Capitulo 60

No me molesto en tocar, solo tomo una respiración de valor mientras abro la puerta, y me sirve bien cuando se detiene mi respiración al ver la agitación de mi esposo. Sus manos están en su cabello, ambos puños molestos agarrando los mechones. “Eso solo puede significar una cosa” dice con tristeza, viendo a Taylor, quien rápidamente asienta su acuerdo severo.

Tan concentrados como están, solo me notan cuando hablo, “¿Qué está pasando?” pregunto, mi voz sonando lo más tranquila que creí posible.

Ambos hombres comparten una mirada que no puedo interpretar, pero no importa porque un momento después, Christian pasa las manos por su rostro, tomando una respiración audible antes de empezar, “Es José” explica, arreglando sus facciones para esconder la preocupación que vi hace un momento y al instante me la pasa a mí, “Sabes que hemos estado siguiendo su pista. Taylor tenía un hombre con él 24/7 desde que se convirtió en nuestro sospechoso número uno, pero al estar él fuera de las fronteras de Estados Unidos hace que la vigilancia… sea complicada” me da una mirada mordaz, y no por primera vez leo entre líneas, dándome cuenta que hay veces en las que el trabajo de Taylor incluye trabajo a límites muy cercanos de lo que puede ser considerado fuera de las leyes.

En silencio y con un sentimiento de miedo haciendo una vuelta pesada en mi vientre asiento con la cabeza, de repente resintiendo el hecho que estoy en una situación donde mierdas como estas son mi realidad. Veo como mi esposo me ve, cuidadosamente tomando valores de cómo estoy reaccionando, siempre cauteloso de no alterarme. Tan duro como es, le doy mi mejor expresión estoica. A pesar de saber que lo que estoy a punto de escuchar va a ser indudablemente alterador, estoy aliviada que estoy obteniendo los detalles sin tener que pelear.

Cuando él está satisfecho que estoy tomando las noticias bien, continua, su cara mostrando la tensión de cargarme con sus palabras, “Y lo hemos perdido.”

Siento como mis pulmones se arrugan en mi pecho, de repente vaciados del aire que usualmente los llenan, y la falta de oxigeno me deja mareada. En el espacio de un latido Christian está a mi lado, llevándome a la silla más cercana. “¿Lo han perdido?” digo en una respiración que me esfuerzo por tomar, parpadeando con desconcierto ante la cara de preocupación de mi hombre que está sobre mí.

“Nena” dice, acunando mi rostro con sus dos manos, “dime que estás bien.” La nota de suplica en su voz subraya la ansiedad dibujada en su rostro perfecto. “Podemos hablar más tarde. Ya sabes lo peor. Por favor no te expongas a esto.”

Quiero prestar atención a su suplica; no quiero más nada que enterrar mi cabeza en la arena y deshacer los últimos diez minutos. Ni siquiera estoy segura cuales son las implicaciones de perder a José, pero a juzgar por el estado de ánimo actual de Taylor y Christian, estoy segura que no son buenas.

Ese miedo, además de saber el gran papel que he jugado en descarrilar a José envía un rayo de adrenalina a través de mi sistema, el disparo sacudiéndome como una dosis de cafeína, “Estoy bien” digo de golpe, la mezcla de culpa y pánico volviéndome maliciosa.

Christian me levanta una ceja, no acostumbrado a esto de mi parte, pero cede, levantando sus palmas en señal de rendición, “Está bien”, concede, “Pero no estoy contento con esto, Ana. Tú no eres la única que está afectada por este estrés.” Rechina apretando, dejando caer su mirada severa a mí vientre.

Completamente avergonzada, siento el calor subiendo por mis mejillas, “Lo siento. No lo quise decir de la forma como salió. De verdad estoy bien. Por favor, solo dime que es lo que está pasando”

De nuevo mi esposo me mira – con un poco de duda – antes de enderezarse. Todavía dándome la cara, posa su trasero sobre el borde del escritorio, cruza los brazos sobre su pecho, “Lo perdimos porque él se escapó deliberadamente de nuestros chicos.” Deja sobresalir su barbilla en dirección a Taylor. “Esta es la parte de la conversación en la que llegaste, y lo que nos preocupa más porque significa que él sabía que tenía una sombra siguiéndolo”

¿Él sabía que estaba siendo seguido? ¿Entonces qué? Me pregunto, pero antes de que tenga tiempo de saber el significado, Taylor sigue el hilo de Christian, “¿Por qué escaparse de su sombra, si no tiene nada que esconder? ¿Si no estuvieras tramando algo? Y si él logra regresar a los Estados Unidos sin ser detectado, entonces nosotros tendremos una situación peligrosamente impredecible en nuestras manos.”

¡Oh, mierda!

Mi mente en desconcierto va a modo de razonamiento, agarrando violentamente todas y cualquier pista, llegando a un montón que, en el fondo, sé que son poco probables que Jason haya podido tener, “Pero, ¿Cómo podemos estar seguros? Puede que él accidentalmente haya perdido a tu hombre, o…”

“Sabemos con seguridad Sra. Grey” me interrumpe con ese barítono medido que corta a través de todos los reparos en mi cabeza, “Fue muy bien planificado, calculado, un acto de libro de desapariciones para deshacerse de todos los dispositivos posibles que pudiéramos usar para rastrearlo, organizando una escapada sigilosa, y posiblemente cambiando su apariencia.”

Con cada palabra la imagen se vuelve más clara y mi corazón late más fuerte. Peligrosamente impredecible, calculada, desaparición, sigilosa, son todos términos que se pegan como un bulto en mi garganta, haciéndome difícil tragar y respirar. ¿Es José capaz de algo como esto? Y si lo es, ¿somos nosotros su objetivo? Veo hacia Taylor, más que un poco estupefacta, todavía luchando por una explicación que haga que todo el asunto desaparezca.

En un esfuerzo por llenar los vacios que deben estar escritos en mi rostro Taylor continua, “No tenemos apoyo de las autoridades porque ellos todavía están investigando el caso, y sin evidencia suficiente ellos no están preparados para autorizar nuestra vigilancia, y ni hablar de su participación en ello. También, las Bahamas caen fuera de su jurisdicción, lo que nos deja con medios limitados como un equipo de civiles, y si quebrantamos la ley al construir un caso u obteniendo evidencia, puede que se vuelva inadmisible en la corte.”

Más claridad solo trae más malestar, pero asiento igual, marcando mi entendimiento.

Taylor clava sus ojos en Christian, buscando una confirmación rápida para continuar antes de hacerlo, “Por lo que sabemos, él todavía tiene otros tres meses de su contrato para finalizar con la Oficina de Turismo de las Bahamas, así que salvo a una crisis con su familia, él no tiene razón para irse. También, como su rutina ha sido casi cien por ciento predecible, excepto ayer, alrededor del medio día, hora de las Bahamas, empecé a obtener reportes de los chicos que algo sucedía. José canceló la sesión que había planeado para el día, envió a su asistente a casa, y de acuerdo a nuestra fuente, corrió al hotel y la Oficina de Turismo lo admitió.” En una movida no habitual al límite, Taylor se truena los nudillos, su frustración con la situación palpable.

“¿Lo teníamos vigilado dentro del hotel?” pregunto en voz alta, horriblemente atraída por los detalles que se desarrollan.

“Si, nosotros teníamos las dos suites a los lados de la de José, y teníamos algún… equipo instalado para monitorear sus movimientos.” Contesta, aclarando su garganta, obviamente incomodo con compartir las áreas más grises de sus técnicas oscuras. “pero, todavía sería muy fácil para él escaparse. Lo mejor que teníamos a nuestro favor, entre las limitaciones de lo que podíamos hacer, era su ignorancia. Si hubiéramos tenido el apoyo de las autoridades hubiésemos podido mantener el seguimiento más cercano a él. Las personas son mucho más propensas a divulgar información confidencial si sacas una placa, y el soborno era simplemente demasiado arriesgado.”

¿Consideraríamos el soborno? ¡Santo demonio! Esto se volvió completamente real y un montón más complicado. “¿Con qué facilidad podría él estar de regreso en los Estados Unidos?” pregunto, todavía aturdida por este último desarrollo.

Taylor se encoge de hombros, su boca curvándose hacia abajo mientras mastica el pensamiento sin saber, luciendo cada onza tan preocupado como yo me siento. “No es como si él fuera un criminal de profesión con contactos para ayudarlo, esa es la parte que lo ha hecho tan difícil de predecir. Si fuera yo, me vendría como un miembro de la tripulación de un buque de carga. De esa manera, él ni siquiera necesitaría un pasaporte para pisar el muelle, y si logra evitar las Autoridades Portuarias, él estaría en casa libre. Sería virtualmente imposible seguirle la pista, no tendríamos manera de saber desde que puerto sale y a cual muelle llega, y una vez que aterrice, comprar un automóvil con una identificación falsa y simplemente conducir a donde él quiera será lo suficientemente fácil.”

¿Puede ser tan simple? ¿Y luego qué? Sí él de hecho le disparó a Christian, ¿Qué tan lejos llegaría esta vez? El silencio repentino que cae alrededor de nosotros es prueba para mí de que todos estamos compartiendo el mismo pensamiento, tratando de sopesar el peligro, y preguntándonos cuál es el curso correcto de la acción a seguir. Justo como todo el drama con David y todo lo que sucedió después de la herida de bala de Christian, mis pensamientos están demasiado confusos con miedo como para pensar claramente. Yo solo quiero mantener a mi pequeña familia a salvo y lo que me da miedo, más que nada, es lo que Christian hará si pone sus manos sobre José.

squiggle1

Por la duración del fin de semana, el ánimo en Escala es bajo. Christian y yo ponemos nuestras caras felices por el bien de Chris, pero no hay equivocación en la preocupación actual que tiñe todo lo que hacemos. Y las noticias sobre el paradero de José son escasas. De acuerdo a Taylor, ningún miembro de la familia de José ha sabido de él, y tampoco ninguno está esperando su visita. Mi mente se sobresalta por como él ha logrado asegurar información como esa sin encender las campanas de alarma, pero confío en su discreción implícitamente, y sé que Christian se siente de la misma forma. El único punto ligero de esperanza es que José aparentemente solicitó un permiso de dos semanas en la Oficina de Turismo de las Bahamas lo que probablemente indica que él piensa regresar, pero Christian desecha mi optimismo, diciendo que probablemente es una distracción.

En la tarde del sábado todos los Grey vienen a Escala, y junto con mi mamá y Bob, al igual que mi papá en Skype, tenemos una reunión familiar, poniendo a todo el mundo al día sobre la situación y asegurándonos de que entiendan las posibles implicaciones. Como era de esperar, Ray es el más molesto de todos, con José por los lazos cercanos en nuestras familias, y por supuesto, conmigo y mi error irreflexivo del pasado. Más adelante en la conversación, tanto Christian como Taylor intervienen para hablar con mi papá cuando él amenaza con confrontar a José Padre, quitando de esa forma el poco elemento de sorpresa que todavía tenemos.

Aunque Taylor cree que si nuestras sospechas son correctas, José nos va a atacar directamente, Christian sin embargo, redobla la seguridad para todos, al igual que para Grey House. Naturalmente Chris y yo ya estamos bajo instrucciones estrictas de no salir del apartamento sin el equipo de seguridad asignado para nosotros, siguiendo un riguroso protocolo de seguridad puesto en marcha por nuestro grupo de expertos, y yo por una vez no voy a tomar ningún riesgo con nuestras vidas. Solo estoy esperando que Christian haga lo mismo.

El domingo llega con la misma energía nerviosa. Christian y yo somos dolorosamente tiernos el uno con el otro en un momento, pero en el siguiente, como si la tensión de nuestra realidad se asienta de nuevo en nuestras mentes, chocamos, algo que nunca había sucedido antes. A la media mañana mis emociones están por todos lados, dándome un vistazo a lo que Kate debe estar sintiendo con sus hormonas salvajemente fluctuantes.

Cuando Christian me gruñe por haber olvidado tomar las vitaminas prenatales yo le gruño de regreso, agarrando la pastilla de su palma y tragándola por mi garganta antes de abrir la boca y sacar mi lengua, como una niña probando que efectivamente me trague la maldita pastilla. Más tarde, cuando él sugiere que tome una siesta para que el bebe y yo podamos descansar, haciéndome sentir vieja, yo azoto al decirle en una voz almibarada que a él le podría servir una siesta para que mejore su estado de ánimo amargado. No es de sorprender que eso me gana un par de ojos grises entrecerrados, y un murmuro, “Sra. Grey, no pienses que mi palma dejo de estar inquieta porque estás embarazada.”

Pero cuando él se queja sobre la cantidad de mantequilla que pongo en mi tostada, pierdo el control, estallando rápidamente en grandes lagrimas de lamentos. “No me haces el amor por qué piensas que me estoy poniendo gorda” grito, mi voz con trepidación a través del lloriqueo de mis lagrimas cayendo, lo que deja a mi esposo sin habla.

Con la boca abierta él mira fijamente, asombrado y aterrorizado mientras trata de llegar a una explicación justificada de mi sobresalto. Finalmente, cuando habla, sus palabras son tentativas, “Ana, lo siento. Debes saber que no pienso que estás gorda, yo… yo simplemente… lo que quise decir fue que mucha grasa no es buena para el bebe.”

A pesar de que su explicación tiene sentido por completo, la yo hormonalmente cargada es incapaz de dejarlo ir, “Entonces, ¿Por qué no me hiciste el amor el jueves por la noche, y nada desde entonces?” el tono quejumbroso en mi voz es claro, incluso para mí, pero en este momento, no puedo detener mis emociones de astillarse en ciento un direcciones incorrectas.

Sorprendido de nuevo, jadea luego pasa una mano agitada por su cabello, “¡Por Dios Ana! ¿No crees que ya tenemos demasiada mierda sucediendo en estos momentos? La mitad de los hombres del país detrás de ti, y la otra mitad probablemente con la intención de lastimarnos.”

Es mi turno de estar sorprendida. A pesar que estoy molesta, quiero que él entienda – por instinto – que cuando tengo una crisis hormonal, lo necesito más que nunca. Que la cosa que más me ayuda es sus brazos de apoyo a mí alrededor, diciéndome que todo va a salir bien, pero en su lugar, él lo que hace es ladrarme. Herida, lloro más fuerte, frustrada conmigo misma por no ser capaz de controlar mis sentimientos desenfrenados, y sintiéndome profundamente responsable por ambos de nuestros últimos problemas, “Lo siento” chillo, enterrando mi rostro mojado en mis manos mientras me sacudo con sollozos.

“Mierda” lo escucho decir entre diente, “Mierda nena, estás tomando esto de la manera que no es. Dios sabe que yo cargo la responsabilidad de lo que está sucediendo en este momento, yo solo…” dice y un segundo después lo siento contra mi cuando me toma entre sus brazos, dándome un abrazo de cuerpo completo mientras acaricia mi cabello.

Estoy demasiado exaltada para responder, pero ya me siento más calmada, y desesperadamente quiero oír lo que está a punto de decir, “¿Tu simplemente qué?” curioseo con mi rostro aplastado contra su pecho.

No tengo que mirarlo para saber que está callado. Sus brazos se aprietan más pero no dice nada. Tengo el presentimiento que el estrés agregado de la desaparición de José solo ha realzado su marco mental oscuro, pero que a él todavía le está costando mucho lidiar con todo el asunto de GQ. Descorazonada y triste, mis hombros caen mientras estoy de pie en el circulo de sus brazos.

“No”  dice, “No seas así” mimando, su tono volviéndose suave. Casi  me derrito, dejando ir todo el asunto, pero mi racha obstinada hace una aparición de último minuto. Lentamente levanto mi cabeza para encontrar sus ojos. “No” respondo, sacudiendo mi cabeza, “No seas así”

Lo veo como aprieta su mandíbula, nuestras miradas convirtiéndose en un enfrentamiento de clase mientras él se enfurece, batallando con su decisión y dejando caer sus brazos de nuestro abrazo. De hecho veo el momento en que él hace su elección, su rostro volviéndose duro y sus ojos tornándose fríos como el acero. “¿Tu quieres saber la mierda que está pasando por mi mente? ¿Toda la maldita horrible verdad?” mira con ceño fruncido, luciendo más que todo molesto.

Estirándome hasta mi peso completo, me alejo de él, con el propósito de no dejarme intimidar por su tono. Con todo mi corazón deseo que él no sintiera la necesidad de esconder sus vulnerabilidades de mí. “Si” digo decisivamente “¡Yo me case con todo lo tuyo, es mi derecho saber todo de ti!”

Lo veo hacer una doble toma mentalmente mientras mis palabras llegan a casa, pero la incertidumbre roba la claridad un segundo después. Una mirada de puro disgusto cruza sus facciones, permitiéndome una mirada a su auto desprecio. “Estoy jodidamente aterrado” escupe a través de una mueca, “Hay un millón de hombres allá afuera, deseándote, ¡Y odio eso! ¡Lo odio!” reitera con una mirada de dolor que imita su hermoso rostro. “El pensar en ellos queriendo lo que es mío, mirándote, deseándote… me carcome. Yo he tenido cada maldito sabor que te puedas imaginar – mujeres altas, mujeres bajas, delgadas, con curvas, con los senos grandes, y todas ellas dispuestas a darme lo que yo quisiera, pero ninguna había llegado hasta a mí como lo hiciste tu, ninguna tenía ese sabor tuyo, se sentía como tú, ninguna era la correcta como tú.” Confiesa, su barítono ronco con emoción cuando me agarra por la parte superior de mis brazos, sus ojos implorándome que entienda.

Yo debo lucir sorprendida. Claro que me siento como si me quitaran el aliento cuando sus palabras febriles salen de su boca, aparentemente imparables ahora que han empezado, y asustándome un poco. Él sacude su cabeza, diciéndome con sus ojos que no saque ninguna conclusión mientras continua con su vocifero. “Piensa en cómo es para mí. Yo he tenido todo eso y solo te quiero y deseo a ti, pero tú, tu solo me has tenido a mí, y hay un mundo allá afuera, ansioso de mostrarte lo que te has estado perdiendo. Y ahora tú llevas a mi hijo en tu vientre, y el pensar en perderte… ni siquiera puedo…” él traga ruidosamente, mirando a mi vientre plano, reuniendo sus pensamientos. “No puedo estar sin ti nunca más de nuevo, Ana. Yo moriría feliz por mantenerte a ti, a Chris y a este pequeño a salvo.”

Finalmente su mensaje ocupa el lugar que corresponde, el torrente de su tergiversación tiene sentido, y entiendo lo que él está diciendo, lo entiendo perfectamente, pero no puedo evitar la inundación de furia que siento.

“¡Christian!” exclamo, luchando para prevenir que la irritación se filtre de mi voz. “Cada argumento que acabas de usar, yo lo puedo voltear y usarlo en tu contra. A donde quiera que vamos siempre hay una mujer con sonrisa boba en el fondo, moviendo sus pestañas hacia ti. Y las mujeres que tú has tenido, ¿Puedes tu, por tan solo un momento, imaginar que es lo qué es para mí tener que competir con una miríada de mujeres espectaculares y experimentadas? ¿Escogidas a mano por ti, para tu placer? ¿No piensas que yo algunas veces me pregunto si lo extrañas? ¿Si tu añoras por una mujer que te ruegue que la azotes con una vara?”

Desconcertado, me mira, dejando caer sus manos lejos de mis brazos solo para pasarlas sobre su cabello, “Pero tú eres todo lo que quiero”  dice simplemente, como si eso fuera automáticamente toda la seguridad que yo posiblemente pueda necesitar.

La única manera en que puedo hacerlo ver es ofrecerle lo mismo. “Y yo solo te quiero a ti” declaro, tercamente doblo los brazos sobre mi pecho. Sé que estoy siendo dura con él pero estas son las cosas con las que hemos tenido que vivir y no voy a dejar que nos mutile de nuevo.

“Yo…” empieza, pero lo piensa mejor, tomando una respiración para pensar su argumento. Cuando encuentra mi mirada me ofrece un asentamiento. “Punto justo, bien hecho, Sra. Grey” concede tranquilamente, “pero los celos siempre van a estar allí”

Mi corazón se contrae ante su expresión abatida. Ahora que hemos llegado al meollo del asunto, necesito darle la seguridad que obviamente implora. Levantado mi mano, acuno su mejilla, y de inmediato él cubre mi mano con la suya, inclinándose hacia mí toque. “Lo sé, y créeme cuando te digo que entiendo. Yo también tengo mis momentos cuando veo rojo, viendo a alguna mujer casual haciéndote ojos, y ese poco interés en mi no va a cambiar lo que siento por ti. Yo haría casi cualquier cosa para probarte eso”

De repente esos ojos tristes se iluminan con esperanza, “¿Lo que sea?” pregunta, entrelazando nuestros dedos, y besando la parte posterior de mi mano.

Me río, “Casi” confirmo con un guiño, curiosa de ver lo que tiene en mente. Con una gran sonrisa se da vuelta y se dirige a nuestra habitación, llevándome de la mano. Frunzo el ceño cuando va hacia nuestro closet, “Date vuelta” ronronea, su voz suave pero sus ojos vivos con algo que no puedo describir.

Por un segundo, dudo, pero algo en su conducta me dice que haga lo que me dice. Obedientemente me volteo, solo para escucharlo mover cosas. Un segundo de silencio sigue antes de que lo sienta en mi espalda, su calor calentándome, haciéndome sentir extrañamente a salvo. “Levanta tu cabello, nena” ordena con una voz áspera.

Al principio es solo frio contra mi cuello, pero pronto reconozco el collar que Christian me compró en Las Vegas mientras lo asegura atrás. Suelto mi cabello y él lo cepilla hacia un lado, dejándolo sobre mi hombro. Siento su boca junto a mi oreja, el calor de su aliento, enviando un hormigueo de escalofríos a lo largo de mi espalda. “Al igual que tu anillo de matrimonio, quiero que uses esto – siempre. Ahora que el gato de BDSM está fuera de la bolsa, no ha habido un mejor momento para que lleves el collar, para mostrarle al mundo que perteneces a mí, no solo tu mano en matrimonio, sino que también tu sumisión en la habitación.”

Me volteo para darle la cara, “No pensaba que esto fuera lo tuyo” susurro cuidadosamente, tomada por sorpresa por la intensidad posesiva de sus ojos oscuros.

“Nunca lo fue. Nunca sentí la necesidad de atar a alguien a mí de la forma que necesito que tu lo estés conmigo. Lo que pasó en Las Vegas me tomo por sorpresa” confiesa, suavemente horquillando mi garganta con mi su mano, el movimiento de propiedad haciéndome sentir sexy y vulnerable al mismo tiempo. “Quiero que lo uses ahora, por mí, como prueba, pero también para recordarte lo que soy para ti, que si tu continuas dándome la oportunidad, yo seré más de lo que tu jamás podrás necesitar.”

“Siii” concuerdo, silbando en una respiración forzada, atrapada en la corriente gruesa de emoción corriendo entre nosotros, e incluso un poco en alza en el progreso que hemos hecho. El beso con el que Christian cierra nuestro trato es suave, sin embargo transmite su celo perfectamente mientras lame dentro de mi boca con caricias amorosas y lánguidas de su lengua. Cerrando mis ojos fácilmente me pierdo en su boca caliente, mi cuerpo relajándose en su agarre apretado.

Me siento mareada para el momento en que lo terminamos, un choque completo de hormonas felices que espero duren un rato. Le doy a mi esposo sexy una sonrisa tímida, sin estar segura de cómo abordar la pregunta sin contestar de antes ahora que hemos hecho las paces tan completamente, pero él es rápido en captar mi rostro. “¿Qué pasa Sra. Grey?” pregunta, todavía llevando una sonrisa complacida mientras observa el collar alrededor de mi cuello.

“Estoy contenta que hayamos tenido esta conversación, y pienso que todavía tenemos algún camino que recorrer pero por favor, no dejes que el embarazo se interponga en nuestro… ya sabes” trastabillo, de repente demasiado tímida para soltarlo todo en la cara con gran sonrisa de Christian.

Él besa la punta de mi nariz, “No, no lo sé” bromea, sabiendo muy bien a lo que estoy llegando.

Me río, dándome cuenta que él no me va a dejar salirme con la mía hasta que lo haya soltado. Con mejillas rosadas, dejo salir las palabras. “Nuestra vida sexual”

“¿Nuestra qué?” pregunta, colocando la mano alrededor de su oreja. “No escuche muy bien eso Sra. Grey. ¿Qué dijiste?”

Puedo sentir como la sombra rosada se profundiza en lo que debe ser un rojo brillante en mis mejillas, pero me rio ante la primera sonrisa de mi hombre durante el fin de semana. “Nuestra vida S-E-X-U-A-L” deletreo lentamente, bromeando de regreso.

“Ohhh, ¡nuestra vida sexual!” dice, sus ojos grises brillando con maldad. “¿Puedo suponer por tu petición que la extrañas?” con una facilidad practicada, da vuelta a sus caderas, dándome un buen roce de su interés creciente en el asunto.

“La he extrañado” lo corrijo, moviendo mis cejas de manera sugestiva.

De repente serio, su sonrisa se desvanece. Desliza ambas manos alrededor de mi cuello y descansa su frente contra la mía. “Con todo lo que ha sucedido yo simplemente quería mostrarte que puedo darte placer sin esperar nada a cambio, que yo puedo ser lo que sea que necesitas cuando sea que lo necesites.”

“Oh, Christian,” suspiro, mi alivio coloreado con un toque de exasperación. Algunas veces tenemos nuestros cables tan cruzados. “Tú ya eres más de lo que jamás voy a necesitar”

squiggle1

A pesar de nuestra amenaza ensombreciendo nuestras vidas, estoy determinada a estar ocupada al inicio de la semana laboral. Poner nuestras vidas a la espera parece demasiado como aceptar el peligro que puede que venga o no. Una y otra vez me digo a mi misma que vamos a estar a salvo siempre y cuando acatemos nuestros procedimientos de seguridad. Yo haré casi cualquier cosa por mantener mí cordura maltratada. Si me dejo llevar por la amenaza, simplemente me voy a perder en el laberinto paralizante de lo que eso es.

Después de pasar la mañana con Chris me conformo con unas dos buenas horas de edición, pero mi trasero entumecido y el sonido ameno del piano me atraen para ir a ver cómo va Chris en su clase.

Sonrío para mi misma mientras camino por el pasillo, desde ya reconociendo la tonada que Chris está tocando. Christian debe estar complacido con el progreso de nuestro hijo, sin mencionar las habilidades grandiosas de enseñanza de Matt. Medito, justo cuando noto que la persona sentada junto a Chris en el piano no es Matt. Con el ceño fruncido alargo mis pasos, haciendo mi camino hacia Gail en la cocina.

“Gail” susurro, cuidadosa de no hacer ruido, “¿Quién está con Chris?”

“Esa es la nueva profesora de piano, Bianca” me dice antes de continuar con sus quehaceres.

¿Quién demonios es Bianca? Me pregunto, preocupándome ahora mientras observo a la adolescente normal que parece estar dirigiendo a Chris muy bien.

Uno pasos más me llevan hasta la puerta de la oficina de Christian. Después que toco, entro, antes de tomar asiento mientras espero que mi esposo termine su llamada telefónica.

Ni un minuto después él corta la conversación y me da su sonrisa brillante. “Qué encantadora distracción para mi tarde.”

Sonrío ante su cumplido pero apunto con mi pulgar sobre mi hombro, en dirección a la sala. “¿Quién es la nueva profesora de piano?” suelto abruptamente, los inicios de cautela haciendo burlas en mi mente.

“Esa es Bianca” anuncia de hecho, sin revelar nada más.

“¿Ha remplazado ella a Matt?” cuestiono, no dispuesta a dejarlo salirse con la suya al evadir mi pregunta.

“Si, Matt no puede hacerlo más” no hay error en la nota culposa que suena en sus palabras, guiándome a creer que hay algo más en la historia.

“¿De verdad?” digo, sin preocuparme por mantener el sarcasmo a raya. “¿Ya no puede hacerlo o le pidieron que se fuera?”

Con su juego en marcha, la boca de Christian se planta con una línea obstinada, “Él se tuvo que ir”

¡A-ja!

“¿Por qué?” pregunto, empezando a sentirme a la defensiva por un chico que fue despedido por ser simplemente del sexo masculino. “Él es solo un chico, y uno muy talentoso. Chris se estaba llevando muy bien con él”

Cruzando los brazos sobre su pecho en un gesto de auto justificación, él solo confirma mis sospechas. “No hay manera de que lo deje a él estar aquí. Contigo. A solas” agrega, marcando cada oración con un sobresalir testarudo de su barbilla. “Además” dice apretado a regañadientes, “Yo lo he recompensado”

Le doy a mi esposo una mirada severa, poniendo mis labios en una línea desaprobatoria. Todo un hombre de contradicciones, me maravillo. Por un lado enfrasca al chico por ser hombre, pero por el otro lado él trata de compensarlo al darle su generosidad.

Sean amables y comenten sobre el capítulo por favor!

Link para el capitulo 61

17 thoughts on “Capitulo 60

  1. Monique Lain says:

    Hopefully this will work

    Liked by 1 person

  2. Guille says:

    Hola kere!!! a que jose los esta volviendo locos sera el malo? y christian con sus celos ya hasta con el profesor de piano que bárbaro y yo como siempre queriendo mas un fuerte abrazo saludos a monique Cuidate kere gracias😊❤

    Liked by 1 person

    • KereCB says:

      Hola Guille!!!! SI nuestro CIncuenta es un controlador celosooooo…. ya esta el capitulo 61 y una sorpresita más… Shhhh (esta semana son dos nuevos capitulos) Gracias por tu comentario guapa
      Kx

      Like

  3. Janitzia Berrido says:

    Holaaa!!!Vamos por parte. No creo que sea José el que le disparó a Christian. Creo que él no da para eso….Y Ana, esa bárbara, con todo ese problema que tienen y lo que a ella le preocupaba era que no habían tenido relaciones en esos días y que él no lo hacia porque ella se estaba poniendo gorda… No, no no. Insisto Ana es muy ñoña. Ja,ja,ja,ja…Pero lo de Christian no tiene madre, despidió al profe de piano. Ayyyyy que celos más terribles. Christian necesita a Flynn de urgencia (911, please). Esos celos pueden llegar a ser muy peligrosos. Pero nada, al fin y al cabo, me encanta esta pareja. Y Amo a Grey, pero a Grey con Ana. Porque sin ella es intratable, prepotente y odioso. Ayyyy Christian!!!!Gracias Mil MONIQUE Y KERE!!UN ABRAZO!!!

    Liked by 1 person

    • KereCB says:

      Jajaja Hola Janitzia, no pudiste describir mejor a nuestro Dominante favorito… jejeje es asi… Veremos hasta donde llega con sus celos… Y bueno Ana, es normal que sea asi no? Tiene al HOMBRE ALFA que todas queremos… Gracias Jani por tu comentario guapa. Abrazos…
      Kx

      Like

  4. Lupita Fernandez says:

    Kere, cada vez esta mas emocionante. Pero me niego a creer que Jose le quiera hecer daño a Ana y Chris. Espero que pronto puedas hacer la siguiente traduccion. Como siempre gracias por tu tiempo y esfuerzo.:-)

    Liked by 1 person

    • KereCB says:

      Lupe gracias a ti por tu comentario…. esta semana de sorpresa (hay dos capitulos) jejeje espero los disfrutes guapa. Y bueno ya veremos como se desarrolla la historia. Un abrazo
      Kx

      Like

  5. Verónica says:

    Hola Monique y Kere! !!!!! Que capítulo por deus! !!!!!! Pobre Ana yo la entiendo, cuando uno está embarazada tiene la sensibilidad a flor de piel, yo estaría igual de solo pensar que el Adonis de tu marido e insaciable sexual, no te toque por días; yo me haría cualquier película también! Y me encantan los celos enfermizos de Christian, que un bombonaso de esos te quiera de esa forma!!!!!!!! Y de Jose espero cualquier cosa; el amor enfermizo puede hacer desastres en tu cabeza! Estoy deseando llegue el sábado para el próximo capítulo! Besos a todas desde mi querido Montevideo, Uruguay! !!

    Liked by 2 people

    • KereCB says:

      MI Vero hermosa! Gracias por tu comentario… Y si a mi me encantan esos celos locos de Christian, es demasiado excitante…. Un abrazo calido hasta Montevideo.
      Kx

      Like

  6. Anne Luna says:

    me encanta cada vez más la historia la c
    vuelta que le han dado a todo es increíble me encantan este Christian y esta Ana maduros y con sus ideales bien definidos espero con ansia el otro capítulo.

    Liked by 1 person

    • Monique Lain says:

      Hi Anne, chapter 61 is out, I just forgot to post the link at the end of 60. If you scroll right down the sidebar on the left hand side of the blog you’ll find all the Spanish chapters, including 61. Thank you for your feedback 🙂

      Liked by 1 person

    • KereCB says:

      Hola Anne es un placer que te guste la historia 🙂 Gracias por tu comentario. El capitulo 61 ya esta publicado. Lo encuentras en la barra lateral izquierda en la seccion del Meander en español. Un abrazo guapa
      Kx

      Like

  7. Ana de Rueda says:

    No me quiero ni imaginar por la que están pasando estos dos.Todo el estrés por el reportaje de GQ, todo el problema con José y como si fuera poco las hormonas de Ana y los celos de Christian 😉 cualquiera explota.
    Este suspenso me mata. Saludos chicas 😛

    Liked by 1 person

    • KereCB says:

      Jajajaja por eso es mejor que cualquier cosa que le pase a Anastasia se le eche la culpa al embarazo no? jejeje… Gracias Ana por tu comentario
      Un abrazo guapa!
      Kx

      Like

  8. Claudia Henao says:

    Jajajaaja Ayyy Cristian que posesivo eres. Me encanto como siempre este capítulo. Todavía me cuesta digerir lo de José. Muchas dudas…. Gracias Monique excelente historia. Gracias Keremy

    Liked by 1 person

    • KereCB says:

      A mi me encanta el Christian posesivo y controlador jejeje… Gracias a ti Clau por tu cometario y apoyo de siempre. Es un placer para mi hacer la traduccion y formar parte de la historia increible de Monique
      Un abrazo guapa
      Kx

      Like

Please, feel free to leave a comment