Capitulo 22

El Bellagio una experiencia maravillosa por decir lo menos. Somos tratados como reyes y el hotel es el epítome del lujo ostentoso, completamente por encima de todo y esencialmente de Las Vegas.

La primera cosa impresionante que nos encontramos es el techo del lobby. Está decorado con más de 2000 flores de cristal sopladas a mano – una impresionante obra llamada Fiori Di Como. Las flores de cristal se sientan en tallos increíblemente delicados, como si ellos estuvieran creciendo desde el techo, sus rostros florales asomándose en todas las direcciones. Las tonalidades de azules y rojos, rosados y amarillos, verdes y naranjas están todos iluminados desde atrás haciéndoles brillar suavemente mientras se extienden en tiras gruesas a lo largo del techo.

Nuestro asombro es interrumpido por Alec, un conserje de bienvenida con una sonrisa brillante y un traje de diseñador, inmaculado y discreto. Nos saluda por nuestros nombres mientras un botones se ocupa de nuestro exiguo equipaje. El nivel de profesionalismo del personal es asombrosa, su atención al detalle – sin precedentes, parece que no hay mucho por pedir.

Ambos grupos de padres, así como Ray y Mia son alojados en magnificas suites del hotel pero, mi mamá y Bob son esperados más tarde el día de hoy. Mia promete venir a ayudarme a arreglarme una vez que ella se haya refrescado pero, sospecho que está dispuesta a estar con Chris. Para mí, está claro que ella está anhelando tener uno propio para apreciar y amar. Después de un momento bastante incomodo de abrazos de adiós por la tarde con los Grey, nos separamos y ellos se dirigen a sus habitaciones.

Como Christian, Chris y yo nos estaremos quedando en una de las Villas, Alec nos acompaña, junto con Taylor y Brandon al Lounge de la Suite ejecutiva para registrarnos en privado, un beneficio añadido al lujo decadente que forma parte del paquete de la Villa.

Lo seguimos, admirando los sitios a medida que avanzamos. Chris quien estaba dormido tumbado en el hombro de Christian ahora está completamente despierto, fresco de su breve siesta en el auto. Por la expresión en su rostro puedo decir que está abrumado por nuestro entorno. Sus ojos abiertos con asombro, apenas capaz de pestañear, su pequeña boca está abierta con asombro mientras digiere todo.

Caminamos por un jardín espectacular de invierno, que tiene una exhibición impresionante de flores y plantas. Alec actúa como nuestro guía y nos dice que la exhibición cambia cinco veces al año, de acuerdo con los temas de las estaciones del clima. Ahora está la exhibición de otoño y el espacio está lleno de todos los colores imaginables de naranja y dorado. Crisantemos decoran los parterres, están plantados en modelos haciéndolos lucir como pinceladas intrépidas de color lienzo de un pintor. Grandes calabazas y la vida como estatuas de animales se reparten entre las flores prolíficas y Chris señala que todos los animales están hechos de flores.

“¡Mami, papi, miren las aves de flores!”

Nos detenemos en frente de dos estatuas de garcetas. Una está en pose de pie, mirando a la distancia y el cuello de la otra se inclina hacia abajo con una curva elegante como si estuviera agarrando un pescado del agua para la merienda. Todo está hecho de flores frescas, incluso el agua sobre la que están. Detrás de ellas hay plantas altas y arboles creando un maravilloso telón de fondo en tres dimensiones, una fiesta para el ojo, eventualmente cuando se eleva la mirada hacia arriba, se ve el techo de cristal adornado.

Christian pone a Chris de pie y luego se agacha junto a él. “Esos son grandes garzas campeón; ellas capturan a los peces en el agua con sus largos picos” Hay tanto para ver, nuestros sentidos están casi abrumados mientras Christian señala a los conejos lindos, “¡Mira a los pequeños conejitos!”

Después de que chilla a los conejitos con bolas gordas blancas por piel, sus ojos se amplían de nuevo y sigo su mirada emocionada. Su brazo apunta hacia arriba, señalando – demasiado asombrado para hablar. Asomándome desde atrás de los pastos, a la altura del tamaño real, un tigre con gruñido hecho de flores.

“¡Guao!” Christian y yo exclamamos al unísono. Sonreímos el uno al otro y estoy tentada a decir mordisco, luego lo seguimos de la mano, para compartir su descubrimiento gozoso.

Después del jardín otra sorpresa nos espera. Pasamos un gran lago artificial con una fuente de baile que está sincronizada a la música y con las luces de colores, las más altas apuntando a más de 460 pies de altura. El conserje nos dice que tienen este show de agua cada 30 minutos, variando las canciones que la acompañan. En el momento en el que se mecen los chorros y salpicaduras, suena “My Heart will go on” Nos clavamos en el sitio, observando a través de las largas ventanas de marco del hotel a la vista sin igual de la gimnasia rítmica del agua.

Christian pone un brazo por encima de mi hombro acercándome más. Nuestros brazos libres agarran a Chris, acercándolo a nuestras piernas, nuestras palmas cruzadas sobre su pecho. Mi perfecta pequeña familia – entera y completa, nos deleitamos en la belleza y en la cercanía, mi corazón se llena de afecto por ellos. Una fuerte oleada del lazo de amor empuja todo lo demás de mi mente, haciéndome sentir optimista y en paz.

Siento a Christian en la oleada de la emoción y su mirada retorna a la mía, está ardiendo con una intensidad que transmite cada centímetro de lo profundo de sus sentimientos por nosotros – tan intenso que se vuelve una sensación física que la siento en la parte más profunda de mi alma. Me baño en el brillo de ello, rogando que sea capaz de mostrarle a él lo mismo. Cuando sus labios rozan los míos, agarro en un puño su camisa por el cuello y lo sostengo hacia mí, “Te. Amo. Demasiado” le digo en la boca.

Él cierra los ojos y descansa su cabeza sobre la mía, su mano izquierda se enreda en mi cabello en la nuca de mi cuello y su mano derecha acerca a Chris más a nuestro abrazo. No estoy segura si nuestro pequeño niño sabe lo que está pasando, en su cabecita pero, se queda tranquilo, espero que también, empapándose del amor que nos rodea, “Y yo te amo Anastasia” un momento pasa luego se inclina, con gracia alzando a nuestro hijo hasta nuestro nivel, “Te amo hijo” sus palabras son roncas, viendo a su chico con adoración pura. Me volteo, demasiado conmovida, haciendo un sándwich con Chris entre nosotros mientras los rodeo a los dos con mis brazos, sosteniendo su preciosidad tan cerca como pueda.

La conexión teje una poderosa armadura alrededor de nosotros, haciendo que nuestro entorno se deslice de la vista, hasta que solo somos nosotros tres – unidos por la pasión y los genes compartidos; Chris siendo la culminación, la encarnación de todo lo bueno entre nosotros.

Cuando el mundo vuelve a emerger siento una ligereza en mi ser, un nuevo dinamismo que me hace destellar con felicidad a Christian, enviándole un mensaje silencioso de confianza y de alegría. Por la peculiaridad encantada de su frente se que entiende y que comparte el sentimiento.

Alec debió haber captado el peso del momento entre nosotros, porque se ha derretido, dándonos espacio para abrazar nuestra unión. Taylor y Brandon están esperando discretamente en un segundo plano, ellos saben bien que no deben abrumar a su jefe.

En el Lounge de la Suite ejecutiva Chris y yo esperamos en sillones de felpa y disfrutamos del pequeño refrigerio que se presenta para los huéspedes. A unos cuantos metros, en el escritorio de bienvenida Christian está lidiando con los asuntos de nuestra estadía; incluso el dar la información de tu tarjeta de crédito es una experiencia tranquila y civilizada en el Bellagio. No hay que esperar, no hay personal agotado, simplemente eficiencia amistosa.

Brandon nos está vigilando mientras Taylor sirve de enlace con el gerente de seguridad del hotel, es obvio que el hotel está acostumbrado a lidiar con seguridad externa, cuando a nuestro equipo se le da la bienvenida y es informado del protocolo local.

Alec nos conduce a nuestra Villa en un carro blanco de golf, el logo del Bellagio está audazmente impreso a los lados, mientras Taylor nos sigue en un carro negro que será para su uso durante nuestra estadía. Noto que ambos están usando una identificación del Bellagio en sus cuellos, probablemente para que ellos puedan tener acceso a las áreas restringidas del hotel y casino.

Por lo que he visto hasta ahora la opulencia de la Villa no es ninguna sorpresa. Está perfectamente en línea con el compromiso del hotel de ser lo mejor en la zona, nada menos impresionante. Todas las Villas están situadas en un espacio amurallado y cada una está rodeada por su propio muro perimetral que ofrece un aislamiento total.

Nos dirigimos a nuestra entrada privada y Alec abre las puertas dobles, luego se hace a un lado para que nosotros entremos. Chris entra corriendo mientras Christian y yo lo seguimos a un paso más tranquilo, quiero tomarlo con calma y disfrutar del esplendor. Entramos a un acogedor vestíbulo, decorado con una lámpara de araña de cristal. Con el sol que entra detrás de nosotros, atrapa las caras del corte de las gotas de cristal brillantes, bañando la habitación en una lluvia de colores prisma.

Suspiro ante la belleza y luego me rio cuando encuentro la mirada encapuchada de Christian, centrada únicamente en mi reacción, el calor esparciéndose en mi rostro asombrado. Sus dedos confiados deslizan un mechón de cabello detrás de mi oreja y luego gentilmente trazan una línea a lo largo de la curva de mi mandíbula, luego levanta mi quijada, lamiendo dentro de mi boca mientras mis labios se abren por la sorpresa.

Cuando sus labios encuentran mi oído, su susurro seductor viaja directo al centro de mi corazón, “tu risa me pone duro” se aleja y se revela ante mi mirada de asombro con una sonrisa increíblemente pecaminosa.

El llamado emocionado de Chris a su papá me deja a solas con Alec para explorar la Villa en paz pero, no sin que antes Christian me lance una sonrisa de complicidad cuando se está alejando.

Entonces así comienza supongo; la lenta seducción de mi, su novia en nuestro día de bodas – no hay nada que haga mejor. Pensamientos deliciosos y hormigueos compiten por mi atención mientras me encuentro fantaseando sobre los planes del día y de la noche…

Cuando Alec aclara su garganta, me ruborizo de nuevo, rojo de vergüenza ante la respuesta servil de mi cuerpo, que pienso debe ser tan claro como día para ver. Estoy agradecida por su cara de póquer, que permanece encerrada en una máscara practicada, mientras me presenta a un hombre mayor, vestido con uniforme tradicional ingles de mayordomo, que parece haber simplemente aparecido a su lado.

“Sra. Steele, por favor conozca a James. Él estará a su servicio durante la duración de su estadía. Cualquier cosa que necesite, no dude en pedirla”

Sonrío y extiendo mi mano en señal de saludo, “Hola James, encantada de conocerte”

Con una leve inclinación de su cabeza, retorna mi sacudida de manos, con un agarre firme y seco, un toque de diversión en sus facciones serias, “el placer es mío ma’am. Bienvenida al Bellagio. Cualquier cosa que necesite; solo hágamelo saber”

¡Nuestro propio mayordomo!

Tiene los ojos azules y un aire reservado, que sospecho viene con tener que ser invisible e imperturbable bajo casi todas las circunstancias. Cuando pido algo de tomar, él parece encantado de tener algo que hacer y nos deja para seguir nuestro tour.

La Villa de tres dormitorios y siete baños tiene 8000 metros cuadrados de exceso en diseño europeo. Cuenta con un centro de entrenamiento, sauna seco, una habitación de masajes, un salón de peluquería privado, sala de estar, comedor, cocina, chimenea con doble cara y un bar bien surtido, el cual me ha dicho Alec está surtido con nuestras bebidas favoritas.

Por la Villa veo arreglos hermosos de flores frescas y dudo que sea coincidencia que en su mayoría sean peonías, mis favoritas. Como todo lo demás son de lujo, repletas al máximo con los botones de flores grandes y mullidos, una vez más, una prueba del nivel excepcional del cuidado a los detalles del hotel. En el comedor nos espera un festín de frutas, frutos secos, chocolate y cup cakes que espero degustar. Alec empuja las puertas francesas para revelar una terraza impresionante, agraciada con tumbonas acolchadas para tomar el sol junto a una piscina atractiva.

Jardineras al borde de la piscina están llenas con coloridos arbustos de flores, sus pequeñas hojas brillantes se derraman sobre las baldosas de piedra. Cada maceta y planta está bien cuidadas y en plena floración, llenando el aire de un perfume florar que me recuerda a los veranos perezosos y el sol besa mi piel desnuda.

Un lado de la terraza se abre a un claustro jardín muy cuidado. El césped es tan exuberante y verde que casi parece sintético. No puedo resistir flexionarme y pasar mi mano sobre él – solo para estar segura. El césped tiene un resorte satisfactorio y está recién cortado; un olor que me encanta. Saludo con la mano a mis chicos que están viniendo hacia mí, animados por su exploración del oasis amurallado.

“¡Mami, mami mira la piscina! ¡Y el césped, es tan suave!” tomo sus pequeños pies, le quito los zapatos y las medias, poniéndolos al borde de la terraza, ansiosa por sentir la hierba espesa entre los dedos de los pies.

“Lo sé amiguito, ¿no es fantástico?” me quito mis zapatos y pongo mis pies en la hierba, deleitándome en el cosquilleo bajo mis suelas. Él toma mi mano y me tira hacia abajo para sentarnos en el césped. Agarro su muñeca, acercándolo para un abrazo, pero él se resiste – luchando juguetonamente, tanto que me caigo. Riendo, rodamos sobre la hierba como cachorros recién bañados. Christian nos observa con diversión irónica luego hace lo mismo, quitándose los zapatos e incluyéndose en el forcejeo amistoso.

Los tres miramos hacia arriba para encontrar a James esperando con una bandeja de limonada. Aun riendo me levanto, “gracias James. Este es mi prometido, Christian, y nuestro hijo Chris” hago un gesto hacia ellos, mi corazón llenándose con ternura ante la imagen de mis hombres jugando. “Chicos, este es nuestro mayordomo, James”

Christian le da un saludo con la mano desde su posición, Chris lo tiene con agarre de lucha libre, encantado de que se las ha arreglado para derribar a su fuerte padre.

“Un placer Sr. Grey, Chris” James asiente su cabeza en saludo de esa manera modesta que tiene, la luz del sol brillando en el color plata de su cabello, luego coloca la bandeja en la mesa de hierro forjado adornada con un tope de mármol travertinos. Su boca se curva en una pequeña sonrisa mientras me mira, “¿Puedo?” levanta la jarra, goteando la condensación de los cubos de hielo que tintinean suavemente, luce deliciosa y refrescante.

“Si, por favor, para todos” tengo la impresión de que una familia feliz jugando en el césped, no es algo que él ve muy a menudo; me pregunto si él ha visto huéspedes tomarse el tiempo de apreciar una cosa tan simple como la hierba.

Chris se une a mí en un instante, abandonando el juego cuando ve una bebida helada, le paso un vaso y se lo bebe con avidez, sediento de jugar al aire libre. Le paso a Christian un vaso cuando él ha terminado de sacudirse el polvo y tomo uno para mí, “Gracias James. Era justo lo que necesitábamos”

“Gracias” Chris está sin aliento de beber tan rápido y por un momento estudia el uniforme de James. “¿Por qué tienes una cola?” le pregunta, inclinando su cabeza fascinado con los faldones negros de la chaqueta de mayordomo.

A pesar de su distanciamiento practicado, James se ríe fuerte, en voz alta en genuina alegría con Christian y yo. Nos bufamos, intentando de contener nuestra diversión para no herir sus sentimientos.

James es el primero en recuperar la compostura, se inclina hacia adelante, susurra con complicidad a Chris, “No es una cola, es muy útil para limpiar las mesas. Mira esto.” Le guiñe y toma la punta del faldón, limpiando encima de la mesa con un gesto exagerado para demostrarle.

Chris es cautivado, tomando la otra punta para comprobarlo él mismo, mientras Christian y yo cesamos nuestras risas con nuestras manos cubriendo nuestras bocas sonrientes. Lo gracioso de un mayordomo de adinerados haciendo una cosa tan lúdica como esta no tiene precio, e instantáneamente capta mi simpatía.

Una vez que ha despejado los vasos vacios, menciona que Alec se disculpó cuando empezamos a jugar en el jardín, no me sorprende que él tomó la señal para salir pero, estoy sorprendida de que me olvidé completamente y groseramente de él. James nos deja con otro recordatorio de pedir lo que sea que necesitemos.

Chris corre por el jardín mientras nosotros lo vemos y charlamos. “Anastasia ¿te importa si lo llevo conmigo mientras te preparas?”

Cierro mis ojos hacia él, sorprendida de que este pidiendo permiso, “por supuesto que puedes llevártelo, por favor no pidas permiso. Él es tu hijo” mi tono es suave pero implorando, con firmeza. “Mejor le dices a Mia, ella dijo que iba a venir a ayudarme a prepararme, pero sospecho que era una artimaña para pasar más tiempo con él” sonrío, mostrándole que no me importa.

Él se ríe, asintiendo su compresión, “Puede que tengas razón, ella está loca por él” mira su reloj, y se levanta de un salto, “tu estilista va a estar aquí en cualquier momento, ven, quiero mostrarte algo”

“¿Qué estilista?” sacudo mi cabeza, un aleteo de pánico lamiendo en mi vientre. “Aun tengo que lanzarme a las tiendas, para ver si puedo encontrar un vestido de novia!” Christian no se queda para escuchar mi objeción, ya está adentro.

Una rápida mirada a Chris, me dice que va a estar bien bajo la vigilancia discreta de Brandon desde el otro extremo de la piscina pero, para estar segura lo llamo, “Brandon, estaré adentro, ¿podrías cuidar a Chris, especialmente alrededor de la piscina?”

“Lo haré, ma’am” dice y me da un saludo con los dedos, las puntas tocando la esquina exterior de su ceja.

Entro después de Christian y lo encuentro en nuestra opulenta suite principal, sosteniendo una caja grande de color plata y con una mirada cargada de calor de combustión lenta.

¡Oh mi!

Mi pánico se calma; creo que sé lo que hay en la caja. Doy un paso lento hacia adelante, mi pulso acelerándose, contradiciendo mis movimientos tentativos. Mi sonrisa es tímida cuando él me pasa el regalo. “Esto es para ti nena”

Gentilmente, con reverencia lo pongo sobre la cama y levanto la tapa. Siento que él se pone rígido; dándome una idea de que tan ansioso está porque me guste. Empujo a un lado el papel pálido tisú de color plata y jadeo ante la vista, desechando el déjà vu momentáneo que siento, ayer hice lo mismo con el vestido que el Dr. Shawn me envió. Hay una parte de mí que se pregunta si Christian está tratando deliberadamente de superar ese recuerdo.

El vestido, como todas las cosas de Christian es sin lugar a dudas la prenda más bella que he visto en mi vida. El corpiño es strapless; cubierto con una malla de grasa que se une en los senos, justo en la base del cuello donde una cadena de perlas se une, atándolo a la espalda.

Justo debajo de los senos, está una banda de adornos de cristal, que se une con otra capa de cristal que va desde el vientre a un lado, donde el tejido blando está acanalado, luego se extiende en una línea halagadora femenina. La tela color crema de raso fluye como liquido, cálida y sensual, clásica con un toque interesante.

“Christian es…” sacudo mi cabeza, maravillada por la belleza y su increíble talento para conseguir justo lo que necesito. Me siento a la orilla de la cama, acariciando la suavidad mantecosa con asombro e incapaz de encontrar las palabras.

“¿Te gusta?” su voz baja revela la vulnerabilidad que estoy ansiosa por disipar, así que me lanzo hacia él, tumbándolo sobre su espalda y lo beso en cada parte expuesta de su rostro y cuello. “Me (beso) encanta! (beso), es (beso) perfecto (beso), tu (beso) eres (beso) perfecto (beso). Te (beso) Amo” el último beso lo planto sobre su sonrisa satisfecha, él gime mientras profundizo el beso, siento su mano que se desliza por debajo de mi camisa y por mi espalda.

Cuando me aparto, la sonrisa ya no está, la fuerza de su deseo me golpea duro, transmitiendo lo mucho que me quiere, lo que envía mi propia libido en órbita. Una mano desesperada agarra en un puño mi cabello y clavamos nuestras miradas, “esta noche” la promesa brusca aprieta mis pezones y se derrama entre mis muslos.

No me puedo resistir ni que quiera, con mis labios abiertos para dar cabida a bocanadas de aire más profundas, revelo mi necesidad urgente por él. Una sonrisa fresca me dice que esa necesidad y desesperación es exactamente donde él me quería tener.

En un movimiento rápido y esbelto, se sienta y me sienta en su regazo, me peina el cabello con sus dedos, poniendo en orden los mechones sueltos. “He dispuesto que un estilista venga para atenderte, ella debe estar aquí dentro de poco. Ella arregla el cabello y hace el maquillaje. Todo lo que necesitas para la boda está en la caja” él la golpea, recordándome que no he tenido tiempo de mirarla adecuadamente.

“Gracias Christian” agarro ambos lados de su cara. “La Villa es hermosa, ¡tú eres hermoso! ¡No puedo creer que nos vamos a casar!” voy de profundamente sincera a agradecida con incredulidad y extática en tres segundos, gritando con entusiasmo mientras caigo en cuenta de la enormidad del cambio a lo largo de los dos últimos días.

La sonrisa en respuesta de Christian es juvenil pero la promesa sensual en sus ojos permanece, “estamos para complacer” después de un beso demasiado breve y casto, continua, “Taylor te va a buscar y te acompañará al helipuerto a las cuatro y media”

“Sin preguntas” me castiga cuando ve mi levantamiento de cejas con curiosidad así que mi boca se cierra de golpe. Enlaza sus dedos con los míos, luego quita el anillo de compromiso de mi dedo, “hasta más tarde” susurra, luego guarda el anillo en el bolsillo. Inmediatamente, me siento desnuda, incompleta.

Una tos discreta hace que gire mi cabeza hacia la puerta mientras Christian me desliza de su regazo, luego se levanta para irse.

“Sr. Grey, La señorita Candy Devon está aquí para ver a la Sra. Steele” James anuncia la llegada de la estilista en su manera demasiado formal.

“Gracias James, por favor hágala entrar” Christian desliza sus brazos alrededor de mi cintura cuando James se aleja para recibir a mi invitada. “Yo preparo a Chris, no llegues tarde, no puedo esperar para verte en ese vestido”

Meto mis manos en los bolsillos traseros de su pantalón, para acercarlo a mí, “No puedo esperar a ser la Sra. Grey de nuevo”

Me encanta ver el cambio en él, cambiando del Christian normal al Christian sexo-sobre-piernas caliente como el humo, mientras toma una bocanada de aire, claramente excitado por la idea, “yo tampoco puedo esperar nena”. Después de un último beso me deja, impaciente por nuestro nuevo capítulo por comenzar.

Una rubia bajita con figura voluptuosa entra a la suite, su brazo extendido y dibuja su lindo acento sureño, “Hola cariño soy Candy”

“Hola Candy, encantada de conocerte” su sacudida de manos es firme y sus ojos son amistosos.

“Solo mírate, una belleza natural y vas a casarte hoy ¿ah?” barre mi cuerpo con su mirada de arriba abajo. “Muéstrame el vestido cariño, ¿Qué quieres?”

“Estaba pensando en el cabello suelto, rizos suaves ¿tal vez con algunas flores?” mientras hablamos le muestro el vestido, sosteniéndolo sobre mí.

Ella golpea su mano con uñas color rojo sangre en sus labios carnoso, acercándose al corte y los risos rebotando mientras se acerca – evaluando. “Eso es un vestido fino y poderoso lo que tienes ahí! Si, lo mantendremos simple, maquillaje ligero, bronceador y suelto, risos sexis. Me gusta”

“¡Chao mami!” Chris grita desde algún lugar de la Villa, obviamente despidiéndose para irse con Christian.

“Discúlpame un momento ¿puedes Candy?”

“Claro cariño, ve a hacer lo tuyo” me indica ondeando con la mano.

Chris está con Christian en el vestíbulo camino a salir. “Hey amiguito, ¿te ibas a ir sin darle un abrazo a tu vieja madre?”

 

Se ve arrepentido por un momento, luego rectifica la situación con un beso húmedo en mi mejilla cuando lo alzo. “Te amo pequeño hombre, se bueno con tu papi. Te veré más tarde; cuando papi y yo nos casemos”

 

Él mira a Christian, “¿Te vas a quedar con nosotros papi? Puedo compartir mi cuarto contigo, si quieres” su oferta de gran corazón es un testamento de lo mucho que ha extrañado la figura paterna en su vida.

 

La mirada de Christian es indulgente y divertida, “Gracias campeón, esa es una oferta muy amable. ¿Qué tal si tú y tu mami vienen a vivir conmigo?”

 

Ojos ansiosos me vuelven a mirar, “¿podemos mami? Por favor, por favor ¿podemos?”

 

“¿Cómo puedo decirles que no a ustedes dos?” sacudo su cabello y lo beso de despedida.

 

“Eso fue fácil, ¿sin argumentos de tu parte?” Christian se burla de mí, aparentemente sorprendido por mi aquiescencia poco exigente.

 

Pongo mi mejor cara de puchero, “¿Yo? ¿Argumentar? ¡Nunca!” ojos parpadeantes al estilo de Bambi proclamando mi inocencia.

 

Christian me ve poco convencido. “Nos vemos pronto nena” él toma la mano de Chris y lo lleva hasta el carrito de golf que los espera.

 

Me dirijo con Candy al salón de belleza privado y ella extiende sus cosas de embellecimiento alrededor mientras me doy una ducha rápida.

 

Candy es buena, mientras está enrollando mi cabello me cuenta sobre todas las celebridades que ha tenido el placer de atender. Estoy feliz de sentarme y relajarme, escuchando los chistes acerca de sus locuras. A pesar de que solo he usado mi anillo por unas horas mi pulgar izquierdo se mantiene buscando la banda tranquilizadora en mi dedo, decepcionado cada vez de que no esté allí.

 

Candy menciona que toda su familia se mudó a Las Vegas cuando ella era estudiante de último año en la escuela secundaria, todos sus hermanos trabajan en casinos de una u otra forma, excepto por uno que es la oveja negra de la familia, su hermano que tiene un salón de tatuajes en la zona. Sonrío recordando a Christian bromear acerca de tatuar su firma a lo largo de mi pecho, un símbolo permanente que me marcará como suya y eso me da una idea.

 

“Candy, ¿crees que tu hermano podría venir, ahora mismo y hacer algo para mí?”

 

Sus cejas se disparan y le explico mi plan para que me ayude. Cuando su sorpresa se convierte en una sonrisa traviesa, sé que ella hará lo que pueda para ayudarme. Ella busca su teléfono y James aparece en la puerta.

 

“Sra. Steele, la Sra. Trevelyan – Grey y la Srta. Grey están aquí para verla” mi alegría se esfuma como cuando se le sale el aire a un globo. Mi instinto me dice que sería mejor solucionar todo antes de la boda pero estoy renuente, si de alguna forma me las arreglo para empeorarlo, la boda podría convertirse en un asunto tenso, incluso tenga que cancelarla.

 

“Por favor, que pasen James” Discreto como siempre, él no parpadea ante el cambio que mi estado de ánimo ha tomado.

 

Cuando Grace entra a grandes zancadas al pequeño salón junto con Mia, le pido a Candy que nos dé un momento, ella claramente quiere hablar.

 

Le ofrezco sentarse, ella toma asiento y luego me mira por un largo minuto. “Oh Ana” empieza, el recelo y candencia sin dejar espacio para mala interpretación de su decepción.

 

Mi boca se torna hacia abajo, infeliz de que la he herido. El aguijón detrás de mis ojos y la quemadura ardiendo en la parte posterior de mi garganta, advirtiéndome de las lágrimas amenazantes.

 

Ella suspira, “querida niña, para ser honesta, yo sabía que Christian no nos estaba diciendo toda la verdad pero, estaría mintiendo si dijera que esperaba la profundidad de tu insensatez. ¡Ustedes dos, caminando con corazones rotos por tanto tiempo y Chris sin un padre!” ella dobla un pañuelo con sus dedos, las esquinas de su boca temblorosas, haciendo alusión a sus propias lagrimas no derramadas.

 

¿Qué puedo decir? Ella tiene razón. No parece que la conversación con Christian haya ayudado en algo, ¡ahora ella está molesta con los dos!

 

“Grace, todo lo que puedo decir, es que lo siento. Sé lo que hice; entiendo si no puedes ver más allá de ello, es imperdonable”

 

Su cabeza se mueve bruscamente hacia arriba, sus cejas juntas, “Ana, yo lo superaré, siempre te quise como una hija, a pesar de que te tuvimos por tan corto tiempo, nunca olvidaré lo que hiciste por Christian y ahora me has dado mi primer nieto”

 

Ojos claros y grandes buscan los míos, esperanzados aun tentativos, “la cosa es que encuentro difícil de lidiar es con lo innecesario que fue, quiero estar segura de que de cara a este nuevo matrimonio ustedes dos estén dispuestos a comunicarse. Hay muy poco en un matrimonio que no se pueda arreglar sin una comunicación honesta. Si no pueden hablar el uno con el otro, entonces vengan a hablar conmigo o con alguien más por favor, simplemente habla antes de que hagas algo estúpido!” golpea su puño contra su palma abierta, insistente.

 

Me estremezco ante su voz creciente, ella ha trabajado en un buen estado, su suplicante, y apasionado discurso señalando la simple y obvia solución de mi locura – demasiado tarde para una retrospectiva 20/20.

 

“Te puedo asegurar eso” levanto mis ojos para encontrar los suyos, deseando demostrarle mi intención de hacerlo bien esta vez.

 

Ella deja salir un largo suspiro, empujándolo lentamente a través del anillo de sus labios. “Gracias” su mirada mantiene la mía, siguiendo cualquier incertidumbre que aun pueda conservar. Cuando no encuentra ninguna, sonríe. “está bien, fin de la discusión, vamos a engancharte a mi hijo – para siempre” la advertencia en su mirada no me permite argumentar, estoy más que feliz de cumplir.

 

Sospecho que está tocada por el rayo deslumbrante y aliviado que le muestro porque me envuelve en un abrazo de bienvenida. Como si estuviera de vuelta en círculo de los Grey, su confianza y perdón aceptados con agradecimiento. Ella será por siempre un ejemplo hermoso de la clase de madre que quiero ser para Chris.

 

Cuando Grace se va; Mia toma su lugar y por su rostro serio es evidente de que Grace la ha informado. Ella empieza como un toro fino, resoplando respiraciones enojadas. “¿Qué estabas pensando?”

 

Gimo interiormente, cada conversación que he tenido sobre esto ha empezado de la misma forma, petición desde el inicio, si estaba pensando en absoluto. “Lo siento Mia, fui estúpida, egoísta y desconsiderada, sé que debí haber dicho algo o intentar más pero, nunca creí que merecía el amor de tu hermano, me he arrepentido cada día” La vergüenza de siempre cociéndose a fuego lento, lista para mostrarse a sí misma, forzándome a mirar para abajo. El rubor mortificado es la evidencia de mi arrepentimiento escrito audazmente.

 

Ella se sacude como si hubiera recibido un golpe, sus ojos grandes atónitos, “Está bien, entonces” se aleja un poco, levantando las manos en señal de rendición. “No creo que pueda estar molesta contigo de todas formas”

 

Su cambio de actitud es tan inmediato, tan absoluto que estoy alarmada. Me deslizo de mi silla y la agarro por los hombros. “Mia ¿Qué pasa?”

 

“¿Quieres que esté molesta contigo?” es una técnica de distracción evidente para ocultar la verdad detrás de su deflación repentina.

 

“No, aunque lo entiendo si lo estás, pero de eso no es lo que estoy hablando y creo que tú sabes a lo que me refiero” mi voz es baja, persuasiva. Mi corazón ya duele por ella, ella siempre está tan llena de vida.

 

Cuando finalmente me mira, puedo ver las lágrimas brillantes en la superficie. “He cometido algunos errores – por amor” aclara, “errores que lamento. Lo que tú y Christian tienen – Ana, no dejes que se les escape. Es tan precioso” su voz se vuelve ronca mientras habla, lagrimas derramándose de sus ojos que tienen remordimiento.

 

“No lo haré, te lo prometo” nos encontramos la una a la otra en un abrazo reconfortante, en silencio mientras ella absorbe mi voto.

 

Ella trata de hacer la luz del momento emocional cuando nos separamos, “Más te vale, te voy a perseguir, si lo lastimas” menea un dedo en reprimenda hacia mí, fallando miserablemente por lucir cualquier cosa menos quebrada.

 

Ignoro su táctica por cambiar el tema, “Mia, no me gusta verte así. ¿Qué puedo hacer? ¿Quieres hablar?”

 

Sacude su cabeza, mirada brillante que gira alrededor de su rostro triste, “En otro momento, tal vez”

 

Es obvio que ella no está lista para hablar, solo tendré que estar allí cuando lo esté, “en cualquier momento que quieras hablar, estaré allí. Sé lo que se siente hacer algo increíblemente estúpido que casi arruina tu vida. Después de la boda me mudaré de regreso a Seattle” levanto su quijada para encontrar no su mirada. “Lo digo en serio Mia, mira a donde “no hablar” me llevo. Prométeme que nos vamos a reunir para hablar de corazón a corazón”

 

Ella asiente con la cabeza; un gesto solemne que me preocupa por su hemorragia en mi consciencia.

 

James aparece con Candy y quien presumo es su hermano a cuestas, “Sra. Steele, el Sr. Ben Devon para usted”

 

Le doy un último apretón a los hombros de Mia, odiando tener que dejarla así. Ella siente mi vacilación y me da una sonrisa delgada, “anda, tienes que prepararte para una boda”

 

“Por favor quédate Mia; tu dijiste que me ayudarías a prepararme” marulleo, será mejor mantenerla ocupada donde pueda vigilarla.

 

Funciona de inmediato, una ligereza toca sus facciones, “está bien, le diré a mamá, ella puede enviar mi atuendo para acá” se aleja saltando, su tristeza ya olvidada.

 

La siguiente hora es una carrera contra reloj empeñado en vencernos. El marco de tiempo que Christian me dejo no fue mucho para empezar, la carrera está en marcha. Candy y su hermano trabajan a una velocidad vertiginosa, seguros y manos expertas laborando al unísono de forma creativa. Les doy a Candy y a Ben un gran agradecimiento y los dejo, dirigiéndome a la habitación para cambiarme, cuando ella está lista de aplicarme los últimos toques de maquillaje en mi rostro.

 

Aparte del vestido extraordinariamente impresionante, la caja revela más exquisitas sorpresas mientras Mia y yo cavamos a través de las capas de papel de seda. Encontramos un par de zapatos de tacón , tacones delicados con tiras entrelazadas en los dedos, adornados con cristales brillantes. Una combinación perfecta que apenas se asoma desde la costura des vestido.

 

Una caja pequeña en la esquina tiene a mi corazón saltando – joyas. Mia y yo intercambiamos miradas, luego abro la tapa. Aros ovalados en platino con una perla colgando en la parte inferior – tan simple, tan elegante, “Guao” mi aliento de asombro tiene a Mia riendo a carcajadas.

 

“No puedes quejarte del gusto de Christian” una sonrisa triste se curvaba en su boca en admiración mientras la chispa anterior regresaba a sus ojos brillantes. El chiffon de color rosa pálido del vestido adula el nuevo, resplandor de rosa en sus mejillas perfectas y estoy encantada por ello, por el momento, ella parece si misma de nuevo.

 

Debajo de mi bata, ya estoy usando las bragas que encontré en la caja. El encaje color champagne es puro y delicado, tan fino que tuve cuidado de no dañarlo cuando me lo puse. El estilo bóxer en la pierna es sexy y recatado al mismo tiempo, cortando mi trasero con un borde festoneado. Como el vestido está hecho con un sujetador y estoy usando zapatos con punta abierta, estoy desconcertada por el sujetador a juego y liguero, ambos en el mismo encaje color champagne. Mmmhhh, tal vez es para más tarde…

 

Mia baja el cierre del vestido y me ayuda a ponérmelo, mi mano sosteniéndola en su brazo para mantener el equilibrio. Me volteo hacia los espejos que van desde el piso al techo en las puertas dobles del closet en frente de la cama para revisar el look completo.

 

La cara con la boca abierta de Mia sobre mi hombro es igual a la mía con la misma expresión. Ambas miramos fijamente al reflejo con total asombro. Junto con el vestido que hace cosas maravillosas por mi figura, especialmente para mis senos, me veo fantástica. El brillo del satín es un perla líquido nacarado que cae en suaves líneas. El corpiño es suficiente para levantar deliciosamente mis senos, invitando pero sin ser vulgar, crea un oleaje suave y un declive seductor.

 

Mi cabello está suelto, detrás de mi espalda en rizos suaves, cubriendo mi rostro con flores fragantes. Candy se ha apegado a mantener mi maquillaje ligero, el bronce proporcionando un brillo hermoso.

 

El vestido no es nada menos que perfección – es un regalo, considerado y significativo de Christian, el color ideal para una segunda boda, me queda muy bien porque él me conoce – íntimamente. Un símbolo precioso de nuestro nuevo comienzo que despierta una marea de sentimientos contenidos en mi corazón desbordado.

 

“Ana, luces… ¡impresionante!” exclama con asombro.

 

Mi mano cubre la suya que descansa sobre mi hombro, “Gracias Mia” capto su mirada en el espejo, “y gracias por ayudarme” mi sonrisa amplia es graciosamente bien respondida por la suya.

 

Un golpe en la puerta tiene a mi corazón en un aleteo mientras los nervios inesperados por la boda pasan por mi espina dorsal. Taylor está aquí; es hora se ser la Sra. Grey de nuevo.

Link para el capitulo 23

14 thoughts on “Capitulo 22

  1. fanny rebellon says:

    Waw has de creer kereny que creí que habías subido un solo capitulo, no se que me paso, es maravilloso, que lujos se describen alli, es genial tener esas atenciones y cristian como siempre maravilloso estos capítulos desde el 17 son los mejores de toda la historia hasta donde he leído, monique espectacular como siempre y tu amiga inigualable, gracias mil por este bello regalo de 2 capítulos, me encantan estas sorpresas un besote madre.

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    • kerecb says:

      Afortunadamente logre terminar dos durante esta semana 🙂
      Como siempre un gusto y places que te hayan gustado Fanny, mil gracias por el continuo apoyo…
      Un abrazote!

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  2. Janitzia Berrido Fernandez says:

    Ayyyy estoy derretida, en el aire. El capítulo fue sublime, como un calmante para el alma. Me imagino la boda deberá ser un sueño. Todo a la altura de Grey, tan detallista, tan calculador, tan conocedor de Ana. Grey es sencillamente espectacular, es utópico, pero nos hace soñar. GRACIAS por estos dos maravillosos capítulos ustedes dos son encantadoras (Monique y Kereny). GRACIAS POR SER GREYADICTAS Y COMPLACERNOS UN POCO MAS!!!!

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    • kerecb says:

      Que bueno que te gusto, definitivamente pienso que es un capítulo cautivador y muy al tono del último detalle.
      Gracias a ti por el apoyo… 🙂
      Un abrazo…
      PS: Janitzia te invito a que compartas el FanFic con otras Greyadictas 🙂

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  3. claudia says:

    Hermoso capitulo!!!! queremos mas muchos mas. Gracias

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  4. Farley says:

    Hola kereny

    Me encantaron estas entregas. Mil gracias por tu tiempo y entrega. Por otra parte quería preguntarte si puedes hablar con Monique y pedirle permiso para colocar un link de su blog en el mío y promocionarlo.

    Saludos

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    • KereCB says:

      Hola Farley, gracias por el apoyo! Claro que si le voy a preguntar y te aviso… Si puedes pasame el link de tu blog para que lo vea. La verdad no creo

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    • KereCB says:

      No creo que haya problema (Disculpa, mi perro presiono el boton de enviar en el mensaje anterior) Enviame el link de tu blog y con gusto preguntare a Monique…
      Un abrazo…. y gracias por el apoyo

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  5. andrea valenzuela ulloa says:

    lijndo christian…romantico y buen padre lindo capitulo

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  6. vic melendez says:

    amooo a christian cada diaaa mas… ya quiero saber que se tatuo ana en el pechooo….

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