo positivo a tu alrededor?, ¿Eres incapaz de ver lo que vales?”

Él descruza las piernas, inclinándose hacia adelante. Hace que el espacio entre nosotros sea más íntimo, más como un confesionario.

“Así que, si ese es el caso, la causa raíz aquí no es la culpa si no la inseguridad. La pregunta que tienes que hacerte a ti misma es ¿Por qué eres tan insegura? ¿Por qué, con todo el refuerzo positivo a tu alrededor, eres incapaz de ver lo que vales?”

Con la forma en que me está mirando puedo ver que está esperando mi respuesta, que él piensa que yo debería ser capaz de llegar a esta conclusión yo misma pero, no tengo nada. En su lugar, lo miro fijamente sin comprender. Medio agradecida de que la culpa no es mi problema, mi otra mitad completamente confundida. Si lo supiera no estuviera aquí ¿no? Pienso sarcásticamente, bordeando peligrosamente empezar a escupir mis pensamientos de nuevo.

“Déjame preguntarte esto Ana, y no lo pienses. Solo dime lo primero que te venga a la mente. ¿Te parece más fácil creer un cumplido de … digamos tu mamá o de Christian?”

No tengo que pensarlo más de un segundo, “Mi mamá” digo rápidamente; intrigada de la nueva línea tomada.

“Digamos, ¿Ray o tu mamá?”

“Mamá”

“¿Qué me dices de Kate o tu madre?”

Hago una pausa, la respuesta no estalla en mi cabeza como las dos veces anteriores, “¿Por igual?”

Es en parte una respuesta, en parte una pregunta. No estoy segura si está permitido algo más que o no, pero Flynn asienta con la cabeza, aceptando mi respuesta.

“Es un ejemplo pequeño Ana, pero ¿puedes ver el patrón aquí?”

Ahora me siento intimidada, ¿Qué pasa si me equivoco? “¿Que confío en mi madre?

La sonrisa fácil de John asienta mis nervios, “Eso también pero, estaba pensando algo más especifico de género.”

Jadeo ante la realización, incluso por encima de Christian y Ray, los dos hombres más importantes de mi vida, creo más las palabras amables de las mujeres de mi vida.

¡Santo cielo!

“¿Por qué?”

“¿Por qué crees tú?” inclinando su cabeza hacia un lado, batea de regreso la pregunta hacia mí en la mejor forma psicológica.

Lentamente sacudo mi cabeza, mirando hacia abajo mientras proceso la maraña de pensamientos y emociones en mi cabeza, tratando de entenderlas. El saber que hay solo una respuesta correcta aquí no lo hace nada fácil de admitir.

“Supongo que no confío en los hombres” murmuro, asombrada y con vergüenza, clavo mi mirada en el piso.

“Muy bien Ana,” me anima. “Ahora vamos a ver si podemos retocarlo, ajustarlo un poquito mejor. ¿Qué me dirías si yo te digo que no te crees digna de las buenas opiniones de los hombres.”

El sonido de verdad en sus palabras suena en mi cabeza como una campana bullosa. Mi diosa interna dando vueltas en el ring de boxeo, vistiendo un bikini mientras sostiene un letrero que dice aplausos. Mi subconsciente encabezando el letrero, sus aplausos haciendo eco como la ovación de un centenar de espectadores.

Si ustedes sabían, ¿Por qué demonios no me dijeron? Les quiero gritar a ellas.

Mis ojos redondeados lo perforan mientras mi quijada se cae al suelo. El Dr. Flynn asienta con la cabeza, confirmando mi visión colosal.

“Vamos a repasarlo, ¿de acuerdo? Estamos en una buena racha.” Se mueve en su silla, haciendo algunas notas antes de encontrar mí mirada justo donde ha estado por los últimos dos minutos, clavada. “En resumen, tenemos culpa por inseguridad, inseguridad por sentimientos de no sentirte valiosa que pertenecen específicamente, pero no exclusivamente, a los hombres. ¿De dónde crees que proveniente tus sentimientos de no darte valor?”

No escucho sus palabras. En su lugar estoy viendo pasar mi vida en mi cabeza. El hombre que debía haberme amado pero que no lo hizo porque murió, el hombre que me ama como a su hija a pesar que no soy sangre de su sangre, pero que se le hace muy difícil expresar ese amor, y el hombre fuerte que, aunque de manera muy breve, me robo a mi madre en un momento donde, si la hubiese tenido, podría haber superado la pérdida del padre que nunca tuve…. Mi padre, o padres – los modelos masculinos en mi vida. Oh Dios – tengo problemas de papá…

Las escalas se deslizan lejos de mis ojos cuando la realidad se estrella en su camino hacia mis pensamientos privados. En primer lugar, en el fondo, pero luego más persistentemente, oigo la el sonido cantarín de mi nombre cuando John me llama.

“¡Ana, Ana!… ¿Ana?”

Parpadeando los restos de imágenes, me enfoco en él una vez más, “Tengo problemas de papá” le digo con la gracia aturdida de un niño de cinco años.

Flynn se ríe, sus ojos amables, “No creo que “problemas de papá” sea considerado como un término oficial en mi campo pero podemos ir con eso, si lo prefieres.”

Me sonrojo – fuerte. De todas las veces que tengo un mal funcionamiento en los filtros entre cerebro-a-boca, elegí mi momento de epifanía, y enfrente de un doctor que conozco es un purista de términos. Su sonrisa sincera es la única cosa que evita que arrastre debajo del sofá pero, por el momento no poseo el coraje para encontrar su mirada benigna.

“Ana” su voz es suave, persuasiva, haciéndome mirar hacia arriba. “Estoy encantado del progreso que has hecho hoy. Deberías estar orgullosa de ti misma. Lo has hecho muy bien”

Me arriesgo a echar un vistazo, sin perder el hecho de que él usa el termino nosotros para referirse al dialogo entre nosotros pero, me da crédito por las ideas progresivas a pesar de que es él quien me está llevando allí. Mi corazón se contrae con un apretón de gratitud. Casi no puedo creer que en momentos como esta sesión estaba molesta con él tanto para arrancarle los ojos.

“¿Tu lo sabías?” pregunto de repente, la pregunta tomándome aun más por sorpresa.

Él se encoge de hombros, “Lo sospechaba. El hecho de que tu decidieras quedarte con Ray era extremadamente revelador, especialmente durante los años difíciles de la adolescencia cuando haces la transición de ser una niña para convertirte en una mujer. Quince, dieciséis años es una edad muy impresionable, y la mayoría de las chicas quieren pasar ese tiempo con sus madres, así sea solo para discutir con ellas.”

Una vez más sonríe, pero esta vez con un guiño a causa de su broma.

XXXXXX

Collins y yo vamos en camino de vuelta al Café Playdate en silencio, mi mundo muy sacudido para hacer una pequeña charla. No he tenido ni un momento para preguntarme cómo se las arreglo con Chris pero, Collins me recuerda cuando su voz penetra en mis pensamientos internos.

“¿Sra. Grey?”

Asustada por mi sueño despierto, encuentro su mirada en el espejo retrovisor. “¿Hmm?”

“El Sr. Grey dijo que no se molestará en entrar, que él nos encontrará afuera. Le hice saber que estamos en camino.”

“Está bien” digo fácilmente. No estoy sorprendida. A veces el sonido en esos lugares es suficiente para hacer que quieras cortarte las orejas.

Como si fuera una señal, Christian con un Chris sonriente en sus brazos y Carl salen de la puerta justo cuando Collins se estaciona en doble fila para recogerlos. Me deslizo hacia la mitad del asiento trasero para asegurar a Chris en su asiento de seguridad mientras Christian da la vuelta a la SUV para subir a mi lado.

“Hola nena…” él empieza pero Chris ya está parloteando a cien kilómetros por hora.

“¡Mami, mami, yo tenía un juego e hice un amigo y jugamos a los carritos de carreras y me caí pero no llore, porque soy valiente y mi papi me dio comida chatarra! Él dijo que no te dijera así que no lo haré”

Christian y yo nos reímos, él lanzando sus manos al aire con exasperación fingida, “¡Campeón, acabas de decirle!”

Chris coloca una mano sobre su boca, luciendo culpable pero la deja caer cuando ve que su papá está bromeando.

A mitad de las risas, Christian captura mi barbilla, volteándome hacia él, “¿No hay beso Sra. Grey?”

Cerrando la distancia entre nosotros, acaricio con mis labios toda su boca. “Lo siento Sr. Grey, pero su hijo se apoderó del momento.”

Él suspira un hmm, pero sus ojos permanecen sonrientes.

“Entonces, ¿Qué clase de comida chatarra te dio tu papi?” pregunto, arqueando una ceja inquisitiva hacia Christian antes de volver mi atención a Chris.

“¡Comida chatarra!” exclama, aplaudiendo con el regocijo de un niño con una inyección de alegría por tanto dulce.

“Ahh, ya veo. Déjame adivinar,” tocando mi barbilla con mi dedo, hago como si estuviera pensando profundamente. “¿Tal vez helado?”

“¡Siiiiiii! ¡Con sirope de chocolate! ¡Y algo más!”

“¿Algo más también?” el tono de horror fingido le emociona, haciéndolo sonreír y asentar con la cabeza locamente.

“¿Pueden ser papas fritas?”

“¡Sí! ¡Sí!” chilla. “¡Y más!”

“¿Más?” esta vez el horror en mi voz no es juguetón sino preocupado.

“Uhm, déjame ver…”

Le doy una mirada a Christian mientras él nos ve con una sonrisa indulgente. Quién lo hubiera pensado, él señor súper saludable dejando que Chris disfrute de la comida chatarra.

“¿Era espagueti?”

“¡Noooooo!” se ríe, encantado de que me equivoqué pero, al mismo tiempo, fuera de sí mismo por mantener la noticia para él, casi a punto de estallar.

“¿Un perro caliente?”

“¡Un perro caliente completo mami! ¡Uno completo!” él mueve sus pequeñas manitos indicando un tamaño de un perro caliente muy exagerado, al menos unos 50 centímetros.

“¡Guao!” redondeando mis ojos, sigo con el entusiasmo pero por dentro me estremezco. ¡Madre mía! ¿Todo eso después de un almuerzo completo? Eso es una receta para desastre en la panza de un niño.

Mirando a mi otro lado, encuentro la mirada divertida de mi esposo, demasiado cálida y sensible para romperla, así que me trago mis palabras de advertencia, y le doy una señal positiva con mis pulgares hacia arriba, poniendo toda mi esperanza en la fortaleza gástrica de Chris.

El recuento de Chris de la tarde es lindo y animado, solo empañado por la caída que tuvo. Por el apretón que tiene mi mano por parte de Christian cuando Chris cuenta la historia, supongo que mi hijo resistió mucho mejor que su padre. Le aprieto la mano de vuelta, dándole a Christian una sonrisa tranquilizadora, cuando el quejido fuerte de Chris llama mi atención de vuelta a él.

“Mami me duele el estomago” cruzando ambos brazos sobre su pequeño vientre, gime cuando un espasmo desgarra su cuerpo. Christian se sienta adelante en su asiento, viéndolo con una expresión de pánico.

“Oh bebe” lo calmo, para nada sorprendida. “Vamos a llegar a casa en dos minutos. Aguanta un poco amiguito.”

“¿Qué te pasa campeón?” Christian consulta, realmente ajeno.

No puedo estar enojada con él. La alegría de ver a tu hijo disfrutar de algún premio, es un regalo maravilloso para un padre, más para Christian quien ha sido privado del derecho por tanto tiempo, pero él necesita aprender lo que el pequeño cuerpo de Chris puede aguantar.

“Él va a estar bien, solo son calambres estomacales. Tengo medicina antiespasmódica para él en casa”

Manteniendo una estrecha vigilancia sobre Chris escucho a Christian tomar un aliento fuerte, detrás de mí. “No fue demasiado ¿o sí?”

Aun sosteniendo la mano de Chris me doy cuenta del ceño fruncido con preocupación de Christian, “No te culpes. A mí me ha pasado también. Los niños no son muy buenos sabiendo cuando parar” sonriendo, busco su mano, entrelazando nuestros dedos. Me puedo imaginar lo mal que se debe sentir, y como siempre, estoy más que ansiosa por darle el consuelo que necesita en este momento.

Justo en ese momento Chris se queja de nuevo, profundizando las líneas de preocupación en el rostro de Christian. “¿No deberíamos llevarlo al hospital?”

“Si no mejora entonces sí, pero vamos a esperar y ver si la medicina le ayuda”

Sé que no tiene sentido explicarle esto a él en este momento, está demasiado invertido en el bienestar de Chris para ver claramente. Además, entiendo cómo se siente, cuando Chris era un bebe, solía volverme paranoica cuando se enfermaba o se caía, siempre pensando lo peor, pero a medida que tus hijos crecen creas un sentido para saber cuando algo es serio o cuando no.

Llegamos a Escala y esta vez no tengo que distraer a Chris de las hordas de periodistas que parecen haber crecido en número. Afortunadamente Christian tampoco se da cuenta de ellos, ni siquiera ahorrándoles una mirada cuando Collins conduce dentro del estacionamiento.

Antes de que la SUV llegue a detenerse completamente, Christian está fuera del vehículo, haciendo su camino hacia el lado del carro de Chris con un paso determinado. Con una ternura que desmiente su expresión tensa, lo agarra, acunándolo en su pecho como un bebe. Chris acaricia la camisa de Christian como si el olor de su papá le trajera consuelo. Veo como Christian lo ve mientras crece su preocupación por su hijo pálido. Él casi trota hacia el ascensor; impaciente por llegar a casa. Dejando al equipo de seguridad, tomamos el ascensor juntos hasta el apartamento, tratando de frenar la creciente ansiedad de mi esposo.

Tres pasos en el vestíbulo y veo la estacada de Chris después de vomitar el contenido de su comida entera sobre la camisa Armani de Christian de 400 dolares, desde el primer botón hacia abajo. Christian se queda helado a medio paso, horrorizado. Por un momento luce desconcertado, totalmente impotente luego, para su increíble crédito, se deja caer sobre sus rodillas, volteando a Chris para que no se ahogue con su vomito. El olor es insoportable, las piezas no identificadas de comida gotean de su pecho pero él frota la espalda de Chris mientras los estremecimientos involuntarios le libran de hasta la última cosa en su estomago.

Christian luce profundamente preocupado, no se inmutó en absoluto por el hecho de que está rodeado de vomito. Su camisa y pantalón de diseñador seguramente arruinados por los pedazos parcialmente masticados de perro caliente, papas fritas y cualquier otra cosa. La imagen de él cuidando tan íntimamente de nuestro niño es profundamente conmovedora.

Mirando hacia arriba, se conecta con mi mirada, “Nena, ve a prepararle un baño” instruye, calmado ahora que se ha hecho cargo. “Ten su medicina lista y luego por favor trae algo para limpiar.”

Justo en ese momento Gail aparece, escuchando las instrucciones de Christian. Resumiendo la situación, ella entra en acción. “Ana” dice en su manera enérgica y eficiente, “Yo voy por la cubeta y algunos trapos, tu ve y prepara el baño.”

Volteándome sobre mis talones, corro por el pasillo hasta llegar al baño para llenar la bañera, espero que el agua tibia le haga bien a su vientre adolorido. Un minuto más tarde busco el jarabe antiespasmódico en el gabinete a prueba de niños, midiendo la dosis cuidadosamente, luego regreso con mis chicos. En el camino, agarro una bolsa de basura, segura de que la mancha en la camisa de Christian no saldrá nunca. Cuando me uno a ellos, Chris ya luce mejor, todavía pálido pero por lo menos ahora de pie por su cuenta.

“Hola amiguito, ¿Cómo te sientes?”

Él asiente con la cabeza, mirando todo el desastre a su alrededor, “Lo siento mami. Lo siento papi.” Su labio inferior empieza a temblar pero Christian es rápido en consolarlo.

“Campeón tú te sentías mal. No tienes porque disculparte. Yo siento haberte dado tanto de comer.”

Guiñándole a Christian le entrego la bolsa mientras ayudo a Chris a quitarse su ropa sucia. Christian se encoge de hombros para quitarse la camisa luego la bota en la bolsa junto con los zapatos y medias. Extrañamente se deja los pantalones, ya que normalmente lleva bóxers asumí que los pantalones irían a la bolsa también pero, no lo pienso mucho cuando Gail empieza a limpiar alrededor de nosotros.

“Ve” le digo “Mételo en la ducha luego ponlo en la bañera. Su medicina está en el mostrador del baño.”

Una vez que se ha limpiado lo peor de la parte delantera de sus pantalones, levanta a Chris y se dirige a la ducha. Es extraño tener a alguien más que no sea mi mamá, ayudándome con una tarea tan desagradable, pero Gail insiste en ayudarme así que terminamos rápido, conversando animadamente sobre lo bien que se ha manejado Christian en la situación. Como siempre, mi esposo no conoce límites.

XXXXXX

Después de una gran limpieza y de poner a un mucho mejor aunque exhausto Chris en la cama, Christian se disculpa para trabajar durante una hora, mientras me tomo un momento tranquilo para reflexionar sobre mi día. Escuchando la canción “All in” de Lifehouse, me inspiro en las letras para mi futuro con Christian:

But you know it’s alright I came to my senses (Pero sabes que esta bien que recuperé mis sentidos)

Letting go, of my defences (Dejando caer mis defensas)

There’s no way I’m giving up this time (No hay manera de que me rinda esta vez)

Yeah, you know I’m right here (Si, tu sabes que estoy aquí)

I’m not losing you this time (No te voy a perder esta vez)

And I’m all in, nothing left to hide (Y voy con todo, sin esconder nada)

I’m falling harder than a landslide (Estoy enamorandome más fuerte que cuando se abre la tierra)

I spent a week away from you last night (Pasé una semana lejos de ti anoche)

And now I’m calling, calling out your name (Y ahora estoy llamando, estoy llamando tu nombre)

Even if I lose the game I’m all in (Incluso si pierdo el juego, voy con todo)

I’m all in tonight  (Voy con todo esta noche)

Yeah I’m all in (Si, voy con todo)

I’m all in for life… (Voy con todo de por vida)

 

Me siento bien, un poco desconcertada por el progreso que tuve hoy con Flynn. Solo tengo que recordarme a mi misma que lo peor ya ha pasado. Sé con lo que estoy lidiando, ahora, solo tengo que arreglarlo.

Christian arrastra mis pensamientos lejos de mi crecimiento emocional cuando entra a la habitación, casual pero inequívocamente depredador. Los jeans informales y la camisa cubriendo sus músculos flexionados le agrega una capa sexy de intriga que estoy ansiosa por quitar. Verlo moverse, especialmente con esa mirada hambrienta en sus ojos entrecerrados me tiene temblando con anticipación. Mi cuerpo responde naturalmente, inevitablemente a su presencia, la camiseta delgada que llevo puesta rápidamente traiciona mi necesidad, asomando las puntas hinchadas de mis senos. Sus ojos disfrutan de la vista, avivando la intensidad de deseo que veo ahí. Agarra el control del iPod y selecciona una nueva canción, todo esto mientras me miraba, su mirada franca y apreciativa calentándome, haciéndome retorcer.

Mientras “Open your eyes” de Snow Patrol empieza a llenar el espacio electrificado él habla, “Cuatro días más Sra. Grey”

Sus palabras se enroscan en mi, ponderadas por la promesa de la concepción de un bebe. Mis labios se abren, acomodándose a la creciente necesidad de respirar mientras siento el pico de mi pulso. Me doy cuenta de su sonrisa diabólica, sus dedos hábiles llamando mi atención cuando se desabotona sus pantalones, dejándolos caer, sin ropa interior.

Oigo mi propio gemido ahogado de sorpresa. “¿Ahora sin ropa interior Sr. Grey?”

Ante el sonido de mi risa se lanza sobre mí. Después de esta mañana, la intensión, estoy segura – es mostrarme lo mucho que me desea.

Link para el capitulo 45

 

 

 

 

9 thoughts on “Capitulo 44

  1. KereCB says:

    Hola chicas, quisiera disculparme por el tiempo sin actualizaciones de un nuevo capítulo, sin embargo la “vida real” ha estado de por medio, me he mudado a una nueva ciudad y he empezado en un nuevo empleo, entonces no había tenido tiempo de traducir entre la mudanza y la adaptación a los nuevos lugares, ha sido difícil. Aquí les dejo un nuevo capítulo, espero lo disfruten.
    Un abrazo y gracias por el apoyo de siempre, gracias por la paciencia!
    Kx

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  2. guille says:

    gracias kerecb me encanta la historia y como ya te dije un vez mientras no nos dejes colgadas no importa cuanto te tardes en publicar y buena suerte en este cambio en tu vida saludos 😉

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    • KereCB says:

      Hola Guille! Gracias por tus buenos deseos
      Y gracias por el apoyo de siemrpe, jamas podría dejarlas colgadas a mas de la mitad de la historia.
      Un abrazo
      Kx

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  3. silvina says:

    muy buena la historia! sigue cuando puedas yo espero ansiosa!!

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  4. anaderueda31 says:

    Hola Kare, Gracias por tu tiempo dedicado a traducirnos tan linda historia de Monique. Se lo difícil de todos los cambios que nos cuentas, solo espero que te adaptes sin contratiempos y desearte muchos éxitos en esta nueva etapa de tu vida. Besos

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    • KereCB says:

      Ana mil gracias por tus buenos deseos, estoy en eso amiga, todo ha salido bien lo unico malo es haberlas dejado tanto tiempo sin capitulo nuevo, pero poco a poco vuelvo a adaptar los tiempos 🙂
      Gracias por el apoyo. Un abrazote
      Kx

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  5. Janitzia Berrido says:

    Gracias Kere por tu tiempo y tu trabajo. Ya mes extrañaba que no saliera la publicación. Espero que tengas éxito en tu nuevo trabajo y que te adaptes al nuevo lugar. Me encanto el capítulo. Por suerte un día normal de los Grey. Sacando la vomitada del niño. jajajaja. Que bueno que Ana se está entendiendo ella misma. Gracias a Flyn. Gracias Mil!!!Esperando el próximo!!!!

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    • KereCB says:

      Gracias Janitzia por tus buenos deseos 🙂
      Si me ha ido muy bien gracias a Dios 🙂
      Y sí así son los dias cuando estas rodeado de niños… Ya por fin Ana entrando en razon ¿no?
      Gracias por el apoyo…
      Besos
      Kx

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