Capitulo 64

“Vamos a casa, Sra. Grey. Ya he tenido suficiente por hoy de compartirte con el mundo.” La voz de Christian todavía es baja y lenta de nuestro encuentro, pero bajo su agarre juguetón puedo sentir una medida de verdad.

Si, medito, nada como una tarde deliciosa para quemar ese margen duro de enfado. Zumbo mi acuerdo, pero en el fondo de mi mente archivo sus maneras locas de espiarme como una pelea para otro día. Una vez que este drama con José se resuelva, las cosas tendrán que cambiar. A lo grande.

Con una sonrisa arrogante, me pasa el pequeño pedazo de tela que son mis pantis, dejándolas colgar en la punta de su dedo. Tonto arrogante, pienso mientras las agarro, mirando a esas orbitas brillantes de color gris que son sus ojos. Él obviamente está encantado que ha logrado someter a su gata en una gatita que ronronea.

Entrecerrando mis ojos hacia él, lo dejo disfrutar su victoria – por ahora. Pronto estaré dejando mi punto claro. Y ¿Cómo es posible que él todavía luzca tan bien después de lo que acabamos de hacer? Me meneo de vuelta a mi vestido, celosa por un momento de la lotería genética impresionante que él ganó cuando nació, hasta que recuerdo la mano de mierda con la que fue tratado por parte de esa misma madre. Con él siendo tan supremamente seguro, con tantos logros es muy fácil olvidar que él viene con un bote lleno de equipaje, especialmente se olvida si vienen tan hermosamente envueltos.

Como siempre, compasión y empatía son los contrapesos que la ira y el resentimiento de sus acciones pueden dragar de mí. Añádele a eso que los océanos de amor que compartimos entre nosotros, y tenemos algo que singularmente funciona – para nosotros. Que se joda el resto del mundo si no lo entienden.

Asombroso lo que un poco de perspectiva puede hacer, me recuerda mi diosa interna dulcemente mientras se estira en un sillón, luciendo complacida con mis conclusiones.

Ahora todo lo que necesito hacer es recordar eso en vista de todas las tormentas brutales que se nos vienen encima.

Sonriendo, Christian toma mi mano y me guía fuera de la oficina. Cuando salimos un silencio imponente cae sobre el espacio de trabajo abierto. Cada persona tratando lo mejor que puede de lucir ocupados mientras ellos miran sospechosamente en nuestra dirección.

¡Oh Dios mío! ¡Ellos saben! Me encojo, ruborizándome con la ferocidad del fuego, pero mi esposo ni se inmuta. Calmadamente – y con una gran sonrisa – se voltea hacia mí, enrosca sus brazos a mí alrededor, y me besa – ruidosamente y profundamente.

Dejándome mareada, le da la cara a su personal una vez más. “Esposa caliente” dice sonriendo, mirando tímidamente mientras inclina su cabeza en mi dirección. Él estira su mano para que Chris la agarre, y con eso, salimos en grandes pasos, dejando las risitas, suspiros, y los susurros atrás.

¡Lo podría besar de nuevo! Qué manera de mostrarle al mundo, al menos al de Grey Enterprises, que somos sólidos. Dudo que vaya a haber más chismes sobre mi fidelidad o el supuesto rompimiento de nuestra relación de cualquiera que haya sido testigo de ese beso.

En casa me quito los zapatos y cambio mi ropa de trabajo por un par de pantalones cómodos de yoga y un sweater. Estoy esperando con ansias los días del fin de semana; que parecen ser mucho menos estresantes que nuestros días de semana. Chris tiene otra cita para jugar mañana, esta vez con un pequeño niño que conoció en la guardería de GEH, Christian ha prometido pasar algo de tiempo de calidad con nosotros, y por supuesto mañana es la gran noche de Mia. Un fin de semana relajado nos hará bien a todos.

La vibración de mí teléfono en la cama me despabila de mis pensamientos esperanzadores, y cuando veo la cara de Kate en la pantalla me acuesto en la cama, acomodándome para una larga charla.

“¡Kate! Llamas en buen momento. ¿Cómo te sientes?”

“Estoy bien” asoma en una voz pequeña, haciéndome saber que no es así.

“Heyyyy ¿Qué pasa?” pregunto suavemente, cuidadosa de no convertir el quejido que oí en una cascada de llanto.

“Me estoy volviendo loca” admite, todavía tambaleándose al borde de un sollozo. “La próxima semana es El-Día y no sé cómo voy a manejar un resultado negativo, o si lo puedo manejar en absoluto” en las últimas palabras su voz se quiebra, dando paso a la inundación de la preocupación que escucho en sus lagrimas de temor.

“Oh Kate” digo mientras mi corazón se retuerce por mi amiga. ¿Qué le digo a eso? No tengo ninguna garantía para ella. Como ella, yo solo tengo esperanza, pero la de ella parece estar menguando. Todo lo que puedo hacer es compartir su dolor, y ser fuerte para cuando ella no lo sea.  “Cruzaremos ese puente cuando lleguemos allí. No hay razón en preocuparse por algo que todavía no ha pasado. Y sí estás embarazada, estresarte tampoco es bueno para ti.”

“Supongo” ella dice sin convicción, sollozando bajo.

“Kate, cariño” la tranquilizo, “incluso si los resultados son negativos, este es apenas tu primer intento. Y ¿no me dijiste que el doctor dijo que ustedes eran candidatos excelentes para el tratamiento?”

“Si, él dijo eso” me confirma con cansancio, “pero yo lo deseo demasiado, Ana. Elliot también lo quiere demasiado. Sé que voy a sentir como si le hubiera fallado a él”

Todo mi ser se llena con simpatía por ella. Aunque no en la misma medida, tengo una idea de lo que ella está sintiendo, el día que Christian me hizo hacer la prueba de embarazo, al ver su cara de emoción, hubo un momento cuando estábamos esperando por los resultados donde sentí el peso de su expectativa sobre mis hombros. Estaba tan asustada que su mundo se fuera a derrumbar si los resultados eran negativos, y que él me culpara a mí.

“Elliot te ama Kate – con o sin bebes. E incluso si falla esta vez, tu lo volverás a intentar. Al menos tienes opciones. No es como si la situación no tuviera esperanza”

Al otro lado de la línea Kate sopla su nariz, “Tienes razón. Por supuesto, tienes razón” dice ella, obviamente tratando de convencerse a sí misma. “Solo que parece que no puedo ser racional de momento. ¡Estas malditas hormonas me están volviendo loca!”

Débilmente nos reímos juntas. “Te entiendo amiga” medito graciosamente. “He estado allí, me ha pasado lo mismo. Oh, ¡espera! ¡Todavía me pasa lo mismo!” Esta vez compartimos una risa apropiada, simplemente dos amigas llegando a términos de las cosas que nos hacen mujeres, y a veces un poquito locas.

Después de mi conversación con Kate voy en busca de mis chicos. Puedo escuchar a Chris hablando con Gail en la cocina, pero antes que pueda llegar allí Christian me llama a su oficina cuando paso frente a la puerta abierta de su estudio.

Hago mi camino alrededor de su escritorio donde él me hala hacia su regazo. “La justicia está servida” me dice entre dientes apretados, mostrándome la pagina de la tableta en sus manos.

Rápidamente leo la retracción de la revistucha que jure jamás volver a apoyar, pero lamentablemente, se siente como muy poco, y demasiado tarde.

Debo admitir que la propaganda de página completa es difícil pasar por alto. Las letras negras resaltan sobre el fondo rojo, llamando al lector a leer el corto mensaje. ¿Y quien no es curioso por una retracción, especialmente si nos mencionan a nosotros? Tal vez es eso lo que me irrita más. Incluso una declaración retirada es todavía un recordatorio de lo que la declaración original decía.

“Gracias” digo, volteándome hacia su pecho cálido y agachando mi cabeza bajo su barbilla.

Sintiendo la lucha interna que estoy teniendo con todo este asunto, él coloca sus brazos a mí alrededor. “La reportera ha perdido su trabajo, y el editor está buscando una solución fuerte. Sé que parece vacio ahora, pero eso demuestra que somos serios, y aunque se puede esperar cualquier artículo hijo de puta, ellos van a pensar largo y tendido antes de soltar una mierda como esas de nuevo.”

Caemos en un silencio reflexivo mientras me acurruco sobre su regazo, absorbiendo la comodidad que su poder actual inquebrantable emana. Suavemente él acaricia mi cabello mientras mi mente revolotea alrededor de todo el debacle cuando me sobresalto. Con mi cerebro pensando claramente, de repente me doy cuenta el por qué me siento tan terrible por todo el asunto. Me desenredo de él y me siento. “¿Sabes que es lo que más odio?” pregunto, levantando mí mirada para encontrar la suya.

Christian no habla. Con la comprensión compartida de un cónyuge con experiencia, él entiende instintivamente que mi pregunta es retorica, y que yo solo quiero sacar las palabras de mí pecho. Él peina con sus dedos a través de los mechones escapados de cabello que se han salido de mí cola de caballo y me da un apoyo silencioso para continuar. “Odio que ella me haya hecho una persona horrible”

Él coloca su cabeza de lado y levanta sus cejas, incentivándome para explicar mejor. “Nunca he sido responsable que otra persona pierda su trabajo. Obviamente odio que ella haya mentido, pero puede que ella tenga una familia ¿sabes?” Avergonzada, dejo caer mi mirada y juego con el borde de mi sweater.

“Nena” murmura, acunando mi mandíbula para levantar mi cara. Su expresión es tierna cuando acaricia con sus dedos mis mejillas. “Tu compasión es hermosa, pero la gente no puede seguir trastabillando por ahí como niños sin supervisión cuando ellos son adultos jugando en un mundo de grandes. Ella tomo una decisión, y dado a quienes somos, ella debió haber tomado en cuenta los riesgos. Lo que tenemos que recordar aquí es que ella tomo la decisión de publicar la historia, a pesar de saber que era completamente fabricada. Nuestras acciones tienen consecuencias, y es un descuido grave por parte de la humanidad que ella esté aprendiendo eso ahora. De hecho, ella puede estar agradecida que solo perdió su trabajo.”

No quiero ponerme a pensar en lo que significa esa última parte, pero puedo ver su punto, y estoy agradecida por la paz que me da. Tal vez sea una buena idea hacer un ejemplo de ella para no tener que sentirme así de nuevo.

El sábado por la mañana nos ve a Christian y a mí flojeando en la mesa de comedor mientras Chris y su amigo, Jonathan, juegan en un fuerte de sabanas y almohadas que Christian construyó para ellos alrededor de la sala. Ellos se esconden el uno del otro, se ríen, y tropiezan sobre el gran mueble como solo los niños pequeños saben hacerlo, y me encanta. Me encanta observarlos, y si la sonrisa de mi esposo es algo por lo cual guiarse, él también está sintiendo la alegría del momento.

“Ellos son tan lindos” digo soñadora mientras enrosco mis dedos en el regazo de Christian. Él se ríe tranquilamente mientras lo empujo con mis pies, silenciosamente dándole a entender que quiero un masaje.

“Lo son” confirma, envolviendo sus manos cálidas alrededor de mis arcos y trabajando con sus dedos en la piel de mis suelas.

Con un suspiro cierro mis ojos. “Hhhhmmmm. Eso se siente taaan bien”

Como nada le da más placer que verme feliz, él masajea más fuerte, buscando los puntos de placer y haciéndome ronronear de satisfacción. También es la oportunidad perfecta para traer algunas cosas para conversar con mi hombre dominante, pero pienso que voy a empezar la difícil conversación con una menos polémica.

“¿Hay algo sobre la renovación?” pregunto ligeramente, manteniendo mis ojos cerrados.

“Todo en marcha de acuerdo a Elliot. Tuvieron algunos problemas buscando las losas de piedra para el patio, y todavía tenemos que tomar la decisión sobre si queremos o no poder cerrar la terraza en invierno, tal vez con puertas de vidrio bi-plegables, pero aparte de eso, parece que estamos listos para principios de Marzo.”

Levantando mi cabeza, abro mis ojos para atrapar la mirada de mi esposo. “¿En serio? ¡Eso es estupendo!” No puedo evitar la sonrisa placentera que se curva en mis labios. Mudarnos a la casa en Sound se siente como si pudiera ser un nuevo comienzo para nosotros, otro círculo completo que hemos dibujado, y un nuevo capítulo para llenar con recuerdos felices.

La sonrisa en respuesta de Christian es igual de encantada, y sus ojos están brillando. “Me encanta verte feliz Sra. Grey”

Mi corazón se contrae en un nudo mitad eufórico, mitad dolido. Si, nosotros seremos felices allí, pero quiero más. Puedo visualizarnos fácilmente allí – mi pequeña familia, pero también quiero ver a Kate y Elliot, a Mia y Ethan, y muchos pequeños primos para Chris y nuestro nuevo bebe. Quiero ver a Grace y Carrick, a mi mamá y Bob, y a mí papá agotado de perseguir a los pequeños por todo el prado. Quiero oír la risa de la alegría de estar juntos como una familia.

No estoy preparada para perder este tiempo hermoso con mi esposo, así que empujo mis pensamientos a un lado, mantengo mi sonrisa, y abordo otro tópico, “¿Sabes cómo está llevando Elliot lo de la FIV? (FIV=Fertilización In Vitro) Kate está muy nerviosa por la próxima semana.”

“Me puedo imaginar, y no. Elliot no ha dicho mucho, pero está tan malhumorado como la mierda. La semana pasada envié a Bastille a casa de mis padres para ver si sacarle la mierda a algo mejoraba su ánimo.” Él se ríe y pasa su mano a través de su cabello. “Claude dijo que tenía mucho trabajo por delante. Dijo que Elliot magullo las almohadillas de golpeo hasta la muerte.”

¡Ese es mi esposo, siempre tan considerado! Medito orgullosamente. “Eso fue muy bueno” digo, inclinándome hacia adelante para besar su nariz, “También he estado pensando sobre nuestro bebe?” Mi mirada se aleja de la suya para ocultar mi aprensión. Sé que a él no le va a gustar lo que quiero decir.

“¿Ah?” dice en una voz cálida y dulce ahora que hemos llegado a su tema favorito.

“Si” confieso cuidadosamente, mirándolo a través de mis pestañas. “Sabes que tuve algunas… uhm… complicaciones con el nacimiento de Chris ¿verdad?  Todo paso tan rápido después de eso con la cesaría de emergencia, que siento que me perdí de todo el asunto.”

El desgaste se apodera de sus rasgos, “¿A dónde vas con esto Ana, porque espero como el demonio que no sea a donde yo estoy pensando?” Se ha ido mi hombre sonriente, y en  su lugar tengo uno luciendo decisivamente molesto cuando aprieta su mandíbula, sosteniéndose a lo que debe para que su control no se deshilache.

Lo cuento como un progreso. Al menos él me está escuchando – más o menos. “Quiero intentar tener este bebe de manera natural” mis dientes muerden mi labio inferior mientras lo miro desenfrenarse y luego, para mi sorpresa, volver a tomar las riendas de control.

Sus labios se aprietan en una línea dura, y la presión de su agarre en mi pie es tan tensa como sus emociones en este momento. “No me gusta, Ana. Me estás poniendo en una posición donde potencialmente tenga que escoger entre tú y algo más, y por más que yo ame a este bebe que aun no nace, no elegiría otra opción que no seas tú. ¿Puedes entender eso?”

Guao. Esa es una reacción mucho mejor de la que esperaba. Mucho menos que la guerra a toda máquina que pensé que iba a tener en mis manos en este momento. Finalmente mi esposo loco por el control está tomando en consideración mis deseos. Aliviada y profundamente conmovida, agarro su rostro entre mis manos. “Si, entiendo completamente, y estoy feliz de discutir el alcance con la Dra. Malone y cualquier otro experto que pueda ayudarnos a tomar la decisión. Tampoco quiero que nada malo nos pase a nosotros” digo sinceramente, acariciando mi abdomen con una mano. “Pero si quiero estudiar la posibilidad.”

Puedo ver como sus nervios se estiran tensos, y la batalla que rabia en sus ojos oscureciéndose. “Podemos hablar con la Dra. Malone, pero quiero que me prometas que vas a acatar la opción más segura. Sin pelear contra el resultado. No voy a tomar ningún maldito riesgo contigo y este bebe.”

Por dentro respiro un suspiro de alivio. “Eso es lo único que estoy pidiendo” Inclinándome hacia él paso mis labios por los suyos. “Gracias Christian”

“Hmf” se queja y sus ojos se cortan con una advertencia para mí, pero nada puede detener la burbuja de alegría que explota en mi cara con una sonrisa.

De hecho buen progreso. Christian está aprendiendo y creciendo.

Caemos en un hechizo tranquilo pero es pacífico y disfruto de simplemente estar con él. Hacemos muy poco de esto, y es doblemente agradable poder ver a Chris juntos. Pero, incluso en los buenos momentos, lo malo está siempre está al acecho de mis pensamientos revoltosos, y no pasa mucho tiempo para que mi mente divague hacia José- “¿Qué va a pasar con el cambio de nombre de Chris si no podemos localizar a José y si él se rehúsa a renunciar a sus derechos de padre?”

Al instante la postura de Christian cambia, pasando de relajada a rígida cuando el flash de la rabia que veo en su cara golpea todo su cuerpo. Sé que su tono cuando me responde solo es medido por mi bien, “Sí él no renuncia, él se está buscando una multa y luego tiempo de cárcel o más allá de eso, y sí no lo podemos localizarlo, el juez tomará una decisión basado en los hechos del caso. Él tiene una prueba genérica en archivos: en realidad no hay áreas grises allí”

Todavía estoy masticando eso cuando Chris y Jonathan vienen corriendo hacia la mesa. “¡Papi, papi es hora!”

“¿Hora para qué?” con un gesto exagerado Christian se encoge de hombros, haciéndose el tonto, y fácilmente escondiendo ese estado de ánimo oscuro de hace algunos momentos.

Chris lo agarra de sus brazos y apunto el reloj en la pared. “¡Mira! ¡Tu dijiste que cuando las manos estuvieran juntas en lo alto podíamos tener una sodpresa!”

“¿Dije eso?” Christian bromea, presionando sus labios para aguantar su risa.

“¡Sí! ¡Sí!” ellos gritan al unísono, cada uno tomando un brazo de Christian en un esfuerzo por arrastrarlo de su silla.

“¡Oh, sí, ahora lo recuerdo! ¡Me los iba a comer a ustedes de almuerzo!” Con un gruñido se levanta y los pequeños se dispersan, gritando de alegría mientras se quitan de su camino.

Justo cuando están fuera de su alcance, él me mira a mí. “Awww, y yo que quería llevar a los chicos a la piscina para hacer competencia de mini botes, pero supongo que ahora tendré que ir solo” Cuando hace un suspiro dramático, ellos vienen corriendo de regreso, aullando un coro de Noooo.

Con un niño guindando como un mono en cada uno de sus brazos, Christian se dirige a la piscina cubierta de Escala junto con Collins and Carl escoltándolos. Él reservó el espacio completo por la próxima hora, solo para que pudieran competir con sus botes a lo largo de los carriles.

Mi corazón se calienta al verlos divertirse, y me encanta que Christian esté entusiasmado de pasar tiempo con su hijo, estrechando lazos. Y mientras ellos hacen sus cosas de chicos, yo estaré horneando. A este bebe y a mí se nos ha apetecido galletas de chispas de chocolate durante toda la semana.

Cuando los chicos regresan, balbucean con entusiasmo sobre toda la diversión, se jactan de haber vencido a Christian, y aúllan como lobos por las galletas todavía calientes con leche antes que Susan, la mamá de Jonathan lo busque.

Al reflexionar sobre el día, solo puedo sentirme agradecida cuando Christian y yo regresamos de nuevo al apartamento después de haberlos despedido, pero ese sentimiento se va a lo lejos cuando nos encontramos con Taylor que espera por nosotros en la cocina.

“Señor, necesito hablar con usted por favor” Un mensaje no verbal pasa entre ellos. Christian aprieta mi mano y luego se va en dirección hacia su estudio.

Los miro fijamente, preguntándome si debería sentirme satisfecha con la victoria que tuve hoy, o si debería presionar para más.

Empieza como pretendes terminar, viene la respuesta de mi subconsciente, y estoy inclinada a llegar a ese acuerdo. Lo que sea que es, seguro nos afecta a todos nosotros, y mi lado obstinado se niega a ser sacado del circuito.

En el estudio Christian está golpeando fuertemente la pantalla de la tableta, mascullando improperios mientras un Taylor molesto lo observa, “No quiero seguir peleando por el derecho a ser incluida en lo que sea que esté sucediendo en nuestras vidas” amonesto en una voz firme, lista para hacer algo si debo.

Christian se restriega la cara con sus manos y sopla una respiración nerviosa. “Tú no necesitas ver esta mierda nena. No tiene importancia y solo te va a lastimar” él advierte en una apuesta por hacerme cambiar de opinión.

Oh no. Mis entrañas se retuercen y mi corazón se encoge. Es otro artículo, y a juzgar por la cara de mi esposo, es incluso peor que el último. Sacudo mi cabeza y rodeo su escritorio. “¿Ahora qué? ¿Más infidelidad?” Tal vez si siento algo por lo que dice allí antes de leerlo, no será un golpe tan fuerte.

Él toma mi mano, entrelazando nuestros dedos, y me clava una mirada preocupada. “Una vez que veas esto, se va a quedar contigo, y yo prefiero mucho más que prestes atención a lo que yo siento por ti en lugar de leer la mierda que esta gente escribe.”

Puede que él tenga razón, pero al mismo tiempo, odio no saber a lo que me enfrento. “Muéstrame” gruño con voz ronca antes que tenga tiempo de repensar.

Santa mierda. Jadeando y conmocionada hasta mi centro encuentro el asiento más cercano, que sucede ser el regazo de Christian. Sin decir ni una palabra me envuelve en sus brazos como para escudarme del dolor y la humillación. Es como si esta mujer hubiese mirado dentro de mi cabeza y haya arrastrado cada una de mis inseguridades, y luego mordazmente las haya compartido con lo que se siente el mundo entero.

Ni siquiera puedo llorar. Estoy demasiado conmocionada. “¿Por qué alguien escribiría algo como eso?” susurro, sin esperar realmente una respuesta por parte de Christian.

“Joder” escupe. “Esto, aquí, es exactamente de lo que trate de protegerte, el por qué me gusta tener el control de lo que ves y de lo que no vez. Odio que ellos te lastimen, y ellos lo hacen por mi culpa. Estos reporteros de tabloides, especialmente las mujeres, son un montón de sucias maliciosas que no hay nada que les encante más que devorar en pedazos a alguien para el desayuno. Es lo que vende. Por favor nena, trata de no tomarlo personal” él besa mi cabeza, respirando mi esencia mientras me sostiene cerca.

Extrañamente, el saber que esa es la receta que ellos siguen por el bien de las ventas solo lo hace parecer menos como un ataque personal y más como el precio inevitable que uno paga por la fama, casi como una novatada, pero no puedo negar que me lastima como el dmeonio. Flynn y yo hemos trabajado tan fuerte en ganar mi confianza una vez más, y tener a esta persona que ni siquiera conozco, que me la arrebate es indescifrable.

Uno de los muchos mantras de Flynn aparece en mi cabeza: puede que no siempre puedas elegir lo que te pase, pero ser una víctima de tu circunstancia es una decisión. Es un gran consejo, totalmente pertinente, pero jodidamente difícil de tomar. Ciertamente me siento victimizada.

Puede que no me guste, pero puedo vivir con la gente que está envidiosa de mí. En la superficie de nuestras vidas, debe parecer que nosotros lo tenemos todo, especialmente con la riqueza de Christian, pero el pensar que hay gente allá afuera quienes creen que él pudo haber tenido a alguien mejor que yo es tan personal como puede ser. También la inseguridad que he luchado por superar, esa que todavía me atormenta de más. Estoy casi segura que no me voy a sentir mal si esta reportera pierde su trabajo. Lástima que no haya salida por ser una perra.

“No es tan malo” Christian agrega, rompiendo en mis pensamientos tormentosos mientras acaricia mi espalda.

Resoplo, encontrando imposible de ver el rayo más pequeño de luz.

“Solo mira” dice, presionando sus labios en mi cabello. Con su mano libre él pasa el artículo ofensivo y me muestra otro.

Oh Dios mío. Nuestra pequeña escena en la oficina también llego a los tabloides. Y veo lo que Christian quiere decir. Al menos este es mucho más amable pero, aun así, ¡Que invasión a nuestra privacidad!  Parece que voy a tener que encontrar una forma de vivir con el chisme que día a día nos rodea.

Esta noche Christian saca otro conejo de su sombrero cuando nos lleva a Chris y a mí a la sala de cine para una noche de películas. Solo puedo sonreír ante su esfuerzo de darnos algo tan convencional. Mientras que esta pueda ser una noche normal para la mayoría de las familias, es una novedad para nosotros. Chris tiene tiempo limitado con la TV, y para nosotros parece que nunca hay horas suficientes en el día para ver algo.

Sonriendo ampliamente, me siento en el asiento del medio del sofá, estiro mis piernas enfrente de mí, y engancho un gran tazón de palomitas de maíz solo para mí. “Bien pensando Sr. Grey” Le guiño y doy unas palmaditas en los asientos a mi lado, invitando a mis chicos a que se unan.

Chris vitorea y luego salta a su sitio, acurrucándose a mi lado. Mi esposo mira con diversión antes de tomar su asiento a mi otro lado. Con su brazo extendido detrás de mi espalda en el sofá, él no pierde tiempo es ponerse cómodo abrazándome y disfrutando de la normalidad de la situación.

Puede que la película sea animada pero es genial, la elección ideal para nosotros ver como familia. Perfecta, justo como mi esposo y este momento bendecido que estoy pasando con mi familia.

Estoy sorprendida que Chris logre ver la primera mitad antes de que caiga dormido. Él ha tenido un día largo y emocionante, además es bien pasada su hora de dormir cuando empezamos a ver la película. Obviamente está agotado, pero en contraste, su papá está bien despierto y aparentemente disfrutando de esta rara delicia visual porque cuando la primera película termina, él pone otra para nosotros.

Yo me acurruco más cerca de él, disfrutando de su calor y del latido tranquilizador de su corazón contra mí oreja. Es tan cómodo, y no pasa mucho antes de que empiece a sentir como mis parpados se cierren con la necesidad de descansar. Justo cuando me rindo a la llamada tentadora del sueño, soy arrastrada del mundo de ensueño por el sonido del teléfono, el zumbido suave indicando una llamada desde dentro del apartamento.

“Taylor” Christian dice en seco cuando contesta, su tono claramente indicando su molestia al ser molestado a esta hora. Ya puedo sentir como su cuerpo se endurece con tensión, así que me siento para darle espacio. Al instante la pegajosidad del sueño se desvanece de mí cuando capto el tono de las palabras recortadas de Jason. De ninguna manera él va a molestar nuestra noche si no fuese importante, y un segundo después tengo mi confirmación.

Christian salta de su asiento y pasa una mano tensa por su cabello. “¿Qué mierda quieres decir con que ella está perdida? ¿En donde coño está tu equipo de seguridad en todo esto?” él grita, desde ya dando largas zancadas en su salida, sin duda para encontrarse con su mano derecha en el medio de lo que sea que se avecine con esta nueva crisis.

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