Capitulo 1

Adoro la trilogía Cincuenta Sombras escrita por E.L James, y los tres libros no estuvieron ni cerca de ser suficientes para mi, pensé en que podría ofrecerles más.. Todo el crédito y agradecimiento a E.L James y a su maravillosa Trilogía de Cincuenta Sombras de Grey por la inspiración. Sin embargo la historia sub-siguiente es de mi creación, así como también los nuevos personajes en la misma.

Con el fin de iniciar mi historia.

Era necesario que separara a Christian de Anastasia.

Lo sé, el pensarlo les rompe el corazón.

Pero les prometo – Es solo el inicio

¿Qué tal si, cuando Anastasia se entera que está embarazada huye en lugar de quedarse y enfrentar la situación?

 

Capitulo 1: Prologo

Punto de vista de Anastasia:

Mi cuerpo tiembla del shock por la noticia. ¿Un bebe? No, mierda, no, de ninguna manera!!! Inútilmente mi mente está tratando de entender esta información. Me siento como una niña, sin esperanza, indefensa, intentando encajar una clavija cuadrada en un hoyo redondo. Sé que Christian enloquecerá, se volverá termonuclear conmigo y hasta más. ¿Cómo pude dejar que esto sucediera? En un abrir y cerrar de ojos veo el Audi, donde Sawyer tiene la puerta abierta para mí. Vagamente veo su rostro de preocupación mientras frunce el ceño, notando lo pálida que estoy.

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“¿Hacia dónde Sra. Grey?” Él pregunta con su cara inclinada hacia un lado, luchando por saber por qué luzco como si hubiese visto a un fantasma.

“Al apartamento por favor”, Aprieto las palabras –  mas allá de las manos asfixiantes que aprietan mi cuello mientras entro al auto. El ritmo de mi corazón, aumenta por el pánico, una oleada de emociones lista para ahogarme. Mi respiración se vuelve más lenta y aguda, lagrimas pican en mis ojos pero parpadeo para evitarlas, usando lo último que queda en mi para no empezar a llorar, le pregunto a Sawyer  “¿Cuándo estará de regreso Christian de su viaje a Portland?”

“Lo estamos esperando esta tarde ma’am, tengo entendido, alrededor de las tres” él confirma mientras me lanza una mirada por el espejo retrovisor, las líneas de preocupación aun están visibles en su ceño.

Okey, tengo tiempo. Busco calma y suspiro, forzando a que el aire entre por mi boca. ¿Qué haré, qué haré..? Él ha mencionado niños antes, pero de un modo desconectado, como si solo los pudiera imaginar en una visión distante, sutil en un futuro. Incluso yo sé,  que ahora no es el momento, más allá de cualquier sombra de duda. No puedo evitar preguntarme si él estará tan contrariado que me haga deshacerme del bebe. Sé que lo haría, si él me lo pidiera.

No! No mi pequeño blip! Pongo mi mano de manera protectora en mi vientre aún plano – vientre que, por ahora, tiene un secreto devastador. Suspiro estremeciéndome mientras mi mano temblorosa se desliza a través de los mechones de mi cabello, mirando sin realmente ver por la ventana. A pesar del calor en el auto me estremezco, un frio como la bilis de pánico arde en mi garganta en carne viva.

Sé que él piensa que me ama – lo dice todo el tiempo, pero esta es una primera vez para ambos. Estamos enamorados por ahora, por el brillo de lo nuevo – lo sé – nunca es para siempre. De pronto la realidad de un compromiso a tiempo completo se filtra en la relación más feliz ¿y el amor da paso a qué? Compañerismo, si tienes suerte, y si no; al aburrimiento, la indiferencia o peor aún: el resentimiento. Yo lo he visto seguido con mi mamá, actualmente a la deriva de su cuarto matrimonio. Ella una vez dijo que su mundo empezaba y finalizaba con Ray pero lo recuerdo, todo muy bien, incluso ese amor no fue suficiente. Desde Ray, ella se las arreglo para hacer su camino con dos hombres más.

Me quejo mentalmente, ¿Cómo pude llegar a pensar que podía retener a este hombre? Sin invitación, mi subconsciente cruel me reprende con una serie de escenas, revoloteando en mi mente como un recordatorio visual. Veo imágenes de muchas personas, incluso de mi mamá, sorprendida del interés que él tiene hacia mí. ¿Cómo diablos pude no ver esas señales? Si los lentes empañados de amor que he estado usando me han cegado tanto, solo puedo suponer que ha sido lo mismo para él. Tarde o temprano él va a despertar junto a lo que soy realmente.

Para confirmar mi comprensión, el pensamiento molesto que he tratado fuertemente de suprimir, vuelve a pasar por mi mente. Siempre sin ser bienvenido, constantemente me dice que nunca seré suficiente para un hombre como él. Nadie entiende mejor que yo, que nunca podre ser todo lo que él necesita, incluso mucho más que Elena, cuando me acuso con esas palabras la noche de la fiesta de cumpleaños de Christian. La imagen punzante de Christian Dominante aceptando la completa sumisión de Leila se viene a mi mente. Es todo lo que puedo hacer para detener el miedo de seguir adelante, robando cada vez más mi cordura.

Mis facultades se reagrupan abruptamente, organizándose en un plan vago que se hace cada vez más claro, mientras pongo mi atención lejos de mi corazón roto. Me puedo ir, esconderme, empezar de cero. Al principio la idea es tan extraña como inconcebible, pero lo amo demasiado para herirlo como ya lo han herido. Debo evitar que él siga intentando ser alguien que no es. ¿Cómo le puedo pedir que sea padre, cuando se que le teme a eso más que a nada?

Junto con este momento de claridad tan alarmante, viene la certeza de que no he mejorado su vida. Él era feliz antes de que yo entrara a su oficina, seguro de sí mismo. Solo he traído confusión. Ni siquiera he sido lo suficientemente consiente para ponerme la inyección anticonceptiva a tiempo.

La sensación estremecedora de mi corazón es casi física, insoportable en intensidad. Arrancar la mitad de Christian es indescriptiblemente doloroso, seguramente dejara una cicatriz permanente. Lo amo demasiado – incluso el pensamiento de estar sin él es irreal, casi me dan ganas de reír la ridiculez del asunto. ¿Puedo hacer esto? ¿Puedo sobrevivir a una vida sin él?

Gracias a Dios siento un eclipse al pánico mientras razono conmigo misma, usando la lógica como arma. Tendré un bebe para amar, para que me ayude a salir con ánimo del agujero negro de la miseria en el que me estoy perdiendo. Puedo darle a Christian la libertad de ser el gran hombre que está destinado a ser, el Maestro de su Universo, sin inconvenientes a su vida perfectamente ordenada.

Cuando llegamos a Escala, Sawyer me deja en la entrada. Poco centrada, salgo del elevador hacia nuestra habitación sin ver a los lados. Puedo oír mi respiración forzada, mientras una mano implacable aprieta mi corazón. Siento como si fuera capaz de ver mi dolor, desde afuera – como si lo estuviera llevando puesto.

Agarro lo esencial del closet y del baño, metiendo las cosas en un bolso. Soy cuidadosa al dejar cualquier cosa que me haga recordarlo o que lo pueda guiar a él hacia a mí. Consiente de cortar todos los lazos, desconsoladamente dejo en la mesa de noche, mi anillo de boda y el hermoso brazalete que me dio en mi cumpleaños, con el recordatorio de todas nuestras primeras veces colgando. Duele realmente como si me estuvieran clavando un cuchillo directamente en la piel.

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Me pregunto, ¿Cómo hare para que él me deje en paz? Acosador que es, intentará mantener el control sobre mí, tratará de encontrarme y contactarme para descubrir mis razones. No tendré oportunidad de resistirme si me suplica, con todo su encanto y voluntad. Pero no puedo dejar que eso pase. Él no entenderá, por ahora él solo negará las cosas que en el fondo de mi corazón, se que son verdad. No soy y nunca seré suficiente para un hombre como él y si es como lo veo, en un futuro, vamos a hacer que mi inocente blip pase por un divorcio, o peor aún, viva un matrimonio sin amor, lleno de resentimientos, por su bien y por no hacer un daño incalculable a nosotros mismos.

Christian está dañado lo suficiente. Una vez que su enamoramiento hacia mí se le olvide, él verá que le he hecho un favor. Sin nada que lo detenga, él será capaz de ejercer su extraordinario control y forjar el éxito que está destinado a tener. Sin distracciones como yo o algún hijo no deseado, que le recuerde sus terribles primeros años de vida. Mi plan toma forma a pesar del dolor que siento, respiro profundamente.

Mi diosa interna y mi subconsciente están llorando juntas, la gravedad de mi decisión sentida incluso por ellos. Mi diosa interna pierde su vitalidad, su luz apagándose rápido, pero no puedo detenerme en eso ahora. Determinada nuevamente, observo la habitación para revisar si hay algo que he olvidado, veo mi bolso y vacio su contenido sobre la cama y busco las cosas que necesito. El parpadeo de la pantalla de mi teléfono llama mi atención, anunciando una llamada perdida de Jose. Respiro profundamente con fuerza a la solución que veo se me presenta. Jose! Eso es! No tengo duda que si recurro a él, me recibirá con los brazos abiertos a su vida.

El plan cambia y se transforma rápidamente, tomando forma, mientras ajusto los detalles sobre la marcha. Si nos casamos inmediatamente Christian va a pensar que el bebe que espero es de Jose y me dejara tranquila, si él piensa lo que quiero que piense. Saco de mi mente el pensamiento de que dejaré esta vida, este hogar, este hombre así como la mitad de mí misma que dejo atrás, la cual ya no me pertenece. Nunca seré capaz de entregarme por completo a alguien que no sea él.

En este momento de desesperación sé muy bien el abuso que estoy cometiendo de mi amistad con Jose, el hecho de que estaré usando su afecto hacia mí sin piedad alguna. Incluso ahora, se que la relación no durará, pero igual no necesito que dure. Todo lo que necesito es que Christian me deje ir.

Me acobardo de ver como la estrategia se despliega ante mí. Si le digo a Jose que Christian me ha rechazado por el bebe, entonces él- tradicional hombre que es- vendrá al rescate, dándonos la bienvenida a su vida a mí y a blip. La idea es desgarradoramente triste pero es la única salida a la que puedo llegar ahora.

Con mis ojos bañándose en lágrimas, arranco una hoja de la libreta. Hay un dolor fuerte en mi vientre cuando me doy cuenta que probablemente es la última cosa que alguna vez le llegue a decir. Coloco la pluma sobre el papel. Mi subconsciente está embalsamando a mi diosa interna, envolviéndola en gaza y dejándola allí. Ella se ha ido y así también se ha ido mi fuerza para luchar contra el mar de lágrimas.

Los sollozos son fuertes, y me sorprenden. Casi pierdo la cabeza, cuando tomo un segundo para medir el dolor que siento. Es demasiado, tan severo que no puedo comprenderlo y ahí está mi salvación – es simplemente mucho para sentir. La ruptura es como ser marcado indeleblemente, algo que nunca superaré. Encuentro la ultima fuerza de coraje en el amor que le tengo a él – Debo continuar Lo haré – por Christian, por mi pequeño blip.

Con el bolso que contiene mis posesiones bajo mi brazo, escucho a Sawyer. Lo encuentro en la oficina de Taylor dándole la espalda a la puerta. En silencio me escapo hacia el panel eléctrico principal que se encuentra en el cuarto de lavandería. Bajo el interruptor de la corriente eléctrica, y luego cuento mentalmente antes de que el generador vuelva a arrancar, bajo por las escaleras de escape, bajando de dos escalones a la vez. Con suerte Sawyer perderá tiempo buscándome en el apartamento antes de que pueda notar que me he ido.  Me he asegurado que nadie pueda rastrearme, dejé mi Blackberry y mi Mac, y con ellos los dispositivos de rastreo. La impresionante flota de autos de Christian esta fuera de límites. Dejar el edificio caminando y mezclarme con la multitud, es mi mejor opción de escape.

Punto de vista de Christian:

Christian está comprobando el punto de aterrizaje, a través de la ventana de Charlie Tango mientras se acerca al helipuerto en la azotea de Escala. Él mira a Taylor, inclinando su cabeza y dándole una pequeña sonrisa. Mientras se quitan los cinturones de seguridad, Christian recuerda la primera vez que él aseguro a Anastasia con el arnés. Una leve sonrisa se extiende sobre su increíblemente apuesto rostro, sus recuerdos tan coloridos ahora que la tiene a ella. Como siempre la intensidad de su amor por ella lo deja sin aliento, en su burbuja de felicidad de la que nunca tendrá suficiente. Todavía le sorprende tener esa capacidad dentro de él. Ella saca lo mejor de él, ella lo ha hecho mucho más de lo que era y él está tan, tan emocionado que ella le pertenezca. No puede esperar a verla, sostenerla, besarla, poseerla… Él simplemente espera que ella entienda lo que significa para él. Él intenta mostrárselo pero su experiencia con corazones y flores es limitada y por su puesto sabe que puede ser difícil vivir con él.

Su sonrisa se hace más grande cuando piensa, en lo mucho que ella juega con su paciencia a veces. Ella es como un soplo de aire fresco, él reflexiona cuando cae en cuenta que la descripción no encaja No- mejor – ella es el aire que él respira. Satisfecho con su conclusión, camina inclinado hacia adelante por la azotea para así evitar el zumbido de las aspas del helicóptero. Cuando se acerca al panel de la entrada, las puertas del edificio se abren, sorprendiéndolo tanto a él como a Taylor. Sawyer está parado en frente de ellos, respirando con dificultad. El rubor en la cara de este hombre junto con la mirada atormentada que tiene, pone a Christian en alerta máxima. Sus músculos se tensan, la adrenalina clavando en sus instintos afilados, solo le toma un segundo para darse cuenta.

“Sr Grey. Ella se ha ido! Yo… Yo estaba ocupado… Yo…” Sawyer apenas logra decir, mientras el horror invade sus rasgos habitualmente impasibles.

“¿Qué? ¿Qué quieres decir con que ella se ha ido?” Christian grita,  frunciendo su ceño. Su tono es agudo, la ira y el shock se hacen evidentes, pero hay una parte de él que espera no haber oído bien lo que dijo Sawyer.

“Señor, ella corto la energía eléctrica y se escabulló por las escaleras de escape mientras yo estaba al teléfono hablando con Welch” Sawyer lo dice con su cara furiosa; asumiendo la responsabilidad del descuido que podría costarle su trabajo.

Poco a poco la sangre se le sube a la cabeza a Christian, mientras su mente se llena de miedo. Todo lo que logra decir a pesar del terror es “¿Por qué?”

Sawyer parpadea con angustia, y luego con lastima “Ella dejo una nota señor”.

“¿Dónde?” Christian pregunta mientras le pasa por un lado a Sawyer. Su corazón late con fuerza, sus ojos grises salvajes, sombríos, determinados y llenos de aprensión. El elevador llega al apartamento, pasa el vestíbulo casi corriendo hacia la sala, gritando su nombre: “Ana, ¿Ana?” lo intenta mientras su mente no se hace a la idea de que ella no pueda estar allí. ¿A dónde iría? ¿Por qué se le escabullo a Sawyer? ¿Está en problemas?

Su mente vuela con preguntas sin respuestas, su sensación de control acostumbrada, le está fallando mientras se acerca a su habitación. Cuando se acerca a la cama que comparte – ve un pedazo de papel roto, inofensivo. Lo agarra, arrugándolo fuertemente mientras el miedo inunda sus sentidos.

Spanish Note

 

 

¿Qué mierda? Su mente frustrada con lo que eso implica ¿Cómo puede ser esto? ¿Qué carajo pasó? Lentamente se deja caer en el suelo junto a la cama, con la nota aferrada a su mano. Levanta su mirada incrédula hacia la puerta, Taylor y Sawyer son testigos de la devastación en su corazón.

El gris de sus ojos es sombrío, como si el fuego de ellos se acabara de apagar. La agonía es una máscara moldeando su rostro mientras su mundo cae, remplazándola por la oscuridad que envuelve su corazón para protegerlo del dolor sin sentido. Si hay algo bueno que aprendió de su horrible niñez es la habilidad de volverse a sí mismo de acero contra el dolor.

“¿Cuándo fue la última vez que la viste?” le pregunta directamente a Sawyer, con sus ojos nublados y fríos pero sus palabras mantienen tensión y gravedad.

“Señor, la recogí en el hospital, después de que ella fue a ayudar a Ray a instalarse. Ella salió luciendo distraída y muy pálida. Por un momento pensé que podía desmayarse, pero solo pensé que estaba así por su papá. Le pregunte ¿a dónde quería ir? Y me dijo que quería venir acá.” Sawyer traga nerviosamente mirando hacia abajo mientras organiza sus ideas.

“Ella fue directamente a la habitación. Yo me fui a la oficina de Taylor para llamar a Welch y mientras estaba hablando por teléfono, se fue la luz. Colgué y fui a buscar a la Sra. Grey. Cuando entre aquí vi la nota. Lo llame a usted inmediatamente, pero usted estaba aun volando” Incluso aunque él sabe que tiene la culpa, aun le quema en el cuello como el fuego.

Sawyer continua, con voz vacilante sabiendo que lo que está diciendo esta afectando profundamente a su jefe. “Yo… Yo fui de vuelta a la oficina, para chequear las cámaras de video –La luz había llegado para ese entonces, el generador había arrancado. La vi en la pantalla solo por un momento, mientras salía por las escaleras de escape, parecía apurada. Esa fue la última vez que la vi señor” Aprieta los labios preparándose para la rabia de su jefe, pero mantiene fija su mirada.

“Baje corriendo para tratar de alcanzarla pero ella ya se había ido para cuando llegue. Me di cuenta que ella bajo el interruptor del tablero eléctrico, de manera que no la pudiera ver escapar por las escaleras a través de las cámaras de seguridad” Respira tranquilamente, aliviado de liberarse de los hechos, pero asustado de la ira de su jefe.

Christian quita su mirada de Sawyer, “Taylor”, gruñe, “encuéntrala, quiero saber el por qué” El tono de su voz es ronca por la emoción que se siente como una mancha oscura en su conciencia.

Taylor asienta su cabeza en reconocimiento, se da media vuelta y se va por el pasillo. Christian se queda arrodillado al lado de su cama matrimonial, tratando de encontrar sentido desesperadamente de esta locura. Su mundo se ha volteado de pies a cabeza – una vez más. Todo está fuera de foco. Si se rinde al pánico, ni una pequeña cantidad de control propio lo logrará mantener a raya.

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Ya han pasado dos meses, y él no ha sido capaz de encontrarla, ni siquiera a través de sus padres, quienes parecen decididos a evitarlo a toda costa como si fuera alguna especie de plaga. Él sabe que ellos están escondiendo información acerca de ella, lo que no entiende es por qué. Él nunca le haría daño – todo lo que ha querido siempre es amarla y protegerla. Él solo quiere saber por qué. ¿Qué hizo él para alejarla? ¿Qué hizo que ella lo odiara?

El se sintió condenado. Ella lo conoce muy bien para poder evadirlo a él y a su experto equipo de seguridad y poco a poco eso lo estaba volviendo loco. La única noticia fue hace un mes, la petición por el divorcio. Él firmó los papeles por la nota que los acompañaba, escrita a mano por ella, donde le pedía que no hiciera las cosas más difíciles de lo que ya eran. Fue el peor momento de su vida- le destrozo el alma, pero él la amaba y la ama lo suficiente para darle la libertad que obviamente quería.

Su vitalidad se desvanecía de a poco, el hoyo negro de dolor chupando la vida de él. Incluso ahora que él la anhelaba a ella en todos los sentidos. Sin ella cada cosa era una tarea casi insuperable. Ahora su vida estaba vacía, verdaderamente gris… Él triplico sus esfuerzos para encontrarla, pero aún – nada.

Un golpe en la puerta de su oficina lo alerta de la presencia de Taylor, el agotamiento y la tensión en su cara era tan profunda como la suya. “Señor, tengo noticias” El corazón de Christian se paraliza, sus ojos expectantes, justo antes de notar el rostro severo de Taylor. Claramente no eran buenas noticias.

“Encontré esto hoy”, le dice a Christian, entregándole una copia de un documento. Agarrándolo con sus largos dedos y sus ojos escaneando rápidamente la pagina, él proceso su contenido. Con una fuerte inhalación el papel se desliza de su agarre. La licencia de matrimonio es de fecha de ayer, el novio Jose Rodríguez. Un trago amargo hace hervir su estomago mientras su mente se llena de horror.

“Hay más señor” Taylor suspira, aclarándose la garanta.

Lentamente y con cautela Christian levanta sus ojos grises y sin vida hacia su empleado de confianza – su mano derecha – preguntándose si podía aguantar más. “Está embarazada del Sr. Rodríguez”

EL golpe a su psique es tan fuerte, que por un momento literalmente ve estrellas estallando ante sus ojos, como si algo en su cerebro explotara. Usa cada partícula de su control formidable para permanecer en el momento, su corazón dolido rebelándose, pateando y gritando Nooooo hacia todos lados y con eco rotundo a través de su conciencia.

Punto de vista de Anastasia:

Miro por la ventana del hospital, perdida en mis pensamientos. Han sido ocho largos meses. Me cuesta creer que los he sobrevivido. Tal vez sobrevivir no es la palabra correcta – meramente existido. Poniendo un pie delante del otro, haciendo lo que se debe, pero sin vivir en absoluto. En la calma y silencio, mientras mi recién nacido duerme profundamente a mi lado, no puedo evitar reflexionar sobre los terribles meses pasados.

Tal como lo sospeche, Jose estaba feliz de dejarme entrar en su vida y hacer de mi una mujer “honorable”, especialmente si pensaba que el verdadero padre de mi hijo nos había rechazado. Tuve un divorcio rápido con Christian, principalmente porque no quería nada de su dinero o activos y luego, una boda relámpago con Jose

Fue un alivio abrumador que él permitiera que me fuera, firmando los papales de divorcio sin ningún alboroto. Admito que una pequeña parte de mi estaba sorprendida que me dejara ir sin una pelea grande, me hizo sentir incomoda, incluso me sirvió como prueba de que él lo había superado.

Fueron momentos difíciles, asegurándome de que no podía ser rastreada por su equipo de seguridad – Solo podía imaginar el esfuerzo que hizo por encontrarme. Al menos mantuvo mi mente alejada del dolor inmenso que sentía a mí alrededor. Nunca volví a SIP. Tenía que conseguir algo que hacer donde me pudieran pagar en efectivo – donde no debiera revelar número de seguro social o tarjetas de crédito.

Fui evasiva con mi familia, teniendo solo la mínima comunicación e incluso evadiendo completamente a mis amigos como Kate, mientras mi plan estaba en marcha. Sabía que una vez que estuviera casada nuevamente, él se mantendría alejado.

Al principio Jose me brindo mucho apoyo, entendiendo la terrible experiencia que había pasado, pero muy pronto nuestra estafa de matrimonio – predeciblemente – se acabo. Él se empezó a dar cuenta que nunca iba a superar la perdida de Christian Grey. No le podía ofrecer nada, mi cuerpo incapaz de responderle de alguna manera, con mi corazón tan destrozado y oscuro. Sabía desde el principio que iba a llegar a esto, pero ¿qué podía hacer? Mi necesidad de devolverle la vida a Christian y de proteger al bebe creciendo en mi vientre, era mucho más grande que mi necesidad de supervivencia – o la de Jose en todo caso, era muy tarde para cambiar cualquier cosa, pero me sentía muy arrepentida, y la vergüenza me pesaba.

Así que ahora, por mis pecados, soy madre soltera, Jose nos había dejado hace apenas un mes, recuerdo recibir una llamada de su padre al poco tiempo de haberse ido de nuestro lado, diciendo que Jose había sido llevado al hospital para recuperarse de un ataque que le dieron afuera de su apartamento. Lo golpearon gravemente, pero por suerte sin lesiones duraderas. Algo de este incidente me recordó a Christian, me dejo pensando, curiosa de saber si él tenía algo que ver.

No era ningún secreto que a Christian nunca le gustó Jose, y que yo me casara con él lo habrá hecho enloquecer. Si él se enteraba que Jose me había dejado mientras estaba embarazada con quien él pensaba era el bebe de Jose, me estremezco de pensar lo furioso que lo haría. Christian es ciertamente capaz de cegarse por la rabia y muy a menudo sus reacciones eran inesperadas. Sé que su naturaleza posesiva, su sentido de lo bueno y lo malo, lo podían guiar a buscar la justicia a su antojo a pesar de que no le pertenecía a él. Lo irónico y lamentablemente triste es que siempre seré suya.

¿Qué pudo haber sido si las cosas fueran diferentes? ¿Si este pequeño no se hubiera aparecido tan pronto?. No. Me regaño a mí misma. No puedo pensar así. Nunca iba a poder tenerlo. ¿Cuánto peor podría ser la caída, atrapada en un matrimonio con alguien que no te ama, y que solo se queda por no hacerle daño a un niño, como lo hicieron con él?

Mi bebe se estira. Pronto estará despierto y llorando para que lo alimente. Lo voy a llamar Chris, es mi forma de honrar a su padre, quien nunca sabrá de la existencia de su hijo. Tan destrozada como estoy, estoy muy agradecida por su nacimiento. Él me ayudará a levantarme otra vez, alguien a quien cuidar y amar, una razón para seguir adelante. Puedo darle todo el amor que tengo por su padre y él a su vez me ayudará a sanar.

Punto de vista de Christian:

Christian está de pie junto a la ventana de su oficina en el piso veinte de Grey House. Observando Seattle a sus pies. El cielo es de un gris mordaz reflejando sus ojos y pensamientos sombríos, mientras la lluvia choca contra el cristal de la ventana suavemente. El agua corre a través de la superficie en pequeños riachuelos, obstaculizando su visión. No es que le importe, su vista se pierde de todas maneras mientras él mira hacia el pasado.

Fue hoy hace cinco años que ella lo dejó. Después de que se enteró de su matrimonio con Jose y de tener a su bebe, ella dejo de esconderse y fue más fácil rastrearla. Incapaz de dejarla, él siguió sus pasos de cerca, pero sabia – a si lo matara- que ella le pertenecía a alguien más. Podía saborear su odio por el desgrasiado que lo separó de ella, aunque ella se haya ido por su propia voluntad.

Intento contactarla al poco tiempo de nacido su bebe, y nuevamente ella se rehusó a tomar su llamada. Fue tan lejos, que le envió un regalo al pequeño niño, esperando llegar a su corazón a través de su hijo, pero no, ella no quería tener nada que ver con él. Cuando ella le devolvió el regalo, el quedo en shock, de lo molesto que eso lo hizo. ¿Cómo puede estar aun tan molesto con ella? Intentó negarlo, pero sabía muy bien lo que eso significaba – Aun la amaba… Mierda pensó resignado, él siempre la amará. 

Después de eso, trató de seguir adelante. Al principio, corrió donde Elena, pensando que ella tal vez podía proporcionarle un bálsamo a su mente llena de un dolor adormecedor. Ella le dio la bienvenida con sus brazos y piernas abiertas – encantada de tenerlo de regreso. Sacudiendo su cabeza ante el recuerdo del error descomunal que en ese momento cometió. En el momento que ella lo tocó, él retrocedió, de hecho estremeciéndose por la repulsión. Ambos se sorprendieron y no ha vuelto a verla de nuevo desde ese momento.

Luego volvió a sus viejos hábitos – sacando la mierda a chicas con cabello de color castaño en su cuarto de juegos mientras intentaba en vano exorcizar el aferrado fantasma de Ana. Ni un azote del látigo o el golpe de una correa, lo hizo sentir mejor, moretones y contusiones a la vista solo lo hacían enfurecer mas por el monstruo que llevaba dentro. Las mujeres sin rostro no le ofrecían más que vacio, encuentros sin sentido que solo terminaron alimentando el odio a si mismo que tenía guardado, su espíritu mas roto que antes.

Su frustración fue creciendo, su ira consumiéndolo y eventualmente cedió a la amargura. Incluso dejo de ver a Flynn – estúpido charlatán caro que era. Esta ruptura sabía él que era algo que no podía superar.

La única cosa que lo hacía seguir adelante, era la filántropa y el trabajo de caridad de su compañía, y los combates regulares con Bastille, a menudo golpeándolo hasta el cansancio y perversamente agradecido por ello. Su ira estimulándolo sucesivamente. Funcionaba diariamente haciendo solo lo que debía para sobrevivir. Su vida estaba de vuelta en tonos grises.

Como siempre sintió la duda y el odio a si mimo resurgiendo, en algún punto de su mente retorcida estaba encantando del dolor de perderla. No es como si él alguna vez haya merecido a alguien como ella. Su arrogancia había sido su perdición, pero ¿qué fue lo que realmente la hizo alejarse de él? Esa era la pregunta que plagaba su mente, al punto de la obsesión. Su mente analítica, siempre tan útil en los negocios, no podía ayudar, solo lo hacía pensar en respuestas que se evadieron como el humo. ¿Qué pudo haber hecho diferente y por qué ella lo odiaba?

Lo único de lo que se sintió seguro fue de la noche que contrato a un asesino a sueldo para golpear a Jose. Ni Taylor sabia de su plan encubierto. Mientas lo piensa sus manos automáticamente empuñadas caen a sus costados. Él acaba de enterarse que Jose había dejado a Anastasia, dejándola con el trauma de otro divorcio justo antes del nacimiento del bebe. Eso, más la ira que le producía el pensar en las manos de Jose sobre su Ana, hicieron crecer su odio hacia Jose más que nunca, y tomo una decisión imprudente- para finalmente enseñarle al hijo de puta algunos modales.

Lo abría hecho antes, esa primera noche en el bar cuando Ana estando borracha lo llamo para reclamarle por lo libros que le había enviado. Solo desea haberlo podido hacer él mismo, pero eso, desafortunadamente era muy riesgoso. Tuvo que contratar a alguien que lo hizo por él. Le enseñaría al idiota una lección, nadie lastima a su Ana! Por un breve momento, una vez que lo hizo, se sintió feliz porque la dulce revancha lo distrajo del constante dolor en su corazón. Él nunca la habría abandonado si ella estaba embarazada con su bebe. Demonios, estaba seguro que si ella se quedaba con él, nunca, nunca la dejaría.

Andrea interrumpe su oscuro pensamiento, mientras golpea suavemente la puerta, entrando a su oficina “Señor Grey, Taylor está subiendo y tengo los folletos listos para que se los lleve” Sin sonreír, voltea para agradecerle solo asentando la cabeza.

Cuando Taylor entra a su oficina, Christian levanta la caja, y como de costumbre, ejecuta su lista mental de las cosas por hacer “¿Está listo para irnos señor? Taylor pregunta, observando con temor a su jefe, cuyo animo parece más oscuro que de costumbre.

Después de una brusca respuesta con su cabeza, se dirigen fuera de la oficina y bajan por el ascensor al Audi que los espera. Como se ha convertido en la norma, hacen su viaje al aeropuerto en tenso silencio. Christian aún no puede sacudirse su mente miserable. Cuando llegan, conducen directamente a la pista del Sea-Tac donde el jet privado de las Empresas Grey espera.

Mañana su compañía recibirá un premio por los programas electrónicos-reciclables que GEH ha establecido y financiado en todo el país. Él odia estar en el centro de atención en estos eventos, pero Ros no está disponible para ir y es algo importante para ellos. Otro paso que acerca a Grey Enterprises Holding de ser la empresa mas “ecológica” de los Estados Unidos.

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Cuando aborda el jet, siente ese miedo ahora familiar, que siente al entrar a algún lugar que le recuerde a ella. Los recuerdos vuelan a su mente y se burlan de él, especialmente los del día de su boda. Recuerda desvestirla aquí en el avión, sintiendo su piel calentarse bajo la punta de sus dedos, adorando su cuerpo, amándola. La alegría que sentía, su emoción contagiosa por la luna de miel, finalmente iría a Inglaterra. Como siempre estos recuerdos pisotean cualquier recuperación que podía haber logrado. Pensó que sería más fácil con el paso del tiempo, pero hasta el momento, todavía no lo supera.
Punto de vista de Anastasia:

No puedo evitar sentir escalofrió de la emoción. Esta será la primera vez que puedo llevar a Chris a unas vacaciones modestas, porque finalmente me las he arreglado para ahorrar algo de dinero. Es solo un viaje por el fin de semana largo, pero pienso que el cambio de escenario será bueno para mí, un descanso de lo cotidiano, y por su puesto una aventura emocionante para mi pequeño.

He decidido ir a Miami. Estoy apostando a una entrevista importante allí, pero aún debe ser confirmada. He tenido cuidado de escoger exactamente a donde ir y cuando. Aunque es poco probable, no puedo permitir encontrarme con Christian, incluso después de todo este tiempo. Aparte  de la tensión, pondría a mi frágil corazón expuesto, y lo obvio que salta a la vista, con solo mirar a mi hijo él sabrá, sin ninguna duda, que es el padre de Chris.

Con su cabello cobrizo, carita angelical, la única diferencia entre Chris y Christian son sus ojos. Chris heredó mis ojos azules, pero allí es donde su parecido conmigo termina. Es la imagen viva de su padre y tan mercurial, pero solo tiene cuatro años. Mi mamá nos acompañará para este fin de semana largo, una ayuda siempre es bienvenida para con mi hijo.

Nunca hemos hablado acerca de lo que paso entre Christian y yo, pero sospecho que ella sabía que yo era demasiado atrevida, volando tan cerca y quedando terriblemente quemada por el sol ardiente que es el Sr Grey.

Chris está entre nosotras, entusiasmado juntando nuestras manos mientras caminamos a través de las puertas del Zoológico de Miami. Este emocionado, su amor por todas las cosas relacionadas a animales lo ha dejado casi frenético de anticipación. Viéndolo tan animado y conversador en cada exhibición, es tan entretenido como los mismos animales. Sorprendido por el tamaño de los elefantes, los señala con su pequeño dedo. Embobado con sus ojos redondos, nos paramos para ver como los cuidadores del zoológico alimentan a los feroces cocodrilos, cuando cierran sus mandíbulas con fuerza, salta y se ríe. Más adelante, se emociona de placer con los sonidos de los monos

Miami zoo  zoo animals

Mientras caminamos, mis ojos vislumbran un bonito diseño de posters estratégicamente ubicados a lo largo del zoológico. Relacionado con la orientación ecológica del planeta y se celebra aquí, hoy, en el anfiteatro del zoológico. Vagamente noto que debe ser algo importante porque hay muchos de ellos.

Nuestros estómagos están retumbando, así que decidimos hacer un picnic, los tonos esmeralda de la grama y los grandes árboles nos invitan a pasar un rato agradable. Chris se come su sándwich de almuerzo, con su energía restaurada, corre a nuestro alrededor, con mucho entusiasmo imitando los sonidos de los animales. Al mirarlo me siento feliz por primera vez en mucho tiempo. Si creo él ha empezado a sanarme.

Punto de vista de Christian:

Al final de la tarde, el premio a los esfuerzos monumentales de Grey Enterprises Holdings en la industria del reciclaje es anunciado. Agradecido como siempre, Christian camina hacia el podio del impresionante anfiteatro, que se encuentra a su mayor capacidad. El mar de personas aplauden con entusiasmo y en él se refleja un destello de orgullo. Su compañía se ha destacado en este campo.

“Damas y Caballeros” su voz es fuerte y clara, “Gracias por este magnífico honor. En Grey Enterprises esperamos que la tecnología que surgió de estos proyectos se convierta ampliamente disponible, y que la industria siga nuestros pasos y finalmente estar en condiciones de poner a nuestro planeta y sus recursos en una vía sustentable”. Levanta el premio al aire y la prensa toma la foto del millón, los flashes de las cámaras brillando como fuegos artificiales. La audiencia se levanta y le dan una ovación de pie, el eco de los aplausos es ensordecedor por la acústica del lugar que está bien diseñado. Caminando fuera del escenario se pregunta cuan feliz se sentiría, alcanzando esta meta importante, si pudiera compartir este triunfo con ella…

Después de haber hecho su recorrido pasando algunas mesas, para dar la mano y recibir buenos deseos, dirige su mirada hacia Taylor, se toca la barbilla en la dirección a la salida, y Taylor hace su recorrido a través de la multitud para encontrarse con su jefe para su partida.

“Señor, si me permite” Taylor se detiene a pocos metros de la salida y mira fijamente a Christian. Sus ojos sombríos hacia Taylor “Bien hecho señor, lo que usted consiguió aquí hoy, es monumental. Por favor tome un momento para disfrutarlo” Taylor lo mira con sinceridad, pero Christian también puede ver lastima en sus ojos. Sabe que Taylor es el único que ha vislumbrado el tamaño del agujero en su corazón desde que ella se fue.

“Gracias Jason” hace una pausa “por todo” Christian lleva su mirada lejos de Taylor, terminando el momento entre ellos. No está de humor para pensar en el sentimentalismo; carajo! él sabe que tiene bastante de esa mierda pensando en ella. Pasa una de sus manos por su cabello, esperando que Taylor no le vaya dar lecciones sobre romper el protocolo por querer salir a caminar solo. Justo ahora, lo único que quería era estar solo “Tengo hambre, quiero caminar y comer algo rápido. Nos vemos en el hotel, ¿alrededor de las siete?”

Taylor estaba en conflicto con sus pensamientos – el deber Vs compasión. Tan bueno como era en su trabajo, conocía a Christian y si la experiencia le había enseñado algo, era que este no era el momento para discutir con su jefe. Escoger las batallas con sus clientes era una lección que muchos escoltas de seguridad les hacia bien aprender. Christian no estaba intentando ser irrazonable y Taylor entendía que la presencia constante de alguien más, era a veces una pesadilla, especialmente si habías perdido la voluntad de estar a salvo. Mientras el pensamiento paso por su mente, se dio cuenta que había dado con el problema, pero después de cinco años no tenía idea como hacer las cosas mejor por el hombre que respetaba tanto.

Finalmente, el asentó en reconocimiento, pero con la boca curvada hacia abajo para hacerle saber a Christian que no aprobaba lo que estaba haciendo. En un último intento para hacer lo que él sabía era lo mejor para su cliente, le ofreció a Christian las llaves de la camioneta rentada, pero él las rechazo. “Tomaré un taxi” se dio media vuelta y se dirigió en dirección a la venta de comida del zoológico, dejando a Taylor observándolo con un gesto de preocupación frunciendo el ceño.

Punto de vista de Anastasia:

Guarde nuestras cosas del picnic en el bolso y llame a Chris para que viniera. Aun hay mucho para ver y sin la posibilidad de regresar pronto, quiero aprovechar al máximo nuestro día.

Viene corriendo hacia mis brazos “¿Puedo ir al baño con la abuela?” pregunta, sus pequeños ojos azules mirando a los míos.

“Seguro amiguito” me volteo para encontrar a mi mamá “¿Mamá sabes a donde ir?”

“Sí, claro, pero es un poco alejado pequeño, ¿puedes aguantar hasta entonces?” le pregunta dándole su mano para que la agarre. Él mira abajo y luego arriba, observando su mirada de cuestionamiento y él asienta con su cabecita serio. Algunas veces sus gestos son la viva imagen de su padre, tengo que luchar con los recuerdos de Christian batallando mis sentidos.

“Los esperare aquí en el banco, frente a los patos”. Les digo, y se dan vuelta para irse. Mi mamá sonríe y guiñe el ojo sobre su hombro mientras esperan fuera de los baños.

Me pierdo en los pensamientos mientras observo a los peludos patos en el agua, mientras espero el regreso de mi pequeña familia. Distraídamente mis dedos se dirigen hacia la parte trasera de mi cuello, para rascar un extraño cosquilleo. En una oleada de sensaciones me estremezco, se me pone la piel de gallina e inconscientemente giro mi cabeza. Lentamente mi mirada se detiene en un par de ojos grises sin brillo que inmediatamente crecen y se fusionan con los míos. La chispa de reconocimiento es tan impactante que mi corazón se estremece y mi estomago entra en caída libre. Todo a mi alrededor desaparece en un segundo, mis piernas temblorosas esperando para dejarme caer.

Mi mente se pone en blanco por completo y mi respiración se queda atrapada en mis pulmones. En mis oídos escucho un efusivo pasado, ahogando cualquier otro sonido. Instintivamente dirijo mi mano al pecho, agarrando a través de mi blusa a mi corazón para evitar que se me salga del cuerpo. La clara posibilidad de que me pueda desmallar, me hace sentir nauseas.

Su asombro es claro y empeora con la ruptura de sus labios, acomodando su aguda respiración “¿Ana?” su incredulidad pasa a través de su voz ronca que me es tan familiar.

Mis sentidos confundidos y mi boca seca solo me permiten decir su nombre “Christian”.

Nos quedamos allí, suspendidos en el tiempo, mientras el mundo sigue a nuestro alrededor en cámara lenta – sin preocuparnos por el drama de nuestra reunión no planificada. Ninguno de los dos capaces de romper contacto visual. Lentamente empiezo a sentir emociones que estallan como burbujas en mi mente perturbada. Sentimientos que más o menos he logrado mantener alejados.

Por una vez mi subconsciente se revela libre al flujo de emociones. Incapaz de suprimir nuestro anhelo por él, ella susurra nuestro secreto desgarrador Te amo ella respira silentemente en mi mente, el eco se refleja en cada célula de mi ser.

Él luce tan perdido, tan frágil, y me doy cuenta que está herido. Su hermoso rostro lleno de angustia. Es el primero en recuperar la compostura. Cortando el contacto visual, pasando primero una y luego las dos manos por su cabello, sin lugar a dudas agitado.

Cuando vuelve su mirada nublada hacia mí, aun me encuentro atrapada – estupefacta – incapaz de coherencia. ¿Qué pasa con él? Entiendo el impacto obvio pero ¿Por qué luce tan triste? Su hermoso rostro no ha perdido ni un ápice de su atractivo, excepto por la mirada vacía de sus ojos. Hace un momento, un destello de dolor brillo en sus ojos, pero ahora están cuidadosamente neutrales, son como una piscina de mercurio. Mirándolo ahora, estoy casi segura que hice lo que era correcto, él es el epitome inalcanzable de un hombre indomable.

Observo cómo sus ojos imploran ven mi rostro, un sondeo desconcertado mientras busca en las profundidades de mi alma destrozada. Frunce su ceño “¿Por qué?” respira, el tono de su angustia es lo que me arrastra de nuevo a la realidad.

Con la realidad viene un pequeño niño, me da escalofríos y mi corazón se detiene – mi mamá y Chris estarán de vuelta pronto. No puedo dejar que vea a Chris! Mi mente se apresura para buscar un plan, pero mientras el miedo se apodera de mi, mi pequeño corre hacia mí, lanzando sus brazos alrededor de mis piernas, emocionado mientras mira de arriba abajo a Christian con una sonrisa tímida en su boca.

De repente soy una extraña, inmóvil y desconectada. Veo como la escena se desarrolla con una extraña objetividad. Christian baja su mirada por el movimiento ante sus ojos. La chispa de reconocimiento es rápida e inmediata, sacudiendo su cabeza para observar bien. Sus ojos sobresaltados de un lado a otro, un poco de confusión antes de dar paso a comprender.

“¿Qué. Mierda. Has. Hecho?” Su tono es bajo y suave, pero la amenaza de su ira es latente, me hace querer agarrar a mi hijo y salir corriendo. Estoy aterrorizada, temblando con miedo por la adrenalina, cuando mi mamá finalmente llega a donde estamos. Ella nos ve – y se detiene abruptamente.

“Carla” Christian la reconoce con un gesto brusco, su expresión es tensa antes de volver sus ojos furiosos hacia mí.

A pesar de la evidente angustia de mi madre, solo le toma un momento darse cuenta de la situación y su instinto protector sale a relucir. Agarra a Chris, lo alza hacia su cadera y aleja su cuerpo para mantenerlo alejado de Christian.

Porque ella cree que Christian rechazó a su hijo, frunce su ceño y le muestra su rostro con molestia. Le dije a todo el mundo la misma mentira, si tenía alguna esperanza de mantenerlo alejado. Tuve que dar una excusa creíble para dejarlo y garantizar el silencio de mi familia.

“¿Qué quieres hacer Ana?” su pregunta silenciosa es alarmante, implorando acción de mi parte.

“Vete mamá, te veré en el hotel”, apenas la miro, aun atrapada en la mirada de acero de Christian. Ella nos da una mirada mordaz. Sacudiendo su cabeza con consternación, ella se va por los jardines con Chris saltando sobre su cadera. Él me dice adiós con una sonrisa en su rostro, que le devuelvo por su bien. Aturdida levanto mi brazo, forzando a mis dedos moverse para decirle adiós. Cuando doy vuelta de nuevo, es para encarar el rostro radiando molestia a punto de estallar de mi ex- esposo.

Los ojos de Christian vuelven a ser los mismos de siempre, su marca registrada impasible sin revelar nada. Veo que su actitud ha cambiado abruptamente, erizado y nervioso.

“Tenemos que hablar.” dice y toma mi mano, arrastrándome por la salida más cercana. Estoy entre corriendo y caminando para mantenerme al ritmo de sus pasos largos. Mi caminar desgarbado coincide con el lio tambaleante y perturbado en mi mente.

Fuera del zoológico, llama un taxi con un gesto fluido, elevando su mano. Incluso los conductores de taxi se rinden a la fuerza de su voluntad, mientras el primero se sale de las líneas del tráfico para obedecer sus órdenes. Cuando sostiene la puerta, entro en el asiento trasero lo más lejos posible de él.

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Christian gruñe el nombre del hotel al conductor quien arranca nuevamente, inmutado por sus palabras entrecortadas. Por el rabillo de mi vista, lo veo mirando afuera, su codo descansando sobre la ventana abierta. Su mano inclinada en su barbilla y hundido en pensamientos profundos, tan lejos de mí.

Con nervios, descanso mis manos en mis muslos, pero no toma mucho tiempo antes que el silencio de un embarazo y nacimiento a escondidas traigan una montaña de emociones junto con mi llanto. Lagrimas silenciosas y calientes ruedan sin control por mis mejillas. Mi garganta se contrae, todo ese bulto de sentimientos sin interrupción inmóviles. ¿Qué he hecho?.

Su atención pasiva, le da puntos con el pañuelo que me da para mis lágrimas. Cuelga de su mano como una bandera blanca – ¿de rendición, de paz? ¿Puedo tomarla como símbolo de lo que vendrá? Agradecida limpio mis ojos, pero en cuestión de segundos está muy empapado para ser de alguna ayuda. Escurriendo a través de mis dedos, mientras el silencio tenso se prolonga lo suficiente para estallar.

Cuando llegamos al hotel, Christian le da un fajo de billetes al taxista. Parece mucho más de lo que es, pero sale sin mirar para atrás y sin decir una palabra. Le murmuro mi agradecimiento al taxista, sigo a Christian quien me espera en la acera. Da media vuelta, caminando con confianza hacia el vestíbulo del hotel Miami Conrad. Estoy atrás siguiéndolo de cerca, dejando mi cabeza colgar de mi cuello avergonzada.

Evito mirar a al personal del hotel con sus sonrisas profesionales, mientras caminamos hacia el ascensor, escondiendo mis ojos hinchado y empapados de su vista curiosa. A la vista mi subconsciente levanta una ceja, al particular calor de un torpe roce. Vívidamente recuerdo su toque, dejando fuego a su paso en mi piel.

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No, mi mente me advierte, No vayas allí! Entro primero pero el momento en que él me alcanza, nos sobresalta, los pequeños espacios del ascensor de repente retumban cargados de nuestra atracción. Jadeo, completamente aturdida. Después de todo este tiempo nada ha cambiado. Él aun ejerce ese inmenso poder sobre mí y mi cuerpo. Golpes y chispas de electricidad zumbando entre nosotros. No puedo evitar mirarlo curiosamente. ¿Lo siente él también?

Veo sus parpados cerrados y sus fosas nasales dilatadas. Inclina su cabeza – como saboreando el sol sobre su rostro. Cuando el ascensor anuncia su llegada en el piso correspondiente, rompe abruptamente el encanto. Gradualmente sacude su cabeza y se dirige por el pasillo con una determinación renovada en él. Lo sigo sintiéndome emocionada y aturdida, junto con las tumultuosas emociones golpeando en mi cabeza.

Una vez que abre la puerta, entra y se hace a un lado para que yo pase. Pestañeando, miro a su cara de piedra, la incertidumbre me mata. Desearía poder saber que está pensando, sus ojos están ardiendo, pero como solía ser durante nuestro matrimonio, no puedo descifrar la emoción. En silencio me indica que entre. Imponentes mis piernas temblorosas obedecen cuando veo la irritación oscureciendo en el iris de sus ojos.

A mitad del camino hacia la habitación, me detengo torpemente, en una sala de estar abierta, elegantemente decorada, esperando por sus direcciones. Distraídamente juego con el dobladillo de mi blusa, insegura de mi misma. Él va directamente hacia el bar, donde agarra una licorera por el cuello de cristal. El líquido color ámbar salpica violentamente, protestando por el trato fuerte.

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“¿Quieres un trago Anastasia?” Puedo decir que su voz barítona es engañosamente tranquila mientras me observa con sus ojos penetrantes. Me estremezco ligeramente ante la intensidad, la sensación de él mirando directamente al infierno de mi alma es adversa.

“Si… si por favor” le digo con una voz ronca, casi sin aliento mientras recuerdo la forma como él solía decir mi nombre. El dolor sopla de nuevo en mi maltratado corazón. Los recuerdos por más dolorosos que fueran me llenan de asombro, mis piernas doblándose, siento que voy a caer, me siento indigna. Él da unos pasos y de inmediato está a mi lado, gracias a sus reflejos, agarrándome para prevenir mi caída.

Cuelgo de sus brazos fuertes como una muñeca de trapo, me sienta en la silla más cercana. Me ruborizo de la vergüenza, deseo que me trague la tierra. Él se agarra de los brazos del mueble, con sus ojos entrecerrados mirándome, por lo que parece una eternidad, mientras me preocupo de que este escuchando la sangre correr por mis venas como tambores.

En un momento de empatía, me hago a la idea de lo difícil que esto debe ser para él. Puedo ver su mente trabajando, analizando, formulando las preguntas que deben estar volando en su cerebro. Haciendo tiempo para regresar a buscar las bebidas. Cuando me entrega el vaso, lo tomo agradecidamente, con ambas manos, encontrando alivio en el sonido del hielo en forma de diamante chocando contra las paredes del vaso. Lo acerco a mis labios, tomo un trago, desesperadamente deseando que el sorbo ardiente, se lleve mi ansiedad paralizante.

Sentándose en una silla del lado opuesto al mío, Christian vacía su copa en un trago rápido. Después levanta su vaso hacia la luz y frunce su ceño, sorprendido de que este vacío. Lo coloca en la mesa lateral, y dirige su atención penetrante a mí. Se inclina hacia adelante, con los codos apoyados sobre las rodillas, sus manos unidas colgando, relajadas entre sus piernas. Sus ojos están brillantes, expectantes pero prudentes.

Dile la verdad Ana, danos un cierre. Mi subconsciente implora. Es lo obvio que debo hacer, pero me estoy ahogando en la incertidumbre y con terror. Tomo otro sorbo de mi trago para tomar fuerza y que mis palabras empiecen a salir.   

“Yo… cuando…, Tu…” Sacudo mi cabeza, tratando de poner en orden mis pensamientos, pero no puedo lograr poner una oración junta. Mi mente esta nadando, invadida por la mezcla de sentimientos, nublada como la espuma. Dejo caer mi cabeza avergonzada, miro el modelo de la alfombra a través de mis ojos empañados.

“¿Ana?” Oigo el abatimiento en su susurro, pero el instinto de protección mantiene mis ojos pagados a la alfombra, renuentes de mirar a su rostro.

Dejo salir un suspiro estremecedor, preparándome para compartir la verdad aplastante. “Me enteré que estaba embarazada con tu bebe, el día que trasladaron a Ray del hospital de Portland a Seattle. La Dra. Greene se topo conmigo y me pregunto por qué había perdido cuatro de mis consultas con ella” Lo miro, para calibrar su reacción, “ya sabes, para ponerme la inyección de nuevo” aclaro. Mis uñas se clavan en mis manos, furiosa conmigo misma por haber sido tan descuidada.

“Fuimos a su oficina, e hizo que me realizara la prueba de embarazo. Cuando vi la raya ponerse de color azul y su rostro al mismo tiempo, lo sabía, sabía que iba a arruinar tu vida con esta responsabilidad” Me retuerzo bajo su ceño fruncido, pero de pronto estoy dispuesta a continuar exponiendo mi caso, después de todo lo hice por él. “La responsabilidad de una esposa constantemente errante y un niño que no estabas preparado para tener, era algo que no te podía hacer” Mi rostro se vuelve a ruborizar de vergüenza, miro hacia mis dedos jugueteando para evitar mirarlo. “Sabía que nunca nos abandonarías por tu pasado, pero temía que solo lo hicieras por deber, eventualmente guardándome resentimiento, incluso al bebe”

De nuevo echo un vistazo rápido para medir su ira antes de seguir. “Ni siquiera pude recordar ponerme la estúpida inyección, después de todo lo que hiciste por mí, todo a lo que renunciaste por mí, como cambiaste por mi; yo sabía que iba a ser una esposa terrible para alguien como tú” Encuentro el coraje para mirarlo a los ojos, suplicando me entienda.

“Además” mi voz es baja, mientras trago lo que quema mi garganta. “Siempre supe que en algún momento te cansarías de mí, me tendrías rencor por forzarte a ser alguien que no eres. No podía hacerte eso, yo…” titubeo al desnudar mi alma, trago seco de nuevo “Yo te amaba mucho” Mientras las palabras salen de mi boca, me siento aliviada de dejar caer esa carga pesada de mi cuerpo.

Mirando hacia arriba para ver su reacción con mi aliento congelado. Lo que veo en su rostro es inesperado, rompe mi corazón, aplastándolo. Sus ojos brillan tenuemente con lágrimas, su rostro es duro, pálido. “Entonces, ¿era yo?” dice, con la amargura torciendo en su boca.

Inclinando mi cabeza, suavizo mi expresión. Todo mi ser duele por querer consolarlo, pero no entiendo “¿Qué quieres decir con que eras tú?”

Después de vacilar por un momento, rompe nuestro contacto visual “Anastasia, por los últimos cinco años, todo lo que quería saber era el por qué ¿Por qué me habías dejado?, ¿Qué había hecho yo para alejarte?”

Cuando sus ojos abatidos se mueven de nuevo hacia los míos “Ahora lo sé. No fui capaz de ofrecerte la tranquilidad que necesitabas para saber y creer que yo te amaba y te fuiste, muy asustada de decirme que tendríamos un hijo. Soy. Un. Monstruo” Susurra, su odio por si mismo agarrándolo implacablemente, su boca se diluye en disgusto enfatizado.

Viendo las garras de odio hundiéndose en él, es un balde de agua helada sobre mí. Aturdida, salto de mi asiento, la adrenalina me impulsa a actuar. “No” grito, sacudiendo mi cabeza con vehemencia. “¿Cómo puedes pensar eso? ¿No ves? Tu. Eres. Demasiado. Bueno. Para. Mi. Tu eres todo, romántico, generoso, hermoso, rico, bueno en todo. ¿Cómo pude haberte tenido? ¿Yo?” Señalo con mi dedo fuertemente en mi pecho. “Torpe, siempre tropezando, haciendo cosas estúpidas e imposibles, haciéndote molestar!” Respiro con dificultad, mis ojos llenos de incredulidad.

De repente, cambia su comportamiento – tan mercurial como siempre – pero ahora, está molesto. “Entonces, ¿Corriste a los brazos de Jose?” dice su nombre con desprecio, molesto apretando su mandíbula. “Eso casi me mara Ana. ¿Lo sabías? La idea de otro hombre tocándote…” su voz se apaga, temblando, sus ojos bien abiertos “Tu embarazada con quien yo pesaba era el hijo de él, cuando él te dejó, yo casi…” Su expresión de dolor es todo lo que necesito para visualizar la escena a color.

“¿Por qué no te pusiste en contacto conmigo? ¿O devolviste alguno de mis mensajes, de mis llamadas donde te suplicaba hablar contigo?” Se levanta, y lleva ambas manos sobre su cabello alborotado, implorando mi respuesta.

Miro hacia abajo, donde están mis manos, y de nuevo trato de explicar “Sabia que tratarías de hacerme cambiar de opinión si te decía” mi voz es pequeña, baja. “No haría… no podía esperar que tu hicieras más cambios por mi y en última instancia por el bebe, yo… yo pensé que tú me olvidarías y tu amor ciego hacia mí en poco tiempo.” Hago un gesto arrogante moviendo mi mano, “y te darías cuenta la pérdida de tiempo que era yo.”

Sus ojos están brillando con furia, con fuego en ellos “Por el amor de Dios Anastasia, ¿TU no entiendes? Por supuesto que iba a intentar que volvieras conmigo, de convencerte de que te quedaras a mi lado. Yo te amaba! Y no maldita sea…” otra vez, desconcertado, pasa su mano por el cabello “No te olvide, no te puedo olvidar. Yo. Nunca. Te. Voy. A. Olvidar!” Sus palabras suenan como un regaño furioso. Ambas manos en su cabello, halándolo.

Mi respiración se evapora, debería estar agradecida de escuchar que no me ha olvidado, pero siento que he sido golpeada en el estomago. Que irónico, lo deje porque estaba asustada que guardara resentimiento por el bebe. Ahora el me resiente por haberlo dejado, por romperle el corazón.

El camina por el salón, de un lado a otro como un león molesto y enjaulado. La tensión que irradia es palpable, lo suficientemente gruesa para romperse. Encogiéndome de nuevo, me hago lo más pequeña posible, para no añadir más a su ira. En uno de sus movimientos, me ve, como si hubiera salido de su trance. Se detiene, volteando para verme a la cara, poniendo un dedo en mi barbilla, la levanta para mirarme a los ojos. Mis dientes inmediatamente sueltan mi labio inferior, mientras siento su toque en todo mi cuerpo tembloroso.

“Tengo un hijo” dice en voz baja. Su expresión es sombría, tenue.

“Si” susurro, “un hermoso e inteligente hijo muy parecido a su padre” mi tono juguetón no es intencional. Con nervios vuelvo a morder mi labio, mientras sus ojos se agrandan, esperando por su ataque.

Con su dedo bajo mí barbilla, el mantiene un pequeño, precioso contacto entre nosotros, perforando su mirada con la mía. “¿Quién está cuidando de ti? ¿Por qué estas tan delgada? Tu ropa…” su voz se desvanece. Sé que no quiere ser grosero, pero él reconoce lo barato cuando lo ve.

Estoy usando una sudadera de algodón, y una camiseta manga tres cuartas con tirantes, toda cortesía de Wallmart. “Tengo un trabajo, para pagar mis deudas” Me siento desafiante mientras lo miro, desconcertada por el súbito cambio de ritmo.

Cuando me doy cuenta de lo he vuelto a hacer, suspiro pesadamente, “Ves, a esto es exactamente lo que me refiero, tu llegando, y yo pisando involuntariamente fuerte, sin pensarlo”

Se pone rígido ante mi respuesta y de nuevo escucho el odio a sí mismo cuando habla “Lo siento” murmura “Soy muy controlador” Cambia su mirada, escondiendo la crisis y encontrando algo mas en donde enfocar su mirada.

Mi corazón se derrite instantáneamente cuando mi memoria recuerda porque es de la forma que es “Christian, tu control, tu posesividad y tus celos siempre formaron parte de lo que me atraía de ti. Estoy aterrada que pienses que tuviste algo que ver con que me haya ido. Ahora puedo darme cuenta que actué sin pensar en las consecuencias que te traería. Yo era muy joven, muy egoísta – solo prueba que soy yo la que no es buena para ti” Lo alcanzo, lo tomo de las mejillas, forzándolo que me vea y que vea la sinceridad brillando en mis ojos.

Un gemido ahogado escapa de sus labios “Oh Ana” cierra sus ojos, luchando contra una batalla interna.

Cuando abre sus ojos, veo un destello de resolución, luego sus brazos me rodean, sosteniéndome como si fuera un naufrago y yo fuera su salvación. Me aprieta contra su cuerpo, el calor que irradia casi que quema, es desconcertante darme cuenta que aquí es donde quiero estar, y mi pudor se hace a un lado. Me aferro fuertemente, dispuesta a disfrutar del bálsamo que ofrece su abrazo a mi alma devastada – y a la suya. Nadie puede detener las emociones dispersas, inundadas con sentimiento, sollozo, mi corazón roto contra su pecho dolorosamente familiar.

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No sé por cuánto tiempo permanecemos abrazados, la enormidad de lo que le hice a él – a nosotros – me traspasa, me hace sentir mal. Christian no parece estar bien, no parece haber sanado su herida como pensé que lo haría. Al igual que yo, él parece aplastado, muy herido. Me pongo a pensar en cómo su odio a si mismo lo haría ver la situación. Me pregunto si ¿es por eso que permitió que nos divorciáramos sin mayor protesta?

Los fragmentos de entendimiento se cristalizan en mi mente mientras miro hacia atrás. El recuerdo de estar en la oficina del Dr. Flynn, preguntándole si Christian me querría si no estuviera tan herido, corre por mi mente. Veo la reacción de sorpresa del Dr. Flynn, la sugerencia de profundizar en por qué yo no me consideraba atractiva, como poco, tan digna…

¿Es posible que mi propia inseguridad haya provocado esta separación tan dolorosa? Recuerdo sentirme abrumada, todo sucedió muy rápido, y tanto ha pasado – todo a la vez. Me deje llevar por el maremoto que era nuestra relación y nunca encontré lugar para mí en ella.

Había días en los que deseaba tener un momento para estar sola, para pensar mejor las cosas. Nunca tuve ese momento nunca pensé las cosas. Nunca tuve tiempo para pensar en todo lo que paso. Para analizar, clasificar, aceptar y luego presentar la basura en mi mente de una manera ordenada. Incorporar e internalizar las nuevas experiencias y eventos dentro de mi sistema y formar uno nuevo, una versión mejorada de mi misma – tal vez uno que haya sido mejor equipado para lidiar con mi nueva maravillosa y complicada vida.

Había juzgado mal que mi inexperiencia se manifestaría en el nuevo mundo saturado de colores al que Christian me introdujo. Ahora está claro para mí que no podía pensar lo suficientemente claro para tomar decisiones razonables y racionales. Apenas tenía 22 años y muy sobreprotegida. El bebe fue la excusa final para sabotear algo que nunca creí realmente que existía.

Él dijo que me ama! De repente me siento sin aliento, mis entrañas navegando como un pequeño bote en el mar tormentoso. Me libero de nuestro abrazo y corro a tropezones al baño. Llego al baño a tiempo y hago un espectáculo cuando empiezo a vomitar. Puedo sentir a Christian detrás de mí, sosteniendo mi cabello fuera de mi rostro y la ironía no se pierde en mí.

 

Así es como todo empezó…

Gracias por leer –  no se olviden de opinar y comentar

* Masters of the Universe era el nombre original que EL James le dio FSOG cuando todavía era una historia que formaba parte del Fan Fiction de Crepúsculo.

 Link para el capitulo 2

28 thoughts on “Capitulo 1

  1. fanny rebellon says:

    Amiga no sabes cuanto te agradezco esta traduccion es perfecta, amo este fic, quiero recomendarlo se lo informare a algunas fans, no lo habia echo antes por la traduccion, sin embargo me gustaria que hicieras el contacto con la pagina de conociendo a cincuenta sombras de grey por sirocco 968 no se si lo leiste alli esta todo desde la perspectiva de cristian es bellisimo, y su facebook lo siguen muchismo, porque es genial yo las amo y se que si hablas con ellas te ayudan y asi te leen una gran cantidad de fanaticas, yo le recomende auna amiga que escribio El Precio del Placer hablo con sirocco la puso en su F y gano muchas fans gracias madre de ahora en adelante tienes una admiradora gracias un beso desde maracaibo.

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    • KereCB says:

      Hola Fanny, disculpa que no te habia respondido, como diria Monique a veces la vida real se nos pone en el camino y debemos prestarle atenció.
      Es un placer para mi colaborar con Monique, y me alegra mucho que esten contenta con la traducción, no es facil pero lo hago con muchisimo gusto, por el amor que le tengo a la trilogia y desde luego al trabajo de Monique (que ha sido excelente con este fic).
      Saludos hasta la tierra del sol amado, te mando un caluroso abrazo desde PLC…
      Saludos
      Y una vez mas gracias por tu comentario
      🙂
      Me pondré en contacto con las chicas del “Conociendo als cincuenta sombras de Grey”
      Kx

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    • Monique Lain says:

      I’m so thrilled that you feel Kereny has done a good job! She really is a star!

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  2. Betty says:

    La version en espanol me hace disfrutar nuevamente de estie trabajo tan bonito, gracias

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  3. LauraBMD says:

    FANTASTICA!!!

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  4. […] Da click aqui para leer –> via Capitulo 1. […]

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  5. viviana díaz says:

    Holaa me encantó tú historia pero no puedo encontrar más capítulos en español sólo hasta el 17
    Como puedo leer los otros

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  6. claudia says:

    me encanta !!!!!felicitaciones

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  7. Ana says:

    Hola, Hoy he comenzado a leer tu historia y en español, con una trama diferente pero me gusta mucho. Te felicito

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  8. wmar says:

    Comenzé a leer su historia y le puedo decir q he quedado encantada. estoy sin palabras. espero con ansias mas cápitulos en español. espero q el capitulo 23 no sea el ultimo. me niego a dejar esta historia. felicidades por el gran trabajo

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    • KereCB says:

      Hola Wmar gracias por el apoyo.
      Pues te informo que son aprox 70 cap, solo que en la traduccion apenas he llegado al 26. Poco a poco
      Un abrazo

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  9. Martha Liliana says:

    Me ha sorprendido enormemente el giro de la historia en este primer capitulo…..la determinación de Anna, el dolor de Christian..todo tan estupendamente narrado…es bello , gracias

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    • KereCB says:

      Que bueno que te ha gustado Martha, todo es gracias a Monique que nos ha regalado este pequeño giro en la historia original, pero que es igual de emocionante y fabuloso!
      Gracias por el apoyo y tu comentario…
      Kx

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  10. andrea valenzuela ulloa says:

    muy diferente a todo lo que he leido….me duele cuando el sufre tengo que decirlo…grandes detalles..me gusto lo voy a seguir pense que era retroceder de nuevo pero esta bueno el concepto muchas gracias

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  11. vic melendez says:

    Muchas felicidades me encanta el fic..sigue asi llenandonos de mas amor por christian..!!

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  12. Claudia Henao says:

    Que giro le has dado, felicitaciones me sorprendiste gratamente. Aunque uno quisiera que nunca se distanciaran.

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